Tyler Joseph era un jóven de 17 años. Asistía al penúltimo año escolar y era muy estudioso, su madre estaba orgullosa ya que siempre llegaba con calificaciones muy elevadas. El hermano menor (Zack de 15 años) era todo lo contrario en cuanto a calificaciones, pero siempre le daba una mano. Cada vez que lo hacía su madre le pagaba algún helado (recordando cuando era niño y siempre se emocionaba con el sabor vainilla) o lo dejaba salir de fiesta. Los dos tenían una muy buena relación que siempre se fortalecía cada vez más.
Él se consideraba abiertamente gay, a nadie le importaba eso. En la escuela tampoco pertenecía al más popular ni al más débil, sino se consideraba uno más como la mayoría.
Su mejor amiga se llamaba Debby Ryan, una pelirroja hermosa. Los dos se conocieron gracias a sus madres. Ellas eran mejores amigas de la infancia y desde los dos años juntaban a sus hijos para divertise. Debby siempre fue muy apegada a él, por lo que generó confusiones románticas en las mujeres, pero cuando Tyler salió del clóset esos pensamientos se borraron. Juntos hacían un buen dúo y no se veían defectos el uno al otro. Bueno... el castaño si veía un defecto. Ella estaba locamente enamorada de Josh Dun, el criminal de la clase.
Éste era literalmente un criminal. Nunca hizo nada grave, pero si acabó en la cárcel por unos días. Él pintaba las paredes o autos policiales, consumía drogas y molestaba a los ancianos. Nadie socializaba con él ya que todos sentían temor, pero jamás le importó al tener sus amigos fuera del instituto (también criminales). Tenía 19 años, no estudiaba y observaba a todos con desprecio, era su segundo año en el mismo salón. Sus músculos y un brazo completamente tatuado volvían locas a todas y a la mayoría de los gays, muchos querían estar con él pero nadie se le acercaba. Siempre se vestía de negro y con una gorra que le daba el toque. Su cabello cada día cambiaba de color, nunca se sabía con cuál podía aparecer. Pero lo que más resaltaba era su barba junto a una sonrisa perfecta y blanquecina.
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-Pero cariño, ¿tú de verdad quisieras estar con un tipo así?, podría hacerte daño- Le dijo mientras acariciaba el cabello con cariño.
-¡Pero a mí me gustan los criminales!, ¡Como las películas!- Respondió emocionada- ¿No es sexy?- Agregó
-No querida y no todo es como las películas- Sonrió.
Ella estaba a punto de decir algo, pero el timbre de la próxima clase la silenció.
-¿A qué clase irás?- Preguntó Tyler.
-Tengo geografía- Respondió suspirando y apretando los libros contra sus pechos.
-Yo química- Agregó el castaño.
-¡Josh tiene química!- Saltó con envidia.
-¿Cómo sabes?- La observó extrañado.
-Sólo lo sé-
-Loca- Murmuró y dio media vuelta dirigiendose a su salón, esto hizo que la pelirroja lanzara una pequeña risita.
Al entrar a su clase, notó que era uno de los primeros. Se encontraban solo 3 alumnos, se sentó en uno de los primeros lugares contra la pared y esperó a que los minutos pasaran.
Observó como el nombrado Josh pasaba por la puerta, así como su amiga lo predijo, "Qué niña obsesionada" pensó. A su sorpresa, se le sentó detrás. Esto sorprendía a los demás estudiantes ya que él nunca ocupaba un asiento de los primeros, sino de los últimos y más alejados. Tyler decidió ignorar eso.
Los minutos pasaron y el profesor ya había comenzado la clase. Mientras escuchaba atentamente las explicaciones un chistido lo distrajo, venía de atrás.
-Te hablo a ti marica- Oyó la voz de Josh susurrando.
Esto lo paralizó por completo, su corazón latía fuertemente y el miedo lo sorprendió aún más. ¿Por qué el famoso criminal le estaba hablando?, ¿Por qué justo a Tyler y no a otro?, ¿Cómo sabía su orientación sexual?, ¿Qué estaba sucediendo?
-¿Estás sordo o qué?- Le dijo haciendo que Tyler volviera a la "normalidad".
-¿Qq-qué quieres Jj-Josh?-
-Siempre te he estado observando mariquita- Le susurró en el oído.
