012.

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Era extraño encontrar a mi madre en la sala viendo la televisión como no acostumbraba a hacer, se me hacía tan normal verla al día siguiente, porque la mayoría de los días pertenecía sola en casa, esperando a que mi mamá llegará a cualquier hora de la noche. Ignoré las mil preguntas que me atacaron y corrí escaleras arriba. Lo único que quería era dormir y maldecirme por ser tan estúpida y haber confiado en un patán. Tiré mis zapatos en algún lugar de mi habitación y me eché en la cama boca abajo para que mi llanto no se escuchara tan fuerte gracias a la almohada.

No comprendía su actitud, mucho menos en la manera en que habló de mi madre, la cual ha luchado para salir sola adelante sin ayuda de nadie. Miré la pantalla de mi móvil y vi unos cuantos mensajes de Tae, no tenía ganas de hablar con él, pero, sabía que me haría un interrogatorio completo respecto a mi "cita" con el novio de mi madre. Yo, Sooyoung, era una completa estúpida por creer en alguien que a penas conoce y, en cuanto salga el sol, diré toda la verdad.

Decidí que lo mejor era seguir ignorando a mi mejor amigo apagando el celular, quería desconectarme del mundo y olvidar por un momento que hay un corazón que aún late por mí, pese a que el mío no sea el mismo sentimiento. Quité mi ropa y puse mi pijama, lo mejor era dormir.

Cuando mis ojos se abrieron se encontraron con la luz del día y um fuerte dolor de cabeza. Me levanté con pesadez viendo todo a mi alrededor, de repente, una sensación extraña invadía todo mi cuerpo, como si hubiese hecho algo mal de lo cual estaría por ser liberado. Era el primer día que mi madre no me despertaba. No era que siempre ella llegará todas las mañanas, pero lo hacía y me sentía amada, podía sentir su presencia y aquello me gustaba, pero, hoy no era ese día. Arreglé mi cama y me entré a bañar.

Cada gota que caía por mi cuerpo era como un pequeño ardor, un ácido que me echaban y aun así soportaba por más fuerte que fuera. Además de mi cabeza, mis ojos también dolía y recordé que había llorado por un estúpido, y creí que no volvería a llorar por un hombre desde mi última ruptura, pero lo que hizo Jeongguk no tenía perdón alguno. Estando ya lista, bajé como de costumbre y tomé lo primero que vieron mis ojos, efectivamente mamá no se encontraba.

Quise que en ese mismo instante alguien me dijera que era una mentira, un juego, una gran broma, una de muy mal gusto. Su cuerpo se recostaba ligeramente contra su auto, hoy también traía un traje como los demás anteriores días y, aquella sonrisa que me pareció tan adorable ayer, hoy mismo la detestaba con toda mi alma. Decidida a ignorarlo, pase por su lado y caminé unos cuantos pasos, no hasta que su brazo detuvo mi caminar.

ㅡNecesito que hablemos ㅡsu voz se escuchaba desesperada y por su rostro se notaba que no había dormido nada.

ㅡNo tenemos nada de qué hablar ㅡme deshice de su agarre y arreglé la parte que sostenía.

ㅡLo lamento, ¿sí? ㅡelevó las manos al aire y las dejó caer al instante. ㅡMe comporté como un idiota pero todo tiene su porqué ㅡlamio sus labios de manera lenta y suspiró.

ㅡDe verdad que no me interesa saberlo, ahora mamá sabe el tipo de hombre que eres y no dudará ni un segundo en dejarte ㅡhabía mentido, sé que le diría pero como no se encontraba en casa ni modo de poder hablarle. Jeongguk abrió los ojos y removió su cabello. ¿Acaso tenía miedo?

ㅡ¿Te atreviste a contarle?  ㅡpreguntó con voz demandante acercándose a mí a paso lento, cambiando por completo su rostro a uno más serio. ㅡSooyoung.

ㅡDéjame, por favor ㅡen cuanto sus manos tomaron mi rostro con demasiada fuerza supe que aquel hombre de cabello negro y su traje perfectamente impecable, estaba enojado. Su agarre dolía bastante y no parecía percatarse de eso, al contrario, le gustaba la forma en que liberaba pequeños jadeos de dolor y mis manos luchando con las de él sabiendo que yo perdería.

ㅡTe quiero puntual en la puerta del colegio, hoy paso por ti ㅡsoltó mi rostro con fuerza y caminó hasta su auto para adentrarse en él y tomar rumbo quién sabe a donde.

Ya cuando no se veía por ningún lado su presencia, decidí llorar. Lloraba por aquel maltrato que le ofreció a mi rostro y por lo poco hombre que resultó ser. Jeongguk era un patán, un completo patán y ahora sabía cuál eran sus intenciones al estar con mamá. Ni loca esperaría por él. Limpié las lágrimas con mi dorso y seguí caminando hacia la escuela, ya iba tarde pero aquello ni me importaba.

Al llegar al lugar que no quería estar, entré y vi a lo largo del pasillo a Tae tirado en el suelo escondiendo su rostro entre sus piernas. No había entrado a clases. Al verme, formó una sonrisa con sus labios, una que no era sincera pero aun así logró mover mi corazón. Me senté a su lado y acaricié su espalda.

ㅡTe estaba esperando ㅡsus ojos cristalinos me decían que algo grave ocurrió y, supuse que sería por su novia.

ㅡ¿Sucedió algo? ㅡpregunté sin importar lo anterior que había dicho.

ㅡSupongo que sí ㅡaquella sonrisa cuadrada era hermosa, pero seguía siendo una mentira, había una capa de amargura que no la dejaba ser sincera del todo. ㅡAyer me tenías preocupado, no sabía nada de ti, no respondías mis mensajesㅡ.

ㅡLo lamento, tuve un problema y no quería hablar con nadie en ese momento, perdóname ㅡlo abracé y en cuanto hice ese acto se echó a llorar.

ㅡNo quiero perder a Min ㅡahí la razón del problema. ㅡElla es tan amable, pero tan cruel a la vez, es injusto que dude de mi amor ㅡme abrazó con fuerza y hundió su rostro en mi cuello como si fuera el único refugio. ㅡVen conmigo, habla con ella y dile que solamente somos amigos, unos grandes amigos ㅡse separó lentamente de mí y con su lengua lamía cada lágrima que caía por su mejilla, le gustaba probar lo saladas que eran y para mí era un acto bello, ya estaba acostumbrada.

ㅡEstá bien, iré contigo ㅡprefería aquello que estar con Jeongguk. ㅡpero deja de llorar, tu cara se hincha y siempre te gusta estar lindo ㅡlo ayudé a levantarse y río limpiando algunas de sus lágrimas.

ㅡSooyoung, Jeongguk te hizo algo, ¿verdad? ㅡhabía olvidado lo analítico que era Tae con las personas. ㅡSi no me dices, hablaré con él ㅡsu voz salió ronca y en su mirada había odio.

ㅡNo te preocupes, Tae, nada malo pasó ㅡle dediqué mi mejor sonrisa pero aun así no logró convencerlo.

ㅡHablaré con él a la salida, te guste o no, te hizo daño y nadie lástima a las personas que amo ㅡy sin más, ambos entramos al salón.

papi, papi ©jeon jeongguk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora