Durante todo el recorrido, me fui con una contagiosa sonrisa pegada en el rostro, la cual, después de pocos minutos, comenzaba a incomodar en mis mejillas.
Me había planteado los diferentes lugares a los cuales Nicholas podría llevarme. Como opción estaba la playa, el mirador de la ciudad, el cine, los bolos… otro restaurante, aunque la última alternativa era muy poco probable, acabábamos de salir de uno y yo no resistiría la visita a otro.
—Llegamos —Anunció estacionando el vehículo en el garaje de una desconocida casa… o quizás, no tanto.
En silencio observé nuestro alrededor y me encontré localizada en el garaje de la casa de los Moore ¿Qué se suponía que hacíamos aquí? Además, se podía ver a través de las costosas cortinas, las luces encendidas.
— ¿Venimos a saludar a Tim? —Articulé incrédula, rogándole al cielo que no fuese como yo pensaba.
— ¡Por supuesto que sí! —Exclamó risueño y evacuó el vehículo antes de que pudiera decir algo más.
¿Había dicho que si? ¡Esto debía de ser una broma!
Nicholas, con gran velocidad, se encontró abriendo la puerta y ofreciéndome ayuda para pisar el frio cemento que perfectamente se complementaba con la húmeda y baja temperatura de la noche.
—Nicholas —Musité apacible, mientras tomaba de su mano—, esto es una broma ¿Verdad? —Le sonreí, confiando plenamente que era yo quien tenía la razón.
Negó con la cabeza y me devolvió un gesto sincero y armonioso. Si estaba hablando enserio.
Cerré mis ojos y suspiré, tratando de calmar la frustración que nacía en la boca de mi estómago. Todo lo que había planeado se trataba de un romántico paseo, nunca cruzó por mi mente que Tim estaría en el programa.
Entrelazó nuestros dedos y tironeó de mí, ya que ni caminar quería. Quizás debería pedirle que me fuese a dejar a casa, más tampoco podía ser tan desubicada.
Nick giró la manilla y nos encontramos con la puerta abierta, lo que aumentó las posibilidades de que la familia Moore se encontrara descansando, luego de unas placenteras vacaciones, en su hogar.
Me dio paso a la entrada y antes de que pudiera protestar por su incoherente “Sorpresa” mis labios quedaron sellados, provocando que me tragara todas las palabras que habían estado a punto de salir hace pocos segundos. Mis ojos solo se encontraban abiertos como platos admirando lo hermoso que se encontraba el lugar, digo… El living.
—Sorpresa —Susurró sobre mi oído, mientras se acomodaba detrás de mí, entrelazando sus dedos sobre mi vientre y lo cual produjo un inmenso cosquilleo por todo mi cuerpo. Situó su mentón sobre mi hombro y sonreí, después de haber despertado de mí transe, al sentir como depositaba un afectuoso beso en mi mejilla. —Nick —Suspiré sin poder quitar la vista de la maravillosa ambientación que se presentaba frente a mis ojos—. Esto es asombroso —Sin hacerlo esperar más, me volteé y tomé su rostro para besarlo dulcemente en sus acolchonados labios. —Habías dicho que querías una cena normal y… deseo cumplido —Carcajeó abrazándome por la cintura y chocando nuestras narices. Era increíble la ternura que me transmitía. No tenía idea como había logrado todo esto. El lugar parecía haber sido adornado por profesionales. En la blanca alfombra, la cual aparentaba ser de un gran oso polar, posaba un rojo y fino mantel. En este, se podía apreciar todo tipo de frutas exóticas, copas con burbujeante champaña y las botellas reposaban sobre una elegante fuente repleta de hielo. Todo nuestro alrededor, se encontraba decorado con velas rojas y pétalos de rosa, del mismo color. ¿Acaso podía ser más romántico? Sin mencionar que la chimenea, se encontraba encendida, en medio de la sala, le daba al ambiente el toque perfecto y especial. Nos sentamos, uno frente al otro, en los cojines del sillón y comenzamos a devorar los trocitos cuadrados de sandía y melón.
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In Another Life II
FanfictionEn la clínica se ven esperanzas de que Joe pudiera estar junto a todos, sobre todo cuando ella entra y él despierta. Joe le confiesa de su amor, diciéndole que en verdad el estaba enamorado de ella. Jessica estaba feliz de saberlo y creía que por fi...