Quiero enamorarme de ti

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"¿En serio quieres hablar? ¿Ahora? Deberíamos hacerlo después del desayuno, con permiso..." Tzuyu estaba un poco malhumorada, no había podido dormir bien esa noche, y no tenía ganas de hablar con Sana. Aún no estaba segura de qué es lo que debía pensar acerca de la japonesa.
" No, por favor... Por favor Tzuyu... " más lágrimas habían bajado por su rostro. Sinceramente no recordaba la última vez que había llorado frente a alguien, había pasado mucho tiempo ya. Cuando Tzuyu por fin vio directamente su cara, quedó petrificada, y no supo por qué, pero tomó su mano y la llevó hasta su pecho, reconfortandola. Sana lloraba silenciosamente y se le quedaba viendo, como si tratara de decirle todo lo que tenía guardado, pero las palabras simplemente no salían de su boca.

Tzuyu supo en ese momento que debían hablar, porque quién sabe el dolor por el que Sana pasaba en ese momento, pues era tanto que estaba mostrando su lado más débil. La arrastró dentro del cuarto y cerró la puerta, esperando a que nadie llegara a avisar por el desayuno. Era aún bastante temprano, pensaba.

Se sentaron en sus respectivas camas, viéndose cara a cara. A Tzuyu le invadía un tremendo sentimiento de querer abrazar a Sana, de decirle que todo iba a estar bien, que ella estaría a su lado y que podía llorar en su hombro si así lo necesitaba. La realidad era otra, sin embargo. Por más que Tzuyu lo deseara, sabía que no podía. Sana no la había abrazado cuando pasó lo de aquella noche. No sabía si lo merecía o no. Realmente no estaba segura de nada.
"Tú... Ibas a hablar, ¿no?" dijo Tzuyu, si Sana quería hablar, debía hacerlo en ese momento y lugar.
"Ah... Sí" aún habían algunos rastros de su llanto que no se podían contener. Pero es que realmente ya no sabía si debía contener algo siquiera. La verdad era, que Sana estaba totalmente dispuesta a contar todo, absolutamente todo sobre ella. No como una excusa por lo que hizo, ni para recibir perdón, solo sentía que de entre todas las personas, Tzuyu era quien merecía saber la verdad. Nadie más que ella se había esforzado tanto por amar su pobre corazón roto. Se lo debía, la había lastimado tanto y eso era lo único que podía dar a cambio.

Una vez dijo la primera palabra, el resto salió como si nada. Algunas veces su voz se quebraba por el llanto, y Tzuyu le preguntaba si quería seguir hablando. La respuesta siempre era sí, porque no quería dejar nada al aire. No importaba las cosas malas que ella había hecho, o que la considerara una total perra, o un desperdicio. Había decidido que eso era lo correcto.
"Entonces Eunha..." dijo una vez dada por finalizada la historia.
"Sí. Ella y yo lo hicimos. Muchas veces. A espaldas de quien era su novia" Sana solo remarcaba los detalles para evitar alguna confusión.
"Y Dahyun, ella... ¿Ella te engañó?" Tzuyu solo recibió un movimiento en forma de afirmación como respuesta.
"Eso...¿Eso te hizo hacer todo esto? Todas las citas de tinder, las chicas con las que jugabas... Yo..." la última palabra sonó con un tono más bajo. Le dolía la idea de haber sido parte del proceso retorcido que tenía Sana. Aunque al mismo tiempo le daba una pequeña esperanza.
" Al principio sí. Tú eras algo que quería conseguir. Solo para probarme a mí misma un punto... Pero..." las palabras de nuevo costaban salir. El nudo en su garganta se hacía más fuerte. Pero sentía que debía decirlo. Dolía más no hacerlo que dejarlo salir. Sentía como sus lágrimas caían de nuevo, sus ojos estaban igual de rojos que sus mejillas. Su corazón latía tan fuerte que sentía que se iba a salir de su pecho. Dolía demasiado. Dolía y la lastimaba tanto como el dolor que había causado en otras personas por su egoísmo y su pena. 
"¡Perdón Tzuyu! ¡Perdóname por favor! Por favor..." su llanto se hizo sonoro. Su cuerpo iba a desmoronarse. La otra, al ver como apenas se mantenía sentada, corrió rápidamente y la sostuvo en brazos. Sana la abrazó muy fuerte y comenzó llorar sobre su hombro, justo como Tzuyu quiso ofrecer su ayuda en un principio pero se lo había negado ella misma.
" Está bien... Shh, está bien..." susurraba en su oído, tratando de calmarla. Su llanto no cesaba con nada.
"Tú fuiste... Fuiste la única - - la única que quiso amarme y mira lo que te hi-hice... Perdón... Tzuyu yo... Yo... quiero enamorarme de ti" para Sana, decir todo aquello era peor que el dolor mismo, y aun así, sentía como su cuerpo se liberaba de un peso enorme que había sostenido por mucho tiempo.

Our Last Vacations [Satzu] 🔶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora