White Letter » ¡TaeTen!

« duodeviginti »

Habían pasado meses en los que: el LuWoo seguía tan soft como siempre, Yukhei propuso comenzar a salir y Jungwoo aceptó feliz. El JaeDo seguía sin mejorar, a Yoonoh no le servía mucho cortejar a Doyoung, se enojaba muchísimo más. Sicheng seguía siendo la princesa que rechazaba a todos en la escuela, pero el que, al mismo tiempo, tenía una leve atracción por el príncipe de Osaka, atracción que le dificultaba admitir. Un día de estos Yuta se le había acercado a preguntarle la dirección de un salón, pero los nervios le subieron de tal forma que tuvo que correr al baño a vomitar, ni siquiera fue capaz de formular algo coherente. Johnny no sabía que pasaba consigo mismo, sus sentimientos eran un lío. Taeil, su mayor, se le había confesado, tal repentina acción había volcado su corazón. YangYang negaba su crush con Kun y sus salidas junto al mayor a escondidas  de todos porque sí, ambos se habían flechado por el otro aunque no lo dijiesen cara a cara. Y Chittaphon, era la única persona que parecía frustrada en su grupo en estos últimos meses.

La situación del chico era complicada, la distancia entre el coreano y él era cada vez más larga, se podía sentir a kilómetros el poco interés que llegaba a su persona por parte de Taeyong. La ilusión de ser más cercano a él por una simple salida se hizo añicos. No tenía excusas para ir y tomar una charla junto a este, claro que eran amigos, pero al sentir más fuerte la emoción del amor que el de la amistad, no se podía acercar sin crear un motivo lógico.

Su corazón palpitaba cada vez que lo observaba. ¿Por qué se enamoró de Taeyong? aún reflexionaba sobre ese hecho. Es decir, su memoria podría describir a la perfección el momento en que se enteró de estos sentimientos, lo que le era imposible de llevar a cabo era el escribir sobre la situación que implicó el enamorase. Todo era muy confuso y borroso para él. Pudo ser una simple atracción de un rostro bello, sin embargo como esta atracción fue durarera —y lo seguía siendo— las emociones cada vez se hacían más y más fuertes como si fuesen un candado al cual no se le hallaba el juego o, simplemente el jefe final de un juego de acción.

Todo era blanco y negro. No se sentía apto como para seguir con nada. ¿Era demasiado pesismista?, probablemente, pero no existían sentimientos atados para impulsarle a cometer estupideces. Hace meses que la sorpresa se convertió en algo ajeno a su sentir.

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La carta de hoy constaría con una de las revelaciones más importantes que haría en su vida: admitiría no ser mujer y a la vez un chico homosexual. Así Taeyong podría saber con certeza el tipo de persona que gustaba de él y si esto le llegaba a desagradar no haría más que un mohín.

Junto a un breve suspiro espero en las puertas de la salida. Vería al mayor y se la entregaría, no daría más excusas sobre ello. El día estaba nublado, sus ganas bajaron al igual que su felicidad.

—Oh, ¡Ten! —dijo una voz conocida, sí, Lee Taeyong. Él, en cambio, sólo saludó con su mano derecha mientras que con la libre le alzaba la carta —¿Es para mí? —articuló algo incrédulo. Sin esperar una respuesta le sonrió.

La sonrisa de Taeyong hacía que todo lo malo se olvidara. Mordió su labio inferior intentando contener su emoción y se marchó sin despedirse.

El otro chico no hizo más que reír, la actitud del menor le divertía dado que no era necesario intuir lo siguiente que realizaría, siempre le sorprendería.

Miró la carta analizando su papel, tenía rastros de una leve humedad en él. Quizás fue el sudor de Chittaphon, quién sabía.

"Dime al chico que prefieras y me volveré en él. Yep, no soy una mujer
❤+✂=:(
PD: soy T.T, pero me gusta aquella firma, me describe."

Al leer estas palabras Taeyong tragó saliva, su palpitar resonaba a gran volumen en sus tímpanos, estaba emocionado. Le generaba cierto placer el ser más ilustre sobre una de las dos personas que llevaba en sus pensamientos.