White Letter » ¡TaeTen!

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Para Taeyong dicho día, en el que pasó con Ten, había sido particularmente torturoso y gozoso a la vez. Se sentía dichoso de tener la oportunidad de compartir el tiempo con el tailandés, pero a la vez los sentimientos que se generaban eran molestos y ruidosos. No era capaz de controlar y callar a su monstruoso corazón; si se enamorase de Ten ¿Qué pasaría con la chica u chico de las cartas?, no quería ser un rompecorazones, tampoco gustaba de dar falsas ilusiones a la gente. Y podía sonar un poco tonto, pero sentía firmemente que Chittaphon lo engatusó bajo sus redes y por ello ahora estaba loquito por él. Tal vez "loco" sonaba exagerado, pero no pensaba en otra cosa que no fuera en su persona y en las cartas del anónimo. Eran una problemática que debía resolver.

La pregunta que siempre se articulaba en su cabeza era en el cómo podría descubrir a aquella persona misteriosa que ni siquiera pistas le dejaba para notar quién era en la realidad. Bueno, el T.T en realidad no le sonaba a nadie de la escuela ni a ningún apodo que pudiese conocer. No podría pedir apoyo de parte de sus amigos porque no sabían nada de dicho personaje, no tenían ni la más mínima idea de lo que les hablaba o querían hacerse los tontos, una de dos.

Resolvería sus dudas, lo haría. Obligaría a parte de su grupo de amigos a trabajar con él para lograrlo aún si se negaran. Esperaría a que su domingo pasase de forma normal, pero con la pequeña excepción de que estaría todo el día planificando su gran estrategia para descubrir al enmascarado.

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Lunes por la mañana, hora de desayuno: llevaba sus apuntes, un mapa, un portafolio y un lápiz a tinta. Estaba preparado para todo, incluso si algo fallara podría cubrir aquel mínimo error. Lo único que restaba hacer era que los involucrados aceptaran sin rechistar.

—Yuta, Johnny, Kun, Lucas —llamó a los presentes.

—¿Qué quieres Taeyong? —respondió Yuta mientras tomaba un bocado de su desayuno.

—Necesito que me ayuden con mi misión, será encubierta así que no habrá nada que temer —explicó mientras sacaba los planos de su mochila —, aquí están todas las cosas que necesitamos... Así que ¿aceptan?

Pasó un rato hasta que alguien dijo algo, no sabían qué decir al respecto, ¿por qué se lo tomaba tan en serio?. No podían hacer nada al respecto, Jaehyun les había comentado en la mañana la identidad del anónimo, no querían arruinar la sorpresa que se llevaría cuando descubriera quién era en realidad.

A la suerte de los cuatros chicos Jaehyun se dirigía a su mesa junto a Ten y Doyoung. En cambio, Taeyong frunció el ceño al observar cómo no le hacían ni el mínimo caso, sus vistas estaban totalmente perdidas en un punto fijo del horizonte. Suspiró y se dio media vuelta para observar lo que veían.

En medio de la distracción, Johnny le dio un codazo a Yukhei sin ser notado a simple vista para señalarle al sujeto anónimo, pues el chino no había estado en la explicación.

—OOoohh, ¿TúÚ eEreS T.T? —gritó emocionado al comprender, en consecuencia recibió un golpe en la cara por ser tan descuidado.

Taeyong escuchó el nombre y miró de inmediato a Yukhei —¿A ti también te manda cartas T.T?

Yuta enarcó el ceño y suspiro —Es aún más idiota que Yukhei...

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