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10 Mayo, 12:38.

Jaebeom trataba de concentrarse en su trabajo, pero estaba preocupado, la mujer que amaba quedó de llamarle al salir de la consulta al ginecólogo, ella deseaba tener un bebé y tras un año intentándolo era extraño que ninguno pudiese ser concebido. El pelinegro tenía miedo de que algo andará mal con alguno de los dos, también debía esperar los resultados al examen, pero su esposa era quien le preocupaba.

—Hyung, Hyung, ¿Está escuchando? —cuestionó Yugyeom, el nuevo pasante.

—Lo siento, puedes repetirlo —suspiró restregando sus ojos buscando volver si concentración.

—Te decía que el caso contra aquel empresario está complicado, las pruebas son difíciles de encontrar.

—¿Pediste los informes financieros?, la empresa debe entregarlos para el caso.

—Los solicité hace unos días, pero no he tenido respuesta. —murmuró el menor.

—Insiste un poco más o pide el contacto con el área de contabilidad, no intentes con los secretarios, deben seguir todo el protocolo de la empresa —sonrió Jaebeom recostando su espalda, en busca de un descanso, pero claro, en un despacho de abogados era algo difícil de obtener.

El menor tras asentir salió de la oficina dando el paso a Kunpimook que con una sonrisa ingresaba. -Hey, luces preocupado.

—Tú también lo estarías sí recibieras los resultados de los exámenes. —suspiró recostando la espalda sobre su silla.

—¿Exámenes?, ¿Qué sucedió?

—Sooyoung está preocupada, quiere tener un bebé y no ha llegado en todo este año —apoyó la cabeza contra su palma. —Odio verla tan mal.

—Hey, todo saldrá bien —sonrió dándole un par de palmaditas en la espalda, —algunos bebés se hacen de rogar.

Jaebeom sonrió un poco, —gracias amigo, No te importa que salga, ¿verdad?

—Para nada, está todo al día después de todo, solo tenemos que esperar los que envíen los documentos.

—Eres el mejor —sonrió amplio tomando la chaqueta de su traje antes de abrazar a su amigo y salir del despacho yendo directo hasta su automóvil.

A los pocos minutos estaba frente a la academia donde ensayaba su esposa, con una sonrisa descendió del auto, para saludar al guardia e ingresar en su búsqueda. La encontró elongando su cuerpo con una de las barras frente al espejo, y lo único que pudo hacer, fue contemplar a la mujer que amaba. Cada día aquella hermosa mujer provocaba una sonrisa en sus labios y la amaba como el primer día. No pudo evitar ampliar su sonrisa cuando sus miradas se encontraron a través de aquel espejo y ambos no dudaron en avanzar para encontrarse a mitad del salón dándose un cálido abrazo seguido de un casto beso.

—¿Lista para ir?

—Llegas muy pronto, —sonrió la mujer—. debo cambiarme aún.

—Pero si estás hermosa —bromeó el mayor jugando con las holgadas prendas.

—Cállate, —dejó un beso sobre los labios de su esposo para luego separarse—. estaré lista en cinco minutos.

Sooyoung se apartó con una gran sonrisa mientras Jaebeom tomaba asiento, tomó su teléfono de su pantalón y comenzó a chequear los mensajes pendientes. A los pocos minutos, tal cual prometió, su esposa salió con su húmeda cabellera castaña larga, y un hermoso vestido floreado apegado a su cintura que destacaba su blanquecina piel. Jaebeom creía imposible amarla de tal modo, incluso sin maquillaje la mujer era perfecta ante su mirada con sus alegre mirada y abultados labios. Rápidamente el pelinegro se levantó para tomar sus manos y besarlas para luego dejar un beso en su frente.

—¿Ahora estás lista amor?

—Ahora si podemos irnos —sonrió la mujer enlazando sus dedos con su esposo para salir y subir a su automóvil. —Estoy nerviosa —murmuró mirando sus manos.

—Tranquila amor, todo saldrá bien —sonrió besando el dorso de su mano una vez más, antes de tomar su camino a la clínica.

El pelinegro sostuvo la respiración cuando su apellido fue mencionado por el médico, ambos se pusieron de pie y avanzaron con temor por los blancos pasillos.

—Tomen asiento —el hombre indicó con su mano el lugar donde dos asientos estaban frente a su escritorio. -Supongo que estarán ansiosos por los resultados, pero las noticias no son muy alentadoras. El problema que presentan es la baja producción de óvulos por parte de Sooyoung.

La mujer apretó el agarre en la mano de Jaebeom bajando la cabeza.

—Pero no se preocupen, aun pueden gestar un bebé, solo que necesitaran la ayuda de una clínica de fecundación, allí realizaran la recolección de los ovocitos y el esperma para generar el embrión —sonrió el hombre un poco intentando alentar a la pareja.

—¿Pueden darnos el tratamiento aquí?

—Lamentablemente no contamos con el servicio, por lo general son clínicas especializadas en el tema. -La pareja asintió con suavidad y el hombre comprendió lo dolida que podían sentirse, deseó darles un poco más de apoyo, pero estaba limitado por la política de la clínica.

—Gracias por recibirnos —respondieron levantándose bajo un asentimiento del hombre.

Jaebeom no dejó de sostener a su esposa por la mano, abrazándola inmediatamente al salir del edificio, mientras dejaba suaves caricias en su espalda.

—Amor encontraremos una clínica y ya veras como nuestro bebé crecerá sano y fuerte, solo nos tomará un poco más de tiempo. —sonrió besando su cabeza repetidas veces, mientras ella se acurrucaba un poco más en su pecho.

—Yo... Yo lo siento, es mi culpa... todo es mi culpa. —murmuró apenas entendible, Jaebeom lo logró escuchar únicamente gracias a la cercanía que mantenían.

—Claro que no, no es un problema grave amor, necesitamos solamente la ayuda de un profesional, no es algo imposible.

—¿Estás seguro?

—Claro que lo estoy, tan seguro cómo que encontraré una clínica que nos de ese hermoso bebé que deseamos -la mujer se apartó un poco únicamente para ver la enorme sonrisa que su esposo le entregaba, obteniendo la confianza que siempre necesitaba, logrando asentir con suavidad.

—Confió en ti, amor —murmuró antes de volver a envolverse entre aquellos fuertes brazos.

—Todo saldrá bien -susurró acariciando su espalda.

El pelinegro se encontraba nuevamente en su escritorio, había llegado temprano aquel día, necesitaba resolver los pendientes dejados el día anterior y realizar la búsqueda de la clínica. No le importaba los costos del tratamiento, solo deseaba hacer a su mujer feliz, y si por ello debía conseguir algún crédito o trabajar más de lo acostumbrado lo haría sin dudas.

—¿Qué haces tan temprano aquí? —frunció el ceño Kunpimook tomando un par de carpetas del estante cercano.

—Necesitaba adelantar un poco de trabajo —suspiró bebiendo un poco de su café.

—¿Qué tal les fue ayer?

—Ni lo preguntes —volvió a dejar salir un suspiro cerrando su portátil para apoyar ambos codos sobre el escritorio. -Necesito una clínica de fecundación, Sooyoung tiene problemas con sus óvulos y no produce la cantidad suficiente.

—Fecundación in-vitro...

—Si, supongo que nos someteremos al tratamiento.

—Mi hermana... bueno, no mi hermana en realidad, mi amiga de la infancia trabaja en una clínica, la última vez que hablamos me contó de que su jefe era un hombre especializado en embarazos complicados, un perina-... algo.

—¿Puedes pedirle el contacto o una cita?, realmente no entiendo mucho del proceso —sonrió sin ánimos, —mi cabeza apenas puede con los casos que tenemos.

—Dame un minuto y te envío la información, Lalisa es la mejor matrona que tendrá Sooyoung, te lo aseguro -sonrió mientras tecleaba en su celular.

A los minutos el teléfono de Jaebeom vibró y la información estaba a su alcance, la cita sería concretada para los próximos días.


Syngnathidae [JJ Project/Bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora