Un amor diferente

Tengo que irme

Alan

-¿qué...? ¿irte? ¿por qué?

No entiendo nada. ¿qué está pasando? No puede irse...

-Mi madre por fin está lista para dejar a mi padre, él... ha estado muy violento últimamente. Van a divorciarse. -Ben tenía los ojos llorosos pero hablaba firmemente. -Mi madre tiene una amiga, su mejor amiga, que está dispuesta a recibirnos en su casa... lo malo es que está muy lejos de aquí, a cinco horas para ser exactos...

No puede ser... te esperé tanto, no puedo perderte ahora. Lo abracé fuertemente como si ese abrazo lograra unir aquella brecha que sabiamos se formaría. Como si ese abrazo fuera una extension de nosotros, como si lograra unir aun más nuestros corazones. Ya no podía mostrarme fuerte ni mucho menos tranquilo, estaba llorando.

-¿cuando...?

-hoy mismo, mi padre no nos abrirá la puerta otra vez... hoy vine sólo por ti.

-Está bien, no hay que desesperarnos. Voy a visitarte siempre que pueda y.. y voy a llamarte todos los días, verás que estaremos bien. -lo miré esperanzado, necesitaba saber que no lo estaba perdiendo, aunque en el fondo supiera que sería practicamente imposible.

-Debo dejarte ir Alan... -sonrió aunque de sus ojos caían lagrimas. -Eres... sin duda eres lo mejor que me ha pasado, me haz hecho tan feliz en este año. Pero no puedo llevarte conmigo, te estaría estancando... mereces a alguien que pueda estar aquí contigo. Yo ya no podré hacerlo... quiero despedirme de ti aún cuando te amo. No soportaría ver como nuestro amor se va agotanto poco a poco y no poder hacer nada al respecto. Te amo, Alan. -se acercó a mi rostro y me besó. Ese fue nuestro último beso.