« viginti »

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El mundo de Chittaphon se fue en ruinas. Los pilares que lo sostenían lentamente fueron derrumbados. Sus rodillas temblaban mientras caía al suelo y sollozaba. Sí, se tragó toda su dignidad, ya no importaba. Le daba exactamente lo mismo si su enamorado lo veía en tal vergonzosa situación, él no le amaba y eso le hacía sentir miserable. No existía el sentido en su mundo, los colores en él ahora eran de un matiz gris. Esta acción hizo asustar a Taeyong, no quiso ser cruel con él ¿qué debía hacer? todos sus pensamientos eran contrarios a lo que realmente quería hacer y eso le preocupaba. ¿Seguir el instinto o la corazonada?, era complicado elegir entre una de ellas. La primera obtendría consecuencias a largo plazo y, la segunda, también existía la leve posibilidad de que existiesen consecuencias, pero la moral no se vería afectada en su decisión dado que elegiría la respuesta correcta a partir de la ética establecida por la sociedad.

–Ten, yo... –balbuceó torpemente Taeyong. Sin recibir una respuesta de su receptor, le hizo en su mayor esplendor caso omiso. Bueno, quién no lo haría teniendo en cuenta que rechazó su amor —. Chittaphon, sé que no estamos en las mejor situación, pero... ¿Sabes quién es “T.T"?, deseo aclarar unas cuantas dudas que surgen en mí y así podré ser digno de concederte una respuesta apropiada, con los argumentos correctos –articuló incómodo, la tensión era casi como la radiación dañando el ambiente: su amigo se le había confesado.

Existió un breve silencio impenetrable, no saludable, el que penetraba en las almas haciéndolas sufrir. —¿Cómo es que aún me lo preguntas? —el silencio se esfumó como las palabras eran tiradas al aire. Levantó su cabeza para mirarle con los ojos cubiertos en lágrimas que no frenaban aunque estuviesen dispuestas a hacerlo. Taeyong se sintió lo peor de este mundo.

—Porque simplemente no lo sé... y es tu amigo u eso suponía.

–Idiota. Vete si no te intereso, no juegues así conmigo.

Taeyong dudó en si mover su cuerpo. No era su intención terminar en malos términos con el que alguna vez fue su amigo. Mas que no fuese su intención, no quería hacerlo; su cuerpo pedía a gritos sordos que decidiese quedarse, pero su mente lo obligó a marcharse, dejando al chico en sus espaldas.

Mientras caminaba a su próxima clase se detuvo sin rechistar, la frustración le hacía un ser deplorable: ¿Cómo diablos descubriría ahora quién era el anónimo de las cartas?, no tenía idea de cómo pensar su pequeña aventura, menos de investigar a una persona. Todo, definitivamente, era culpa de las extrañas cartas que recibía... En un universo paralelo en el que no existiesen, probablemente su relación sería algo más que una vaga amistad, pero el universo nunca está de nuestro lado entonces sería algo difícil de cumplir. Difícil era su situación, terrible sería la de él. ¿Qué los deparará el misterioso futuro?, no se podía hacer una idea, formaría su destino si fuese posible: le preguntaría a sus amigos sobre ello, pediría disculpas por tal brusco rechazo (para su mente el rechazo fue el peor) y, se concentraría en arreglar todo los fragmentos rotos. Tomándolos aunque sus manos sangraran en el proceso.

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Hodí, por fin vine a actualizar.
No me tiren piñas por hacerlo tan breve sksjsk.
Quedé en pánico porque no sabía cómo seguir esto. TuT
PD: A White Letter no le quedan muchos capítulos, eso.
Baibai se les ama. 💓

White Letter » ¡TaeTen!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora