White Letter » ¡TaeTen!

« quinque et viginti»

Al siguiente día Taeyong como buen novio no oficial –porque jamás tocaron este punto en su conversación– fue a buscar a Ten a la cafetería “sweet moon” que hace un buen tiempo visitaron. Sus planes eran entrar con él antes de empezar las clases, pedir un buen mocaccino (los que siempre le alegraban los días) para ambos y un dulce que fuese de preferencia para el menor. Cuando estuviesen disfrutando de su “desayuno” le pediría ser su novio, claramente con un regalo que se esmeró en prepararle la noche anterior.

Se encaminó hacia el lugar a pasos rápidos, la ansiedad e inquietud de la futura respuesta del contrario siempre le hacían dudar. ¿Qué pasaba si de pronto le contestaba un “no" porque fue demasiado torpe? Asumiría todo por ser distraído, pero puede que su felicidad se vea involucrada por el rechazo. Y los humanos no buscan sentirse miserables, o bueno tal vez sí.

–Corazón tú sí sabes –cantó siguiendo el ritmo y las notas de la canción que escuchan a a través de los audífonos –, quererme como a mí me gustaaaa –siguió cantando mientras chasqueba sus dedos emocionado, la canción iba acorde con su actual estado. Al cantar a todo pulmón en las calles dejaba una impresión de “chiflado" a los transeúntes de sus lados. Lo bueno de él es que siempre era indiferente a las miradas perturbadas de los demás respecto a lo que hace o piensa.

En cuento vio al tailandés afuera del local se sintió culpable al demorarse según la hora acordada. Se acercó y tocó su hombro para que captase su existencia en el lugar.

–Ten, Ten, Ten –nombró con una voz cálida al bajo. El llamado giró su cabeza con una expresión confundida.

–¡Taeyong! –exclamó de la emoción, luego estornudó varias veces para que no fuese visible la alegría que provocaba en él verlo.

El alto sonrió tomando de su brazo ligeramente haciéndole un ademán de que entraran al recinto. La puerta emitió un sonido parecido a los de un cascabel, advirtiendo la llegada de nuevos clientes. Se dirigieron ambos al mesón encontrándose con el empleado que hizo que el enojo de Taeyong se hiciera visible.

–¡Oh! Es una dicha el verlos por aquí. ¿Qué desean? –preguntó amablemente indicando con su mano el menú que constaba la cafetería.

Ten le sonrío saludándole con una de sus manos –Yo quiero un...

–¿Podemos tomar mocaccino? –interrumpió  al menor. Ten asintió gustoso de beber lo mismo –. Bien, quiero dos mocaccinos por favor.

–A la orden –se dispuso a preparar y sacar del mesón de los ingredientes que necesitaba. La singularidad de la cafetería era que los cafés eran confeccionados totalmente por mano humana y no por máquinas. A eso se debía la preferencia de visitarlo.

Al acabar de prepararlos se los entregó junto a un “disfruten". Taeyong pagó por los dos y se fueron a sentar a una de las mesas más apartadas. Sintió que se le olvidó algo que tenía propuesto y claro fue el comestible, pero qué le haría ya no faltaba mucho para la hora de ir a la escuela. Debía ser rápido.

–Ten –colocó su mochila sobre sus piernas sacando un regalo con un envoltorio color azul marino brillante –. Esto es para ti.

–Gracias –recibió el paquete con una sonrisa que no fue posible borrar de su cara. Sacó la cinta adhesiva puesta en ella y con ambos manos tiró despacio para no estropear el papel. Dentro del papel de regalo había en lana una bufanda junto a una larga carta –. Querido Chittaphon...

–¡No es necesario que lo leas ahora! –su rostro se coloreó al recordar las melosas palabras que escribió –, Yo quería preguntarte una pequeña cosa que aún me sofoca. El hecho de estar ahora disfrutando contigo es una casualidad enorme, de la cual estoy muy agradecido. Quisiera ser más empalagoso, pero debido a mi poca experiencia y a mí nervios solo lo soltaré sin relleno, ¿Quisieras ser mi novio? Prometo que te amaré hasta que nuestras almas se extingan.

A Chittaphon se le humedecieron los ojos. Unas inmensas ganas de llorar se apoderaron de él. Nunca creyó que este momento llegaría, era el ser más feliz –Pensé que ya lo éramos desde ayer –infló sus cachetes, bromeando para no soltar las lágrimas.

–Claro que lo somos. De toda la vida, este hilo que siempre nos unió, no es posible de cortar.

n/a
Holi, estaba pensando en terminar White Letter en el próximo cap, pero necesito saber si les gustaría que la finalizara u hiciera especiales de las otras parejas, o de la principal.

Háganmelo saber.

Dato: White Letter sería el primer fic que termino, literal.