Noche de juegos de mesa y películas viejas

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Eunha🎨

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Oye

Me encontré con una chica de tu colegio

Así que estás en Italia?

Lástima, yo he estado tan caliente estas vacaciones

Deberías de pensar un poco más en lo nuestro, sabes?

Hace dos días

En serio no me piensas responder?

O te secuestraron en Roma? Jajajaj

Es una pena. La pudimos haber pasado tan bien en estos días.

Hace 13 horas

Sowon y yo terminamos...

Creo que tú y yo podemos intentar ahora, cierto?

🔶🔶🔶

"No puede ser..." pensó. En su cabeza, Sana sabía que no era buena haber seguido con esa rutina por casi dos años ya. Una relación de la cual, de alguna forma, había logrado mantenerse en total discreción. Miraba a Sowon un tanto seguido y a veces se llegaba a preguntar cómo podía mirarla a los ojos, y cómo Eunha podía dedicarle sonrisas y besos sinceros luego de haber pasado la noche anterior en la habitación de la japonesa.  Sana no sentía que estuviera mal, pero le daba algo de pena por Sowon. Ella era inocente en todo ese juego.

Antes de las vacaciones Sana cortó comunicaciones con Eunha. Sintió que debía hacer algo respecto a eso; y, aunque ella en algún momento sí hubiese aceptado la propuesta que había recibido hace poco en su teléfono, ahora tenía en mente otros planes. Sólo que no sabía exactamente cuáles.

Pensó en contestarle con un simple "no" pero creyó que lo más conveniente era que su silencio hablara por ella esta vez.

Después de examinar esa sorpresiva situación, subió la vista de su móvil y observó con detenimiento como las otras chicas miraban entusiastamente sus teléfonos.

"¡Por fin hay Wi-Fi!" gritaba Nayeon con alegría.
"lo quería dar como una sorpresa para Mina, por fin pudimos conectar las cosas para que ustedes no se sientan tan aburridas... Pero... Para ser sinceros, se ha tardado en regresar". Decía el padre de Mina mientras compraba otra propiedad en el juego. Seguían jugando pero ahora el ánimo de las chicas había aumentado por el acceso a sus redes. La felicidad se respiraba en la sala, pero una de ellas no la podía sentir.

Sana estaba preocupada, eso no lo iba a negar. Daban casi las 8 de la noche y no habían señas de Mina y Tzuyu. Pero no estaba en la mejor condición para hablarle a ninguna de las dos. Necesitaba explicaciones, por parte de ambas.

🔶🔶🔶🔶🔶🔶🔶🔶🔶🔶🔶🔶🔶

"Paremos aquí" una pequeña tienda eran las únicas luces aparte del semáforo. Tzuyu y Mina casi chocaban. Mina estaba al borde de un colapso, se sentía demasiado mal. Y casi haber chocado no ayudaba a la situación.

Mina no quiso entrar a la tienda y se quedó en el auto. "Volveré rápido, compraré agua y unas pastillas" dijo Tzuyu. No entendía bien qué había pasado pero al menos sabía cómo mantener la calma.

Con sus manos en el volante, lo presionaba fuertemente mientras la radio pasaba canciones melancólicas que definitivamente no conocía. De repente, un toque en el vidrio la sacó de su trance. Era Chaeyoung. Rápidamente se limpió las lágrimas para que no las viera.

"¿Chae? ¿Qué haces aquí?" preguntó una vez había bajado el vidrio con la manivela de la puerta que sonaba oxidada.
"Salí con tu mamá a comprar la cena... Pero se nos hizo tarde y bueno, está comprando la bebida aquí porque el restaurante era muy tardado" Chaeyoung analizaba el rostro de Mina, y diablos, la conocía demasiado bien para ignorar el hecho de que había estado llorando.
"

Mina... Tú... ¿Estás bien?" preguntó de forma tan suave, que creyó que ni siquiera la había escuchado.
"Lo estoy... Solo que casi tuvimos un accidente" dijo cortante con miedo a que sus lágrimas salieran y ya no pudiera parar. Definitivamente no quería llorar frente a Chaeyoung.
"Dios mío... ¿Están bien? ¿Estás bien, Mina?" dijo de forma muy preocupada; pues no se podía imaginar que la japonesa resultara lastimada.

"Sí, lo estoy. Ya te dije que lo estoy. No pasó nada" No quería sonar grosera, pero era eso o ponerse a llorar como una magdalena.
Su plática fue interrumpida cuando Tzuyu y la señora Myoui salían de la tienda.
"¡Hija! ¿Estás bien?"Tras que se había encontrado con Tuzyu, le explicó lo sucedido y su madre preocupada se inclinó a tomar el mentón de su hija y revisar si habían heridas.
"Claro que lo estoy. Ni siquiera chocamos" su madre suspiró aliviada.
"es mejor que yo conduzca, además, ya es hora de irnos a casa. Sus amigas seguro están más que hambrientas, y tu padre ni se diga" Mina se salió del auto y se metió en la parte de atrás. Chaeyoung también. Tzuyu siguió en el asiento del copiloto.

El silencio fue incómodo para Tzuyu. Pero Mina se sentía tan mal que una vez arrancó el motor, se dispuso a descansar en el hombro de Chae. La menor se las ingenió para abrazar ligeramente a Mina. Al notar el silencio por una media hora, Tzuyu miró hacia atrás  y sonrió al ver como ambas iban dormidas.

"Mina debería aceptarlo de una vez por todas, ¿no te parece?" la taiwanesa se sobresaltó al oír por primera vez la voz de alguien en el auto.
"Eh... ¿Aceptar? ¿Aceptar qué?" preguntó curiosa. No creía que se refiriera a lo que ella estaba pensando.
"Vamos, no me digas que Mina es hetero. Sé que no lo es. Pero se esfuerza tanto por no aceptar sus sentimientos hacia Chaeyoung que ha salido con muchos chicos estos años" la cara de Tzuyu no podía siquiera ser descrita. La señora Myoui lo sabía todo este tiempo.
"Chae piensa que lo es. Yo también lo pensaba hasta hace poco..." una risa cansada bastó para acertar.
"Espero que un día lo logre entender"
"Yo también" replicó Tzuyu.

A pocos minutos de haber terminado esa reveladora conversación, llegaron a la propiedad. Mientras tanto, en el asiento de atrás, Mina despertaba suavemente hasta incorporarse y darse cuenta en la posición en la que probablemente había estado todo el camino a casa. Observó por un momento a Chae, lo suficiente para darse cuenta de que los matices de la noche con los faroles de la entrada hacían ver a la menor hermosa ante sus ojos. Pero en cuanto abrió los ojos lentamente, Mina se apartó de forma abrupta y miró hacia otro lado para que no notara el evidente sonrojo.

Bajaron del auto y con la cena en las manos llegaron a la sala. Ahora ya no jugaban Monopoly, el padre de Mina había ganado por poco a Momo, quien insistía en que había hecho trampa.
Pero para aligerar el ambiente, veían una película antigua de la que por suerte, pudieron encontrar los subtitulos.

La señora Myoui se fue a la cocina y llamó a Mina.
"¿Por qué diablos conducías? Sabes que no debes conducir. Tienes que pensar en las consecuencias. Ya no sé qué te pasa" dijo su madre tratando de no alzar la voz para que las chicas no escucharan los regaños.
"Papá me dio las llaves. Y no me pasa nada, fue un pequeño accidente"
Dijo, tratando de defenderse de las acusaciones.
"Eso no fue lo que me dijo Tzuyu... Hija, si tienes cosas que resolver, hazlas. Para eso son las vacaciones. Renuevate. Piensa en lo que quieres y consiguelo. Pero quiero a mi niña, a esa que no llora y no miente. Yo sé que ser adolescente es difícil, pero seguro consigues algo bueno de esto" Dicho eso, llevó las cosas a la sala y comenzaron a comer mientras veían la película. Mina se quedó en la cocina procesando lo que había pasado; no podía responder a eso. Era cierto, pensó. Tenía que resolver sus cosas. Y esa misma noche las resolvería.

Our Last Vacations [Satzu] 🔶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora