Secretos y confesiones equivocadas

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"¿Estás demente? Ya pasamos por acá al menos tres veces. Te lo digo, hemos dado vueltas en círculos y no quieres aceptar que estamos perdidas" decía Sana de forma impaciente. Habían pasado un par de horas explorando todo el bosque más allá del jardín buscando a Mina, pero no había pista alguna de ella. Si bien después de ese beso las cosas estaban un tanto diferentes, no quitaba que Sana se molestara por lo tonta que podía ser la otra.

"Lo lamento... Supongo que tienes razón. No tengo idea de cómo volver. Seguro Mina ya está flojeando en la casa mientras nosotras la buscamos" Tzuyu solo quería demostrarle a la mayor que era una persona seria. Y qué mejor idea que autodenominarse la guía en la búsqueda de Mina. Pero los resultados fueron contrarios, estaban perdidas y ya no sabía qué hacer para contentar a Sana, quien en este punto lucía bastante aburrida y desesperada.

En la mente de Sana estaba Mina. Lo había recordado, por lo que pelearon. Se sentía como una idiota por no contarle el secreto de Chaeyoung, pero de cualquier forma no lo haría. Se lo había prometido y aunque se tratase de su mejor amiga no iba a romper una promesa así.

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Búscame a la salida, tengo que decirte algo.

Att. SC

"¿Chaeyoung?" pensó Sana al leer en su mente la nota que se encontraba en el casillero de Mina.
"Seguro es una confesión" pensó en dejar la nota donde estaba, pero recordó como Mina se besaba apasionadamente con un chico la noche de la fiesta, y justo en ese momento, como si fuera obra del destino, Mina pasaba tomada de la mano con otro, pero esta vez era con el capitán del equipo de béisbol.

Sana conocía muy bien a Chaeyoung, habían sido compañeras en el otro colegio. Era alguien demasiado buena. Pero tenía un problema: no podía contener sus emociones. Se imaginó lo mal que se llegaría a sentir su amiga cuando Mina la rechazara, y que, aunque ésta lo hiciera de la manera más sutil, Chaeyoung estaría más que devastada.

Estaba en un terrible conflicto moral. Mina era su mejor amiga, Chaeyoung una compañera con la compartía el almuerzo. Pero conocía muy bien lo que se sentía un corazón roto, lo que era que jugaran con ella. Apenas un mes había pasado desde que le habían partido el corazón y Sana se encontraba perdida, no sabía si aquello que hacía con Eunha ocasionalmente estaba bien. Pero no podía negar que lo disfrutaba. Aún así extrañaba mucho a su ex. Pero la odiaba. Perdida era una palabra muy pequeña para todos los sentimientos confusos que tenía en esos momentos.

Pero Chaeyoung no era como ella, y Sana no quería se volviera así.

"Tengo que protegerte aunque tú no quieras"

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Subió las escaleras hasta la terraza, sabía que usualmente se la pasaba ahí viendo la práctica del equipo de béisbol hasta que terminaba pues su hermano estaba en él. Abrió la puerta y se encontró con la menor de espaldas, apoyándose contra el barandal y observando como los muchachos practicaban arduamente. Era tarde, pero su hermano le pedía que ambos fueran juntos a casa ya que vivían bastante lejos. Así que ahí estaba, los nervios se la comían viva, estaba ansiosa y muy atenta a cualquier movimiento y sonido cerca de ella.

Cuando la puerta fue abierta Chaeyoung no pudo evitar sentir un escalofrío recorrer su cuerpo, puesto que estaba segura de quien se trataba no se molestó en ningún momento en voltear.
"Entonces viniste" dijo sin vacilar, aunque por dentro sentía como su corazón se aceleraba por lo que estaba a punto de decir.
"Chae-" dijo tratando de pararla.

"Calla. Tengo que decirte algo, así que lo haré de una vez por todas y luego puedes mandarme a la mierda si así lo quieres. Me gustas Myoui Mina. Me gustas mucho. Y jamás había sentido tantas cosas por una persona como las he sentido por ti. Me gustas y no importa si me odias por eso, me seguirás gustando por siempre"

Fue un silecio incómodo. Sana estaba petrificada por la declaración; realmente no se esperaba algo así por parte de la pequeña. Y sintió un poco de alivio de saber eso, de saber que tal vez sí habían personas con buenos sentimientos. Chaeyoung era el ejemplo perfecto. Pero al mismo tiempo se sentía mal porque se había enamorado de alguien como Mina, alguien que estaba acompañada solo porque no le gusta estar sola. Alguien que no sabe más que jugar sin amor.

"Chae... Soy Sana" La menor volteó de manera inmediata y Sana pudo apreciar como su cara estaba más que roja y muchas lágrimas caían por sus mejillas. Sin importar lo seca que sonara su voz al decir aquellas palabras Chaeyoung no se sentía lista para enfrentar a Mina, no se sentía lista para enfrentar todo ese mar de sentimientos que tenía. Corrió hacia Sana y la abrazó fuertemente. Su llanto fue consolado por la mayor quien no dejó de abrazarla hasta que la práctica de béisbol terminó.

Ese día, Chaeyoung le hizo prometer a Sana que jamás le revelaría lo que había pasado aquella tarde en la terraza del gigantesco instituto al que asistían.

No podía romper una promesa así. No aún después de todo un año. No después de saber los puros sentimientos de Chaeyoung hacia Mina. Simplemente no iba a romper algo así.

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Chaeyoung se había quedado en el cuarto. El clima era perfecto, quería jugar y divertirse. El problema era que no tenía con quien. Momo y Nayeon estaban en la alberca, no había rastro de Sana y no conocía a Tzuyu lo suficiente.

Se tumbó en la gran cama que compartía con Mina. Y aunque es verdad que los primeros días no podía dormir debido a los inmersos nervios que suponen estar en la misma cama con la persona que te gusta, no podía evitar sentirse mal y al mismo tiempo aliviada por estar segura que entre Mina y ella, jamás pasarían cosas.

Sus ojos estaban cerrados, se comenzó a imaginar de una forma extrañamente vívida cómo sería si Mina hubiese subido a la terraza aquella tarde de verano. Si Sana no se hubiese enterado y hubiese sido Mina quien escuchó su confesión de amor coloreada con un atardecer. Se imaginó la respuesta de Mina, una respuesta de 'tú me gustas a mí, Chaeng' con esa hermosa sonrisa que tenía embobada a la menor. Y que sus labios chocaran de forma impaciente haciendo toda una escena digna de un drama romántico. Un final feliz, en el que estas vacaciones serían sólo de ellas, o al menos, ellas siendo una pareja.

Pero no tardó mucho en pensar de nuevo, esta vez de una manera más 'realista' de Mina ofreciéndole una sonrisa incómoda y un 'lo siento Chaeyoung...' no pudo evitar que una lágrima saliera de ella aún con los ojos cerrados. Su dolor a veces se volvía más fuerte que ella. ¿Cómo era posible que siguiera a pesar de todo? A veces ni ella misma sabía la respuesta. Había visto a Mina con muchos chicos y cada vez que había uno nuevo su corazón sentía punzadas. Pero ya estaba hasta cierto punto, acostumbrada a todo eso. Acostumbrada a vivir en un mundo en el cual Mina no la aceptaría, un mundo en el cual Mina no la tocaría, no la vería con lujuria ni mucho menos con amor así como Chaeyoung la veía.

"Sería lindo vivir en ese mundo"

La puerta de repente se abrió y Chaeyoung se asustó. Rápidamente limpió sus lágrimas y se sentó en la cama. Era Mina.
"Hola" dijo sin más.
"Ho-hola Mina" observó como cruzaba la habitación aun en pijamas hasta el armario. Buscó ropa para el día y se encerró en el baño.
"Está molesta conmigo y con Sana por aquel estúpido secreto" pensó. Aunque la mayor no lo supiera, Chaeyoung sí había escuchado la discusión de la noche anterior. De hecho se asustó mucho al ver y oír cómo era Mina incluso con su mejor amiga cuando estaba borracha. No era nada agradable. Pero no la culpaba después de la extraña noche que habían pasado todas.

Our Last Vacations [Satzu] 🔶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora