Capítulo 9/ Parte II: Domingo

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Una vez bañado y vestido bajo a la cocina y espero a Beverly para desayunar, consulto mi celular y noto que aún es temprano, no son las 9:00 am y solo veo rondar por la casa a mi madre, mi papá debe estar durmiendo aún y seguramente lo hace con Dorian porque no lo veo por ningún lado, y David, él se despierta a mediodía, tengo llamadas perdidas de la madrugada del mismo número que le contesté a Anny, son de más tarde cuando ya estaba con Beverly, y varios mensajes también de los cuales paso y los elimino sin siquiera verlos, no vale la pena.

Entran a la cocina y cuando levanto la vista del celular es Beverly, trae puesto un pantalón de mezclilla y una camisa manga corta rosa palido que la hace lucir más blanca de lo que es, los moretones en su cara resaltan un poco a pesar de que ya no son tan recientes y las cicatrices en sus brazos son evidentes si las miras detenidamente, su cabello está suelto y cubre los costados de su cara.

- Buenos días cariño – escucho decir a mi madre a mi espalda.

- Buenos días señora Jason – contesta Beverly en voz baja y se sienta, justo como ayer, junto a mí.

- Jessica cariño, dime Jessica – le recuerda mi mamá y Beverly asiente.

Mi madre nos sirve el desayuno y la detengo justo cuando está por salir de la cocina.

- Mamá – la llamo y ella me mira con una ceja arqueada - ¿sigo castigado? – ella permanece callada un momento y luego mira a Beverly y sonríe.

- No, ya no – dice antes de retomar su camino fuera de la cocina y yo sonrío y continúo comiendo.

Terminamos de comer en un silencio ameno y lavo los platos cuando terminamos antes de subir con Bev a mi habitación.

- ¿Quieres salir? – le pregunto a Beverly cuando revisa su teléfono y ella me mira con el ceño fruncido-

- ¿Salir? – repite mi última palabra a forma de pregunta y yo asiento.

- Sí, afuera, ya sabes... - digo divertido.

- ¿A dónde? – pregunta y yo me encojo de hombros.

- Donde sea – digo tomando las llaves de mi auto - ¿Vamos? – pregunto atravesando la puerta y cuando miro sobre mi hombro noto que toma mi sweater de la cama.

- Vamos – afirma y camina detrás de mí.

Bajamos las escaleras y no veo a mis padres por ningún lugar, pero le quito importancia y camino directo a la cochera, quito la alarma a mi camioneta y le abro la puerta de copiloto a Beverly para que suba, luego rodeo el coche y subo yo en el asiento del chofer.

Enciendo la camioneta y momentos después ya estamos saliendo de la cochera, mi mente divaga un momento y ya se el lugar perfecto para ir con Beverly hoy.

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Conduzco distraídamente durante un rato por la carretera a la que he salido y siento la mirada de Beverly sobre mí, aparto un momento la vista de la carretera y cuando nuestros ojos se encuentran le sonrío, ella juguetea con mi sweater en su regazo.

- ¿A dónde vamos? – pregunta cuando dejo de mirarla para centrar mi vista en la carretera.

- Ya verás, estamos cerca – le aseguro y cuando vuelvo a mirarla comienza a colocarse mi sweater – Hey – la llamo y tomo una de sus manos – no necesitas ponerte eso aquí – le aseguro mirando nuevamente la carretera.

El silencio se hace en el coche pero ella no se pone el sweater, conmigo no necesita ocultar sus cicatrices, ni su dolor, quiero hacerla ver eso.

Aparco en el estacionamiento de una vieja tienda de excursiones y Beverly me mira frunciendo el ceño, yo le sonrío e inclinándome un poco hacia el asiento trasero tomo mi mochila del colegio y vacío su contenido sobre el asiento antes de guindarla en mi hombre.

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