Capítulo 1 -Detención

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- Esta clase de conducta es inaceptable – escucho decir a la profesora de geografía y la miro inexpresiva – quedarás castigada durante esta semana luego de clases – continúa diciendo agitadamente y puede importarme menos.

Me levanto del asiento delante de la mirada de todos mis compañeros, y tomando mi mochila salgo del salón antes de que la profesora termine de hablar. ¿No puede simplemente decirme que estoy en detención y callarse?, cierro la puerta y camino directo al patio trasero del instituto.

Los maestros han tenido que sobrevivir a mí durante muchos años, seguro estarán felices de que este sea el último año que esté aquí y finalmente deje de joder sus vidas.

Tiro mi mochila al pie del árbol antes de sentarme recostándome en el tronco; suspiro, por lo menos esta semana no tendré que soportar tanto, llegaré tarde a casa gracias a la detención y eso será lo mejor; pienso mientras saco mi móvil y poniéndome los audífonos, dejo que Green Day inunde mis oídos. Ya falta menos, me digo a mi misma tirando de las mangas desgastadas de mi sweater gris y cierro los ojos dejándome llevar por la música.

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Darren

Me habían enviado a detención por culpa del idiota de Matthew, yo no era una persona de meterse en problema, mis padres me matarían cuando se enteraran que había peleado con el capitán del equipo de básquet y por eso ahora estaría en detención la semana entera, lo peor era que a Matt no le había tocado ningún castigo cuando él era quien realmente tenía la culpa, él había iniciado la pelea, él era quien siempre me molestaba y ahora era yo quien estaba en problemas, claro, el "capitán" nunca debía ir a detención; bufo molesto y miro el reloj situado sobre el pizarrón, las 2:50 pm, faltan 10 minutos para que la tortura de la detención empiece; la profesora de ciencias explica algo pero he estado tan enojado que no le he prestado atención y ahora no sé de qué habla, tendré que pedirle luego los apuntes a Ben.

- Eso es todo por hoy, pueden retirarse – dice la profesora dando por finalizada la clase antes de la hora estipulada – salgan en silencio por favor y ordenadamente, aún falta un poco para la hora de salida y hay clases en los salones alternos – dice mientras todos comienzan a salir desordenadamente.

- Ben – llamo al rubio que está sentado unos pupitres delante de mi ordenando su mochila, este deja lo que está haciendo y me mira - ¿Me prestas tus apuntes? – le pregunto y este asiente y me da su cuaderno.

- Te preguntaría si nos vamos juntos, pero supongo que estás castigado – dice y yo ruedo los ojos.

- Mis padres me matarán – digo tratando de no sonar muy temeroso.

- Estarás bien, por lo menos tienes muy buenas calificaciones y por eso no pueden quejarse – me recuerda y yo asiento – pero ese moretón del ojo no se te quitará en mínimo una semana – se burla y yo le miro mal mientras guardo el cuaderno que me ha dado. Ya todos han salido.

- Me han suspendido una semana del equipo – digo fastidiado.

- Por eso sí te matarán – exclama Ben y yo asiento.

- Pero eso no será hasta la noche que llegue a la casa – digo colgando mi mochila en mi hombro – ahora si me disculpas... tengo una cita a la que debo asistir – ironizo y pasando por su lado camino hacia la puerta.

- Suerte en tu tortura, no te vuelvas un chico malo – escucho que dice.

- Nos vemos mañana Benjamín – le respondo sonriendo y salgo del salón.

Camino perezosamente hacia mi casillero y dejo los libros innecesarios para liberar el peso de mi mochila. Todos se dirigen hacia la salida con un bullicio enorme, charlando de cosas que se difuminan que el ruido de otras conversaciones.

- 2 horas más Darren – me digo a mi mismo suspirando y cerrando el casillero camino en dirección contraria a todo el mundo – durante una semana – me recuerdo en voz alta resignado y me voy al salón de detención.

Entro al salón y veo las pocas cabezas gachas que hay aquí dentro, un chico sentado en primera fila con aspecto de matón, con pantalones negros de cuero y cadenas colgando de los lados, camiseta blanca, chaqueta negra, cabello a los hombros y un pequeño aro en se ceja, más allá de él, a unos asientos otro chico pelirrojo está metido en un libro y en el último asiento al fondo hay una chica, escribe algo en una libreta, tiene el cabello negro suelto desparramado a su alrededor cubriendo todo el pupitre donde está sentada, lleva un jean rasgado en las rodillas y un sweater gris desgastado en las mangas, su tez es clara.

- Tome asiento – escucho la voz de la profesora Flecher desde el escritorio y cerrando la puerta.

Camino hacia una de las filas del medio y tomo asiento pesadamente y saco la libreta de Ben y la mía y comienzo a tomar apuntes.

La sala de detención era tal y como la recordaba de años atrás, el profesor metidos en sus asuntos y cada quien por su lado sin ningún aparato electrónico visible para el profesor. Comienzo a comprender todo lo que hablaba la profesora en la clase y hago mis propias anotaciones en los bordes. La profesora se levanta y sale del salón y es cuando el verdadero fastidio comienza.

- El gran Darren Jasson en detención – dice el tipo de la primera fila y yo lo ignoro – mira niño bonito ¿Qué haces aquí? – pregunta

- Déjalo en paz Billy – escucho que dice la voz femenina detrás de mí, es fina y un poco infantil, y suena irritada.

- ¿Por qué lo haría niñita? – pregunta el tal Billy y escucho a la chica al fondo bufar.

- Solo déjalo – dice y cuando me volteo para verla, vuelve a estar trazando en su libreta como si nada. – el chico malo me mira de arriba abajo y sacando el móvil de su bolsillo aparta su atención de mí.

- No tenías que defenderme – digo lo suficientemente alto para que la chica me oiga.

- De nada – dice sin levantar la vista de su libreta irónica y yo suspiro.

- Me llamo Darren – me presento por educación.

- Lo sé – me ignora totalmente y me siento estúpido, me doy la vuelta y vuelvo a ver los apuntes de mi libreta. El chico pelirrojo no habló en ningún momento y cuando llega la profesora al salón es como si no ha pasado nada.

Las 2 horas de detención transcurren lentas y tortuosas y cuando finalmente acaban estoy impaciente por finalmente llegar a mi casa, aunque no me hace ilusión el regaño que me espera de mis padres, me duele la cabeza y el ojo me palpita causando un dolor penetrante en mi cerebro.

Guardo todo dentro de mi mochila y la guindo en mi hombro, los dos chicos salen casi corriendo del salón y desaparecen, la profesora recoge todas sus cosas y espera paciente hasta que la chica que quedaba al fondo y yo salgamos.

Camino detrás de la chica en dirección al estacionamiento y veo su pequeña silueta desgarbada caminar perezosamente y sin ninguna prisa, yo voy de la misma forma ¿tiene alguien que la lleve?, me veo preguntándome pero decido quedarme callado. Llegamos al estacionamiento en silencio, la verdad no es como si fuésemos juntos, cada quien va por su lado como los completos desconocidos que somos; el estacionamiento está desolado, hay pocos autos de los que quedan en el instituto. Me detengo por alguna extraña razón y observo a la chica acercarse a un auto deportivo negro, uno de la clase que no te imaginas que conduciría una chica, menos una que se ve tan pequeña y frágil como ella.

Continúo mi camino y entro en mi camioneta. Observo desde el asiento del piloto como aquel deportivo sale del estacionamiento y yo imito su acción y arrancando el motor me dirijo a mi casa. 

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