Jugo derramado Y Disculpas a medias

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Al despertar, se dio cuenta del desastre que había quedado en la habitación. Se dirigió al baño y en el espejo observó un desastre todavía peor: su rostro. Estaba con los ojos hinchados por haber llorado toda la noche, sus labios secos y su cabello hecho un nudo.  Al menos sabía que la limpieza del hotel se encargaría del cuarto. Pero ahora debía intentar esconder su triste fachada para ir al restaurante y desayunar con los demás.

Tomó su bolso y buscó su maquillaje. En poco tiempo estuvo lista y no había tanto rastro de que hubiese pasado algo la noche anterior. El único inconveniente es que sí había pasado algo. Tzuyu.

La mente de Sana estaba al extremo de la preocupación por la taiwanesa. No sabía qué era exactamente lo que sentía, pero estaba segura que Tzuyu necesitaba una explicación. Y Sana no iba a poder dormir hasta solucionarlo. El corazón le punzaba cada vez que recordaba los sucesos de hacía horas. La cara de deseo de Tzuyu cambiada de un momento a otro por un rostro de decepción y enojo. Sana maldiciendo a todo el mundo por no haber siquiera puesto su teléfono boca abajo. O haber bloqueado a Eunha días atrás. Todo le molestaba de forma precisa. Todos sus errores estaban pasándole factura al mismo tiempo.

Pero no perdería más tiempo. Iba a buscar la forma de que Tzuyu la perdonase. Incluso si eso significaba cambiar. Porque estaba dispuesta a hacerlo. 
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"Creímos que te habías quedado dormida" dijo Mina mientras veía como Sana bajaba las escaleras del vestíbulo.
"Buenos días a ti también" respondió Sana, con un tono sarcástico y una pequeña sonrisa. Sin embargo, no fue lo suficientemente creíble para Mina. Ella sabía que algo andaba mal; lo supuso cuando vio a Tzuyu saliendo del cuarto con Momo y Nayeon. Tenía una mirada triste, justo como la que Sana le estaba dando ahora.

"¿Sucedió algo anoche?" dijo, de forma que consiguió sobresaltar a Sana.
"¿Qué? Por supuesto que no. Ja ja" Replicó, usando una voz que claramente denotaba su nerviosismo extremo. Mina prefirió no seguir preguntando, las cosas estaban bien entre ellas pero no del todo. Aún debía conseguir hacer que Sana la perdonase y contarle un par de cosas. Luego terminaría de enterarse de lo que estaba pasando entre sus dos amigas.

Caminaron juntas hasta el restaurante fino de aquel hotel en donde se hospedarían mientras duraba su viaje a Roma. Los detalles de las paredes bien adornadas y los jarrones con un toque antiguo a través del pasillo las hacía recordar que estaban en un lugar completamente diferente de Corea. Pero no lo extrañaban. Mina estaba con sus padres y sus amigas, no le hacía falta nada. Y Sana pues, sentía que estar cerca o lejos de los demás no le afectaba en nada, menos de sus padres. Y tenía a sus amigas, así que estaba bien.

Una vez llegaron con los demás, se encontraron con un ambiente más que familiar. Todos hablando en la mesa. El señor Myoui contando malos chistes y Chaeyoung riendo porque ella sí le encontraba la gracia;  Momo y Nayeon hablaban alegremente con la madre y Tzuyu sonreía mientras escuchaba la conversación. Pero había algo que denotaba la tristeza que escondía detrás de esa cálida sonrisa, no lo podía ocultar ante los ojos de Sana.

Al sentarse, Tzuyu no pudo evitar mirarla a los ojos, pero rápidamente los apartó y decidió ver hacia otro lado. Sana quiso decir algo, pero pensó que no era el mejor momento, pues todas podrían escuchar.
"Sana, ¿me pasas la sal?" dijo Chaeyoung, quien estaba sentada a su lado. Pero Sana estaba absorta en sus pensamientos.
"Sana... ¡SANA!" dijo hasta que reaccionó.
"¿Eh? Oh lo siento, ¿Sal? Aquí tienes..."
Mientras le alcanzaba la sal, terminó botando el vaso de jugo que estaba del otro lado de la mesa: el de Tzuyu.

Cayó derramado sobre toda su blusa. Se levantó de la mesa con un semblante enojado.
"Lo siento..." dijo con una voz muy baja, pero no lo suficiente pues fue escuchada por Tzuyu.
"Está bien" dijo mientras caminaba fuera del lugar.
"Sana, ve y ayúdala" dijo la madre de Mina al ver como se tensó el ambiente.

Definitivamente, Sana no quería hacerlo. Pero no podía dar una excusa para ello, no la tenía. Caminó despacio y entró al baño buscando a la más alta. Y allí estaba, limpiandose con una toalla y tratando de hacer que saliera la mancha de jugo. La vio por el espejo y volvió a restregar el papel contra la suave tela.
"No necesito tu ayuda, te puedes ir" dijo de forma fría.
"Solo lo empeoras..." dijo suavemente Sana.

"¿Yo lo empeoro? ¿No habrás sido tú por mentirme y usarme como tu aventura en vacaciones mientras estás lejos de tu novia?" dijo tratando de sacar su enojo acumulado, esta vez viéndola directamente a los ojos y no por el espejo como antes. Sana se acercó rápidamente y paró el constante movimiento de la mano de Tzuyu sobre su ropa, tomándola con mucha fuerza.

Una pequeña lucha se desató por la fuerza de ambas, hasta que Sana tomó ambas manos de la mayor y las puso sobre la pared.
"Digo que estás empeorando la mancha" dijo seria. Soltó las manos de la otra y ambas se quedaron sin mucho qué decir o hacer.
"Tú... ¿Sabes cómo arreglarlo?" la japonesa asintió en respuesta.
"Quítatela" dijo entonces. Tzuyu se le quedó viendo pensando que era una broma de mal gusto. Pero no lo era.

Lentamente y de forma frustrada comenzó a desabotonar su hermosa blusa manchada. Se la dio y quedó solamente con su brasier, miró hacia otro lado y ocultó su cuerpo con sus brazos. Sana comenzó a quitarle la mancha con un poco de agua y forma tranquila. La mancha iba desapareciendo poco a poco.
"Y, solo para que quede claro, Eunha no es mi novia. No le he hablado desde de hace tiempo. En algún momento me gustó pero ya no."
dijo mientras lavaba sus manos una vez había terminado de sacar la mancha.
"Si no es tu novia. ¿Por qué le escribes? ¿Y por qué tienes aplicaciones de citas?" dijo de forma triste, le era imposible estar enojada con Sana. Sentía dolor en su pecho por no poder perdonarla y tirarse a sus brazos para confortarla.

"Sé que crees que soy una perra. Y hasta cierto punto lo soy. Pero eso solo es porque alguien quería mucho me lastimó. Y  no quiero que lo hagan de nuevo. El compromiso y el amor, son cosas que cuando me rompieron el corazón, decidí creer que ya no existen." le dio su blusa y otra toalla.
" limpiate, seguro estás pegajosa"
"Gracias" dijo con un semblante serio y procesando lo que había escuchado.
"Lo siento mucho" dijo, y sin más salió del baño y regresó a la mesa donde continuó su desayuno. Tzuyu regresó unos momentos más tarde con su camisa arreglada como si nada hubiese pasado.

Toda la mañana la pasaron viendo en los alrededores del museo que había cerca del hotel y tomándose lindas fotos entre ellas para después subirlas a sus cuentas. Se divertían y les encantaba cada momento. Sana y Tzuyu la pasaban bien... Mientras estuvieran lejos de la otra. Porque cada vez que por accidente se tocaban por el poco espacio de algunos pasillos en el tour, se miraban apenadas e incómodas. Tzuyu no se atrevía a hablar y Sana no quería hacerla sentir peor. Ambas se lastimaban y no sabían cómo remediar su problema.

Our Last Vacations [Satzu] 🔶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora