Miedos

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Al día siguiente, cuando llegué a clases, él seguía ahí, estaba sentado en el puesto de al lado.

Estaba en su propio mundo, distante, ajeno. Pero estaba ahí.

Me senté a su lado, lo saludé y él correspondió. Quisiera saber qué esta pensando.

Pasaron las horas y él seguía ensimismado, así que saqué mis audifonos y  me dispuse a rayar mi cuaderno. Anoté nombres de canciones, frases de libros que me gustan, pensamientos que me aterraban y pensamientos que me animaban.

Entonces volvió.

-interesante -dijo sonriendo - ¿son tuyos?

-sí - contesté nervioso, hace horas que no hablabamos. - aunque la mayoría son citas de libros que me gustan. ¿tu lees?

-claro que lo hago, ¿que género te gusta?

-me gustan los romances... -dije algo tímido y él sonrió - ¿y a ti?

-él misterio

-se nota - reí despacio y él me miró confuso pero con esa sonrisa apacible que me tenia tan nervioso. -quiero decir, tienes un... Aire misterioso. -sonreí también.

Tal vez le gustaban tanto los misterios que se convirtió en uno. Era tan inescrutable, tan indescifrable, tan...él.

Sin notarlo terminamos conversando normalmente, incluso como viejos amigos que no se veían hace mucho tiempo.

Aprendí cosas sobre él y yo le conté sobre mí.

Al terminar el día, las chicas me invitaron a la heladería nuevamente. Les conté sobre hoy y ellas soltaban pequeñas risas e insinuaban que terminaría saliendo con él.

-¿ustedes lo saben? -pregunté lo más nervioso y sonrojado que podía estar. ¿y si les parecía extraño? ¿y sí se burlaban de mi? ¿y si le contaban a todos?....¿y si le decían a Alan?

-¿que eres gay? -preguntó Anette Confirmando todas mis dudas. Ellas lo sabían.

Me sentí mareado, sudaba frío, miré mis manos y las entrelacé para que dejaran de temblar. Los segundos se me hacían eternos, sólo quería que esto fuera una pesadilla, una broma o siquiera haber escuchado mal.

-hey tranquilo -dijo Zoe dando suaves palmaditas en mi espalda - no es algo malo ni algo de lo que debas temer, ¿por qué estás tan asustado?

Entonces no pude contener mis lágrimas

-llegué a ésta escuela porque en la anterior se enteraron de esto, no se lo tomaron bien... Decían que estaba mal, que era antinatural.... Hablaron con mis padres y mi padre dejó de hablarme por un tiempo - Mary secaba mis lágrimas y todas escuchaban sin interrumpir - mi madre me apoyó, dijo que estaba bien si me gustaban los chicos, que no por ser poco común significa que esté mal... Ella me cambió de escuela ya que recibía mensajes de odio de los alumnos, escondian mis cosas o las rompían... -las miré - tengo miedo de que eso pase aquí también.

-claro que no pasará, no lo permitiremos -dijo Anette - eres nuestro amigo y te defenderemos si eso llegara a pasar

-¡puedes apostar a ello! Además, tu Alan te defenderá también~ -bromeó Mary y los cuatro reímos

-gracias -sonreí secando mis lágrimas- de verdad muchas gracias, ustedes son increíbles

Después de abrazos y bromas nos fuimos cada uno a su casa, me sentía mejor que nunca. Tenía nuevas amigas, personas que me apoyaban, que estarían ahí para mi y que yo podría apoyar también. Me sentía invencible.

Me acosté con una sonrisa en el rostro, todo apuntaba a estar mejor. Tal vez ya había acabado mi mala suerte y ahora podría disfrutar de mi buena suerte.

-Buenas noches Zoe, buenas noches Anette, buenas noches Mary, descansa Alan -sonreí nuevamente y me quedé dormido

Un amor diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora