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Chittaphon pensaba todos los días en las palabras correctas para escribir en su carta, pero aunque lo pensara una y otra vez simplemente no podía. Sacaba una de sus plumas favoritas con la esperanza de lograrlo, sin embargo sus esfuerzos eran en vano. Odiaba el hecho de ser así, ¿Por qué siempre lo que quería le salía mal?
Lo único decente que podía llevar a cabo eran los sobres de las cartas, facilmente si veía videos de origami lo podía lograr, pero las palabras no brotaban de la misma manera.

—¿Qué estás tratando de hacer? —preguntó Doyoung mirando de reojo lo que contenía aquel trozo de papel mal recortado.

Ten le observó con un puchero —Jamás podré gustarle a Taeyong, soy una persona ridícula —articuló en un bufido, arrugando el papel en el que recientemente había escrito, perdiendo toda esperanza. No enviaría más cartas en blanco, las estaba haciendo sin sentido, sólo eran un desperdicio de papel que fácilmente pudo haber sido corteza de árbol.

—Darse por vencido de esa manera es la forma más mediocre de decir: "hey, ve, puedes andar con Taeyong mientras yo sufro en silencio" —regañó, tratando de animarle para que no dejara sus planes de confesarse.

—¿Tú sabías de las cartas?

—Eres una persona demasiado obvia, en todos los sentidos.

—¿Crees que puedo hacer algo para que...?

Le interrumpió colocando su mano enfrente de su cara, señalando que frenara de hablar —No deberías rendirte, solo deja que las palabras fluyan por sí solas, no lo pienses dos veces y escribe lo que dicta tu corazón —concluyó, trazando una sonrisa en su rostro —. Después de todo, no quiero perder mi valioso tiempo con personas perdedoras —agregó tomando la pluma que antes había dejado y colocándola entre los dedos de Ten.

Chittaphon devolvió la sonrisa, estaba determinado en escribir algo digno de leer. Y tal como lo dijo su amigo, esa carta tendría todos los sentimientos que alguna vez se había guardado.

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Al finalizar de revisar el folio que tenía sobre las manos se despidió de sus amigos, marchándose hacia el salón de química. Tenía presente que Taeyong dejaba sus cosas diez minutos antes de que resonara la campana, no entendía el por qué de ello, pero era una cualidad que lo beneficiaba.

Entró al salón con cautela de no ser oído, caminó lentamente hasta la mochila del nombrado anteriormente, miró para ambos lados para asegurarse de que no había "moros en la costa" y comenzó a abrir el cierre de esta con muchísimo cuidado.

—Así que tú eres el de las cartas...

Ten sintió un escalofrió a sus espaldas, le habían atrapado, no podía formular una coartada creíble en unos segundos. Se encontraba hurgando en las cosas de Taeyong para así dejarle la carta que escribió recientemente, se veía muy mal hacer ese tipo de cosas, no podía defenderse bajo ningún medio.

Tragó saliva bruscamente para darse ánimos de darse media vuelta, sus ojos conectaron con los de Jung Yoonoh, quien tenía enarcada la ceja y su mirada le hacía transmitir un "culpable", aunque no dijiera palabra alguna.

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Trataré de subir otro
mañana o pasado. owo
¡Gracias por seguir leyendo esto! TT

White Letter » ¡TaeTen!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora