Sin embargo, me sorprendí al encontrarme con un gran ventanal de cristal frente a nosotros.
-Ven, asómate -Me indicó cuando él estuvo cerca de la ventana.
Caminé hacia él y un fuerte golpe sacudió a mi corazón. Desde el ventanal se podía ver a los médicos y enfermeras de un lado a otro, a mí en la camilla y a Nicholas sujetando mi mano, mientras lloraba y acariciaba mi muerto rostro.
Mis ojos no tardaron en cubrirse de lágrimas, las cuales no tardaron en correr por mis mejillas.
Con torpeza, levanté una mano y la apoyé en el cristal. El dolor que se incrustaba en mi pecho, era mucho más fuerte del dolor físico que antes había sentido. Ver a Nicholas sufrir, de esa manera, me destruía.
-Fue esto lo que vi cuando te dejé allá abajo -Musitó sin despegar la vista de la ventana-.
Y necesito que me digas algo -Alejó la mirada del ventanal y buscó la mía, levantando mi mentón para encontrarse con mis ojos rojos-. Pero antes... quien debe decir algo, soy yo -Suspiró-. No podía irme tranquilo sin decírtelo
-Besó mi frente-. Sabes muy bien que todo el tiempo te quise solo para mí y verte con Nicholas fue una apuñalada a mi corazón. Simplemente, no podía soportarlo.... Se suponía que me amabas -Iba a hablar, más me calló depositando la yema de sus dedos en mis labios-, lo sé -Sonrió-, no puedes desperdiciar tu vida, como yo hice con la mía al no haberte dicho lo que sentía -Volvió a besar mi frente con cariño-. Quiero queseas feliz, Jessica, y quiero que me confirmes algo... -Sus ojos se clavaron en los míos con armonía. Quería que le fuese honesta- ¿Lo amas? -Sonrió acariciando mi rostro con dulzura.
Mis ojos iban desde los suyos, a Nicholas. Era una elección. Mi primer amor, o el amor que me hizo ver la vida con otros ojos, quien me sacó de un profundo y oscuro agujero. Mi corazón dio un vuelco a ver como la cabeza de Nicholas se apoyaba en mi vientre, como sus manos sujetaban las mías, no queriendo soltar mi cuerpo. Al parecer...la decisión ya estaba tomada.
-Lo amo... -Susurré sin despegar mi vista de Nick y sonreí con tristeza, después de todo, dolía admitir aquel fuerte sentimiento frente a él. Sin más, volví a observarlo, así podría percibir lo sincera que era-. Lo amo, Joseph... no... yo no puedo dejarlo -Gemí destrozada.
-Y eso está bien -Musitó calmado y me refugió, una vez más, en sus cálidos y protectoresbrazos-. No quiero que cometas el mismo error que yo, Jessi -Me alejó con delicadez y tomó mirostro entre sus manos para secar las lágrimas, que corrían por mí rostro, con sus pulgares.
-Sé que lo que sentiste por mí fue real y sabes que lo que siento por ti lo es igual -Sonrió-.
Ahora, tienes que volver.
-Pero... -Me quejé acariciando su mejilla.
-Ahora iré a ese lugar, Jessica. Estaré tranquilo y estaré ahí para ti y nuestro hijo, siempre-Sonreía mientras me hablaba y una lágrima corrió por su mejilla. Nuestro hijo estaba bien.
Mientras sonreía, con torpeza, en medio del llanto, obtuve el valor necesario para confesarle algo.
-Te amo -Susurré mirándolo a los ojos-. Tienes que saberlo -Tomé su rostro entre el mío y me acerqué para besar aquellos dulces labios de miel. Sería la última vez que lo sentiría de esa manera.
-Y yo a ti, preciosa -Susurró sobre mis labios, con la frente junto a la mía y con los ojos cerrados, mientras sus manos acariciaban mis mejillas.
Sonreí y con un suspiro, cerré los ojos.
Mis ojos volvieron a abrirse de golpe, antes de que la respiración me llegara y al sentir el aire circular por mis pulmones, mi pecho se infló con desesperación.
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In Another Life II
أدب الهواةEn la clínica se ven esperanzas de que Joe pudiera estar junto a todos, sobre todo cuando ella entra y él despierta. Joe le confiesa de su amor, diciéndole que en verdad el estaba enamorado de ella. Jessica estaba feliz de saberlo y creía que por fi...