Capítulo Veintitrés

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Mientras veo las nubes pasar, logro ver una gran cantidad de lagos y ríos, nunca había salido de mi país, este paisaje es completamente diferente a Uruan, en el que la mayor parte del lugar esta cubierto por montañas y el clima es mas frio que en otros lugares, de hecho en mi país es muy común que caiga nieve, en Namo no hay mucho paisaje natural, es un lugar muy sofisticado, parece que su urbanización se completó más rápido que en el resto de países, que aun reconstruyen todo desde hace mucho tiempo.

Estoy admirando el paisaje cuando de pronto me viene a la mente la imagen de Robin, comencé a sentirme mal, como pude haberla dejado sola, quizá si me hacia con toda la culpa de lo que ella hizo podrían haberla llevado a un mejor lugar, ahora ni siquiera sé si esta con vida, estoy luchando arduamente para no pensar en esto, porque me hace sentir como una pésima persona. Regreso la vista a la ventana del vehículo y comienzo a notar que estamos descendiendo, me parece que estaban dando una pequeña vuelta para ver si no había nadie. Aterrizamos y nos arrojan unas cuantas cosas, entre ellas una mochila algo grande y pesada y otra un poco más pequeña, además de una caja.

Las abrimos para ver que contenían, la mochila contenía comida y agua para no morir de hambre mientras estamos aquí, porque dudo que podamos pasar a una tienda o algo así para comprar cosas. En la pequeña hay herramientas para la misión, como binoculares, una tableta entre otras cosas.

En la caja venían nuestras armas, yo tome mi arco y las dos aljabas que están llenas con un montón de flechas, demasiadas, pero creo que esta bien. Los demás tomaron las suyas, a excepción de Matt quien aparentemente llevaba las suyas todo el tiempo, pero nunca lo note.

Nos explicaron la misión, algo que agradecí, porque no recordaba que es lo que teníamos que hacer, simplemente ayude a Janeth a practicar su velocidad y no recordaba para que, aunque no me molestaba para nada. Es una misión de reconocimiento, tenemos que registrar información de un numero de bases enemigas que tienen registradas, al parecer de las que están mas cerca de la frontera con Namo. Y por último destruir la torre de vigilancia que se encuentra mas cerca de la frontera, algo que no suena muy difícil, aunque no quiera presumir.

Janeth se ofreció a llevar la mochila grande, ya que para ella no era un gran esfuerzo debido a su fuerza sobrehumana, yo seguía revisando la mochila pequeña y encontré el mapa, entonces vi que tenia las marcas de donde se encontraban las bases, pero me sorprendí al ver el numero de bases que teníamos que visitar.

-¡Son quince bases!, ¿Cuánto tiempo planean dejarnos aquí?

-Tranquilo, podemos hacer dos bases por día si tenemos suerte y nos movemos rápido, lo único que tenemos que hacer es observar, y documentar que hace cada una de las bases- me dijo Matt intentando calmarme, pero según su explicación esto nos tardaría al menos siete días

-Estás hablando de que estaremos aquí por una semana, esto es esclavismo

-Vamos Will no te emociona saber que destruiremos una base- me dijo Janeth, la cual cabe destacar que se ve muy emocionada por todo ese asunto

-No lo sé, simplemente creo que nos están pidiendo demasiado, y nosotros no recibiremos nada a cambio

-¿Qué es lo que quisieras pedir?- me preguntó Mari

-Que me dejen regresar al menos unos días a Uruan...-justo antes de revelar que abandone a mi hermana en una cabaña en las montañas nevadas, hice una pausa y no dije nada más- ...deje cosas pendientes

-Bueno, eso tal vez tenga que esperar, yo creo que al menos nos dejan salir a hacer cosas que un preso de máxima seguridad jamás podría hacer- comentó Matt

-Es un buen punto- dijo Janeth, yo no quería admitirlo, pero tiene razón, yo estoy preso por asesinar a mas o menos una docena de personas por lo que debería de estar en una jaula de tres metros por tres metros, pero estoy aquí

-Bueno, entonces comencemos, tal vez si hacemos lo que nos piden al final nos dejen libres- dije decidido, tal vez si nos comportamos bien nos dejen libres, o al menos me dejen hacer un pequeño viaje, así que me esforzare para hacer lo que nos pidan lo mejor posible.

Comencé a guiarlos a la base mas cercana, fue un viaje un poco largo, y al estar llegando Matt nos dijo que nos detuviéramos, estábamos en la cima de una colina, y Janeth tomo los binoculares de mi mochila y entonces Matt me pidió que yo fuera el que dictara a Mari lo que veía, le hice caso y tome los binoculares, logre ver como transportaban unas cajas con algunos carros, y también logre ver que las vaciaban en otros contenedores, al decirle esto a Matt él dijo que era un deposito de municiones, aparentemente toman los casquillos de bala para hacer más, algo que me pareció interesante.

Fue entonces que tomamos las cosas y caminamos hasta la siguiente base, que se encontraba cerca, aunque esa cercanía era relativa, no había bases a la misma distancia que habíamos caminado hacia la primera, fue un viaje muy largo, en el que le pedimos un poco de comida a Janeth y antes de que anocheciera llegamos a la base. La luz era importante por lo que tuvimos que hacerlo rápido.

En esta base no parecía haber mucha diferencia, también movían cajas, pero a diferencia de la base anterior no había la refinería para hacer mas balas, solo pude ver que de las cajas sacaban mas con un color blanco, con esta descripción Matt dijo que era un deposito de provisiones, fue entonces que nuestro primer día de reconocimiento acabo. Pero aun faltaba un buen rato hasta que Matt decidido cual era el lugar perfecto para nuestro refugio, que a pesar de que le señalamos muchos lugares al final se decidido por una cueva.

Entramos a la cueva y logre notar que estaba algo húmeda, parece que había llovido antes o algo así, Matt nos pidió que saliéramos un momento y con una enorme llamarada seco el lugar en segundos. Comenzó a hacer un viento algo frío y entonces Mari le pidió a Matt que hiciera una fogata, pero no recogimos nada para hacer una, y el lugar no parecía tener arboles buenos como para sacar leña, por lo que Matt decidió hacer de fuente de calor para nosotros, una idea ingeniosa, ya que dijo que podía aprovechar para hacer guardia, a todos nos agrado la idea y fue entonces que nos dispusimos a descansar.

Los Cuatro: WilliamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora