Capítulo 34

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Narra Joel

Me despierto, lo primero que hago es mirar la hora. Eran las 12:00, agarro mi celular y hago una llamada a mi empresa.

Llamada a E.Futura:

–Buenas días, empresa Futura. ¿En qué podemos ayudar? –responde rápidamente
–Buenos días, pásame con mi secretaria Emily.
–Enseguida jefe.

Luego de menos de 2 minutos siento la voz de ella.

—Buenos días, Jefe. ¿Qué tal se encuentra.
–Buenas Emily. Mejor, debo seguir con el reposo por lo cual, por unos semanas o más, no estaré yendo. Precioso que me ayudes.
–Les deseo una pronta recuperación. Usted dígame, ¿en qué lo puedo ayudar?
–Christopher será quien me reemplace, hasta mi fecha de regreso. Me gustaría que lo ayudes en todo lo que necesite, y puedas. Confío en ti, por eso te he elegido.
–Oh, eso es algo muy importante para mí. Le agradezco mucho, y no lo voy a defraudar.
–Lo sé, muchísimas gracias, Emily.
–Hasta pronto, jefe. Gracias a ti.

Fin llamada

Tocan la puerta de mi cuarto.

–Adelante. –respondo, y al momento veo a Nath entrar– Buenos días.
–¡Buenos días! ¿Vamos a desayunar? Está Mat terminado el desayuno, y los chicos se fueron a trabajar.
–Bien, vamos.

Nathaniel me ayudó a levantarme e ir al baño para lavarme la cara, cepillarme los dientes y hacer mis necesidades que bueno me levanté solo tratando de no apoyar la pierna.

Al bajar era difícil ya que están las escaleras.

–Sube a caballito.
–No, Nathaniel. –niego
–Ahora no están los chicos para agarrar la silla y bajar. Así que te subes o te dejo aquí y me voy a desayunar.

Al final me subí a caballito y bajó, también luego bajó la silla y nos sentamos a desayunar.

–Gracias.

Nos sentamos a comer, Mat nos contaba anécdotas de cuando era chico y con Nathaniel no parabamos de reír.

–Hey Joel, me habia olvidado hoy llamo tu padre, al teléfono y atendí yo. –Mat me dice mientras levanta las cosas de la mesa
–¿Qué dijo?
–Que a las 15:30 venía.
–Ok.
–Joel, sólo falta una hora para que venga tu padre, yo ahora debo ir a casa. Pero luego vengo para ayudarte en lo que precises. –Nath me sonríe
–No Nath, tú debes hacer muchas cosas no precisas cuidarme. Lo más probable duerma abajo hasta que pueda caminar bien.
–Para algo están los amigos. A las 18:30 vengo, ¿ok?
–Ok, está bien.
–¡Nos vemos chicos!

Luego de que Nath se vaya le dije a Mateo que también podía irse aunque me dijo que mañana él se quedaba conmigo así que acepté.

Me puse a mirar la tele, estaba muy incómodo en la silla de rueda, también tenía las muletas pero estoy esperando que pase la semana para cuando ya no me duela poder usarlas.

Tocan la puerta y cuando puedo abrirla veo a Hugo, en las rejas, voy a esta ahí como puedo y le doy para que habrá.

–¿Quieres algo de tomar? –pregunto al ya estar dentro
–No, gracias. ¿Cómo estás?
–Bien. –respondo tranquilo
–¿Me puedes contar que te pasó?
–¿Recibí un disparo? –respondo prácticamente franela obvia
–Lo sé. ¿En qué estabas metido?
–Deberías saber que si algo malo he cometido, ¿no estaría en la cárcel?
–Sí, cuando hay algún herido de bala, la policía habla con esa persona y otras, para saber el porqué.
–Ajá, yo ya he hablado, contando lo que pasó. Quedó todo bien, por algo estoy acá.
–¿Cómo recibiste el disparo?

Segundas Oportunidades ~ JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora