I Need Your Love [HopeV]

Capítulo 16 - Rencuentro Pt.2

○Taehyung○

-¿Qué demonios me has hecho?

Grite luego de recuperar mi cuerpo humano y terminar por caer al suelo sin fuerza para poder levantarme de nuevo.

-Nada hermanito...

-Maldito imbécil.

Gruñí con furia. Fui un poco tonto en creer que solo podría contra los tres, ellos eran unos alfas muy bien entrenados, no se comparaba con quienes había luchado antes.

-Adiós Taemin...

Nuestro hermano se encontraba agonizando sobre las escaleras mientras que DaeHyun se acercaba hacia él para finalizar mi trabajo, rompiendo su cuello de un pisotón.

-Bueno Tae, hermanito querido, creo que  en la familia Kim ya solo quedamos tu y yo.

-Mátame de una vez, imbécil... Me tienen harto. Sus planes terminaran cuando mi alfa venga a matarlos a los dos.

Sonreí al ver sus rostros molestos ante mis palabras.

-Cuando llegue nos encargaremos de matarlo, le daremos donde más le duele... De hecho ya teníamos todo planeado.

-¿De qué hablas? 

Intente moverme sin éxito. Lo que me habían inyectado en el cuerpo, lo había sedado. No podía mover ni un solo musculo para defenderme, e incluso V se encontraba dormido en lo más profundo de mí ser. Estaba completamente solo en ese momento.

-Kim Won Sik te marcara y te convertirás en su pareja. Imagina el dolor que sentirá Jung al saber que su omega, el cual espero por tantos años, fue marcado por su enemigo.

-No permitiré que eso suceda.

-Ya verás que si hermanito. Lo que te inyectamos es un veneno derivado de unos hongos que descubrió nuestro padre hace años. No es letal , pero digamos que produce que el celo de un omega se adelante, dura solo un día o a veces algunas horas, pero es suficiente para enloquecer a un alfa  y un omega.

-Eres un maldito hi...

-Shhh... Ya verás que no será tan malo ser mi omega Kim. Te protegeré y te daré mucho amor.

Ambos comenzaron a reír, burlándose de mi sin importarles que estuviera frente a ellos. Podía ver en sus rostros la felicidad que sentían, realmente creían que lograrían su cometido y eso, por primera vez en mucho tiempo, me daba miedo. No quería ser marcado a la fuerza, ni ser obligado a ser el omega de un alfa no destinado. Me negaba a vivir una vida triste, sin amor.