« sedecim »

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—¡T.T jamás haría eso! Si yo fuese él, sólo te admiraría a ti y a nadie más —dijo en un grito ahogado el tailandés.

Al decir aquellas palabras todos —excepto Taeyong— se quedaron expectantes a sus palabras, no podían creer que se estuviese exponiendo de aquella manera.

—Es decir —tomó una boconada de aire y analizó palabra por palabra lo que diría a continuación, no quería ser delatado —, supongo que recibes notas de tu admirador, ¿no sería un tanto extraño el hecho de que le mandara a más personas siendo que está enamorado? —agregó, su pulso estaba en un desequilibrio constante. Las ondas de su corazón subían y bajaban en una rápida oscilación.

Taeyong se levantó de su asiento —Tienes razón, debo descubrir quién es para así no dañarle —respondió junto a una ligera sonrisa.

No había sospechado de Ten y eso era un alivio al no tener que inventar excusas sobre sus envíos. Si lo descubriera la única persona que le interesaba que no lo hiciera, estaría perdido. No habrían motivos para seguir con nada, y de seguro se escondería en su casa por un buen tiempo hasta que la vergüenza pasara. Pero como nada ocurrió, nada debía de hacer.

Estaba salvado.

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En el proceso en que tomaba una de sus tantas lapiceras para escribir la materia del curso, el encargado de asignatura interrumpió la clase. No sabían para qué, mas estaban expectantes de conocer la razón.

—Un estudiante tranferido de Alemania —abrió una de las puertas de la salas y aclaró su garganta en el proceso —Puede pasar, de una breve introducción y tome asiento en unos de los puestos vacíos que hay a su derecha —agregó mientras se iba a sentar a su escritorio a la espera.

El chico de melena castaña entró a pasos torpes y rigurosos, sus nervios le hacían estar a punto del colapso —Liu YangYang —musitó desviando la mirada al suelo. No quería decir de más. Sólo lo justo que se necesitaba en aquella instancia.

Los ojos curiosos de los estudiantes le miraron de arriba hacia abajo, calificando su estatus. Acción que hizo que el pequeño cuerpo de YangYang temblase ante la atención que le brindaban. Odiaba desde lo más profundo de su corazón recibir este tipo de miradas, parecían que te comían por dentro.

Caminó rápidamente hacia una de las sillas que estaban vacías y se sentó allí para cubrirse de las miradas hambrientas, era una buena opción, la única vía para sobrevivir. El tiempo debía y tenía que pasar rápido.

Ten notó su inquietud, había pasado por la misma situación así que no era tan difícil adivinar el actuar de sus acciones. Tal vez por esto quería entablar una amistad con la persona nueva, no deseaba que se sintiese solo y llegara a sentirse triste en la escuela. No era un sentimiento muy bueno. Esperaría que la clase finalizara para acercarse a él.

Un par de minutos tuvieron que pasar para que la campana resonara en todo el establecimiento. El tailandés determinado se paró de allí y, casi que corrió hacia el alemán. Por aquella acción recibió la cara de estupefacción del menor.

—Soy Chittaphon, un gusto —comentó con una sonrisa de par en par —, pero puedes llamarme Ten —agregó, recordando que su nombre es un tanto difícil de pronunciar.

—Un gusto —respondió con timidez.

A este gesto el mayor le tomó del brazo y lo llevó para que conociera a sus amigos. Se llevarían bien.

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—Y él es Chenle —terminó de nombrarle a sus amigos, los que se presentaban con una breve introducción de ellos mismos. En cambio, YangYang sólo asentía con una breve sonrisa plasmada en su rostro. Jamás había sido tan fácil conseguir amigos.

Agradeció internamente la gentileza del mayor, quien no tenía el por qué de ayudarle. Sin embargo, lo hizo. Por ello podría pedir lo que sea y sin pensarlo dos veces lo haría sin dudar. Mientras pensaba en todo lo dicho por las personas a las que conoció, pudo observar cómo alguien de aspecto amable pasaba a su alrededor. Poseía de una sonrisa sublime, y de cabello claro. Había sido hipnotizado por su mirar.

Tragó fuertemente en cuanto su mirada conectó con la de él. Le había sonreído. En ese instante se sintió a morir y pensó que estaba alucinando.

—YangYang, no me digas que te enamoraste a primera vista de Kun.

—¡¿Eh?!

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Hola, hola
Quiero agradecerles por los 1K!!
Estoy realmente feliz, por ello. Jamás pensé que White Letter llegaría a ello. ;;;;
Por ello, muchísimas gracias,
os amo.
Si la semana desea darme más tiempo :'l, subiré cap nuevo. uwu
Gracias y hasta pronto. !

White Letter » ¡TaeTen!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora