Capítulo 6:

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Aún seguía ahí, sujetando mi rostro entre sus manos y expulsando suavemente su aliento sereno y dulce sobre mi rostro.

Nunca me imaginé un momento como este, tan cercano y delicado, menos con Nick.

Creo que debí de haber aprendido que la vida puede tomar rumbos diferentes en cualquier momento, lo impensable puede llegar a ocurrir y por ende, al no esperarlo… nos conduce a vivir, a sentir aquella circunstancia con total intensidad, sea cual sea la emoción.

Lo sentí moverme y mis pensamientos filosóficos desaparecieron, quedando registrados como aprendizaje en algún cajón de mi mente.

Sus labios chocaron en mi frente y se alejó completamente de mí, dejando que la suave brisa volviera a cubrir mi cuerpo.

Abrí los ojos y lo busqué. Ahí estaba una vez más, sentado a mi lado con la vista perdida hacia el horizonte.

— ¿No vas a decir nada? —Musité suave, sonreí y abracé mis piernas.

Me miró y sonrió, sus mejillas estaban sonrosadas y noté como trataba de formular alguna respuesta. Estaba nervioso y por más que mi mente lo negara, yo también lo estaba.

— ¿Qué quieres que te diga? —Carcajeó y miró el suelo.

—Quizás… que fue lo que sentiste, supongo —Dije con un simpático tono de sarcasmo.

Carcajeó un instante y al rato sus expresiones se volvieron débiles, tristes y opacas.

—Tienes claro que es lo que siento yo, Jess… —Suspiró y clavó esa penetrante mirada café en mis ojos— estápregunta va para ti… ¿Qué fue lo que sentiste? —Sentí una gran presión en el corazón al escucharlo. Tenía razón… ¿Por qué era yo quien le preguntaba si la persona que no estaba segura era yo? Y ahora… ¿Qué iba a decirle?

Me sentía ahogada, no tenía las palabras adecuadas, ni siquiera palabras sin sentido.

Me quedé con la boca entreabierta, esperando a que alguna sílaba saliera de ella. Debía de verme ridícula ¿Cómo podía costarme tanto? Tenía la confianza suficiente con Nicholas como para decirle que era lo que sucedía en mi corazón, más me sentía atemorizada, tenía miedo de decir algo que lo dañara, él era lo suficientemente importante como para llegar y decir alguna oración que lo arruinara todo y sí, créanme que si puedo llegar a cometer grandes errores con abrir la boca.

—No digas nada —Susurró entre un suspiro— solo piénsalo, quizás estoy apresurando las cosas, no quiero… incomodarte, cuando estés segura y cuando de verdad lo creas será tiempo —Se volvió a acercar hasta besar mi mejilla y se puso de pie.

—Nick, yo… —Dije ahogada, tenía ganas de llorar. Me sentía inútil.

—No —Me dejó con mis torpes palabras en la boca— no quiero que me digas nada ahora, si lo haces pensaré que solo lo dices para complacerme y lo que busco es una respuesta sincera —Sonrió y me extendió los brazos.

Sonreí insegura conmigo misma y tomé sus manos, ejerció fuerza y bastó de un pequeño empujón de mis pies para que alcanzara su altura.

—Tomé una decisión —Los nervios aparecían con tan solo pensarlo.

— ¿De qué? —Sus dedos se entrelazaron con los míos y una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo.

Suspiré y canalicé mis sentimientos. Nicholas últimamente estaba provocando, mucho, DEMASIADO, en mí.

—Esta tarde, le diré a mis padres… —Mordí mi labio inferior y levanté mis cejas. No estaba segura de hacerlo, pero mientras más pronto mejor.

In Another Life IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora