- Papá por favor no me obligues a irme –pedí con ojos llorosos. Él molesto y moviendo su bigote como siempre lo hacía, salió de mi cuarto haciendo rabietas.
- Te he dicho que empaques tus cosas –dijo sin darme otra opción. Enojada y llorosa comencé a empacar mis discos favoritos. Metí todo lo que pude en mi maleta pues solo podía llevar una. A mi padre le ofrecieron un viaje en un crucero atravesando desde Nueva York hasta Londres. Nos mudaríamos allí al terminar el viaje.
Yo vivía con mi padre aún a pesar de tener veintitrés años. Tenía una hermana mayor de veinticuatro y un hermano de veintiuno. Acababa de graduarme de la universidad, estudié fotografía. Tenía solo una amiga y ahora que me mudaba ya no tendría a nadie. ¿Novio? No tengo tiempo para ese tipo de cursilerías. Además de que no le gustaba a nadie. Por una extraña razón me tenían miedo los chicos. Fea supongo que no era.
Mi padre nos había comprado a cada uno de mis hermanos un celular internacional. Él viajaba todo el tiempo y siempre se la pasaba mandándonos mensajes para preguntarnos nuestro paradero y ese tipo de cosas. Cosas de papás. Mi madre había fallecido hace dos años, un accidente en nuestro baño, se resbaló y se golpeó la cabeza en la tina. Una ridícula muerte ¿no? Es cierto es terrible.
- Megan –dije llamando a mi mejor amiga. Mi padre siempre me ponía crédito ilimitado para que yo llamara a todos por allí.
- ¿Jade? –contestó mi pelirroja amiga.
- ¿Puedes venir a mi casa? Necesito hablar contigo –dije aventándome a mi cama.
- Claro, llego en 20 minutos –dijo seria. Colgamos.
Tenía 23 años, perfectamente me podía quedar aquí. Se supone que tendría una exhibición en unos días y mi padre me lo había arruinado. Mi relación no era tan mala con él, es cierto peleábamos pero lo quería.
Bajé las escaleras y fui al comedor tomé una pera, mi fruta favorita. En la barra a mi lado estaba mi hermana, Charlotte, le decíamos Charly.
- ¿Estás emocionada con el viaje? –pregunté. Ella bajó la mirada y luego alzó la cara con una sonrisa enorme.
- ¡Sí, ya quiero vivir en Londres! –yo rodé los ojos y le di una mordida a mi pera. James se acercó a nosotros y nos sonrió.
- ¿Están listas? –preguntó emocionado. El pequeño para mí era tan ñoño. Pero era mi hermanito.
- Yo no… ¿por qué ustedes sí se quieren ir? –pregunté molesta.
- Jade, será como un nuevo comienzo. Además a mí me encantaría ver las universidades que tienen.
- Debiste de haber enviado una solicitud antes, así no te aceptarán –dije desalentándolo. Él agachó la cabeza, parecía un niño pequeño. Bajé del banco y salí para abrazarlo.
- Lo siento, no quise hacerte sentir mal –dije, él me pellizco un brazo- Odio que hagas eso James –dije molesta. Tocaron el timbre y entró mi amiga Megan, ella era pequeña y pelirroja. Sus ojos eran cafés y su piel era muy blanca, unas pequeñas pecas se le asomaban bajo sus ojos. Odiaba las pecas.
- ¿Para qué me necesitabas? –preguntó y se sentó en mi sillón poniendo los pies en mi mesita de centro.
- Me mudo mañana, ¿recuerdas el crucero que te mencioné, Nueva York – Londres?
- Sí –dijo algo preocupada- ¿Te irás?
- Sí, no pude convencer a mi padre de quedarme aquí.
- Jade, ya tienes suficiente edad como para vivir sola en cualquier parte del mundo.
- Pero no la suficiente madurez –dijo mi padre a mis espaldas. Bufé y luego Megan frunció el ceño. A ella no le agradaba mi padre.
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Messages (Original)
RomansaUna historia en la que se ven implicados los corazones de dos desconocidos por medio de dos pantallas en diferentes partes del mundo... ¿Lo correcto es seguir con algo que sabes que no puede terminar bien?