Tu guardiana (Free y tu)

Aliento

Shuna Kurenai

Abrí los ojos lentamente. La cabeza me daba vueltas y tenia ganas de vomitar. Me incorporé con cuidado para que las nauseas no atacaran y miré a todos lados. La habitación parecía un sótano. Traté de moverme más pero algo en mis muñecas me lo impedía. Eran cuerdas. Ataduras echas de tal forma que no podía moverme ni un poco.

Me sentía más ligera. Al parecer despojaron a Blood Eye de todas sus armas. No se cuanto tiempo he estado aquí pero estoy lo suficientemente entumecida para deducir que han sido horas.

Alguien abrió la puerta. Un par de ojos verdes y brillantes me observaban con lástima desde la puerta.

-Ken... ¿eres tu?- Ken se acercó más y cerró la puerta detrás de el. Quedó frente a mi y se arrodillo. Me abrazó.

-¿Cómo estas? ¿Te duele la cabeza?- me preguntó poniendo sus manos en mis sienes. No me había dado cuenta de que tenía la cabeza vendada.

-Solo es un pequeño mareo. Nada grave- me acurruqué en su pecho. Me di cuenta de que mis tobillos también estaban atados.

-Se que no debería estar aquí pero... no lo puedo evitar. Quiero estar a tu lado.

-Ken... yo también...- acerqué mi rostro al suyo, pero cuando nos íbamos a besar se escucharon sonidos sordos en las escaleras -escondete- el me hizo caso y se oculto entre las sombras. Un hombre de cabello rubio pálido entró al cuarto. Se sentó frente a mi.

-A juzgar por tu actitud actual eres Shuna Kurenai ¿no?- asentí -mi nombre es Yoshiki Kishinuma. Estrecharía tu mano, pero con tu condición de doble personalidad inestable no lo veo muy seguro. Perdón...

-No. No quiero que me desate. Soy peligrosa y lo se- agache la mirada y observe el suelo.

-No te sientas mal. Yo no creo que seas tan mala. Mira. Te dejaré ir pero debes prometer que trataras de controlar a Blood Eye- solo asentí. En parte no creo que deba dejarme ir- estoy seguro de que Ken me apoya, ¿no es así, Ken?

A Ken no le quedo de otra más que salir de las sombras y asentir inseguro.

-Señor... entonces... ¿ella será libre de nuevo?

-Si. Justo iba a sacarla- me tomó suavemente de la cintura y me ayudó a levantarme. Desató mis tobillos -¿saben? Por sus personalidades y por lo que me han contado, ustedes hacen una pareja muy linda- ambos nos sonrojamos.

-Bueno... ¿puedo irme ya?

-Si. Sigueme. No te separes de mi. El BC Sol de noche es como un laberinto. Lo aprendí a la mala.

-Si. Blood Eye también- solo lo seguí en silencio mientras Ken caminaba a mi lado. Salimos a los jardines y el aire nocturno invadió mis pulmones, estimulando mi respiración.

-Aquí te dejamos- desató mis muñecas -no te regresaré las armas. Tal vez así te sea más fácil enfrentar a Blood Eye.

-Gracias, en serio, Kishinuma-sama.

-Dime Yoshiki-san.

-Bueno... gracias, Yoshiki-san- caminé hacia los árboles. Miré hacia atrás para ver a Ken y sonreirle. El me sonrió de vuelta y volví a caminar...

-Kitsune me habló- me detuve un momento para escuchar con atención -dice que todo estará bien- me di vuelta.

-Es bueno saberlo- sonreí y me perdí en la maleza.

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Llegué al campamento donde han estado viviendo Red Eye y Blood Eye junto con Ashtem. Fingí la mirada de Blood Eye, pero antes de poder hacer nada, ella comenzó a tomar el control de nuevo.

Blood Eye

Tomaré mi venganza de esa vieja. ¿Cómo se atreve a golpearme?

-¿Donde estabas?- me preguntó Lord Ashtem.

-Fui a cazar- entré a mi carpa y... pinche huevon.

-Arriba, vago- dije mientras le daba una patada a mi hermano. Ya es media mañana y este idiota sigue dormido.

-Calmate, pendeja- se quejó sujetándose el costado donde lo pateé.

-El que lo dice lo es.

-Me dijiste vago.

-Y tu acabas de volver a decirlo.

-¿Te digo cuanto me importa o ya sabes?

-Hijo de...

-Cuidado con lo que dices. Somos gemelos. Tenemos la misma madre.

-Pues desearía no ser tu gemela, idiota.

-Lo dice la que se dejó atrapar esta noche.

-¡Lo dice el que ni siquiera tiene entrenamiento de asesino!

-¡A mi que me importa tenerlo o no!

-¡DEBERIA IMPORTARTE! ¡ASI NO ME DEJAS EN RIDICULO POR SER LA GEMELA DE UN INUTIL...!!!

Me dio una bofetada. Exploté. Tomé la sabana más cercana y en un movimiento rápido me puse detrás suyo para comenzar a ahorcarlo. Es forcejeaba tanto que acabamos saliendo de la carpa. Lord Ashtem que estaba encendiendo fuego para cocinar algo nos vio y se acerco.

-BASTA!!! LOS DEJO SOLOS UN MOMENTO Y YA SE ESTÁN MATANDO!!! SUELTALO!!!- miré a Red Eye con odio. Su rostro se estaba poniendo morado y se veía cada vez más cansado. Lo solté y el cayó al piso de rodillas para luego toser.

Caminé a los árboles. Simplemente seguí caminando. Tal vez encuentre algún animal para cazar. Avancé y...

Un cervato me miró y luego salio corriendo. Sonreí y saqué uno de mis abanicos que había tomado de la carpa para perseguirlo.