20.Pataditas.

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[▶ Narra Jimin]


Estaba pensando muy seriamente en algo. Lo había notado desde la primera vez que hable con _________, pero ahora que la conozco un poco mejor, confirmaba lo que había notado desde un principio.

_________ es la chica más despistada en la faz de la tierra.

Ella es una chica linda, su cabello rojo y sus ojos azules fueron los primeros en llamar mi atención. Viéndola bien era adorable a su modo, sus expresiones suaves adornadas por sus pecas y su cabello alborotado le daban un toque despreocupado. Me mataba la manera en la que arrugada la nariz al reír y como podía pasar a ser un tomate en segundos, sin mencionar la manera en que suspiraba después de un largo beso.

Era obvio que me gusta, pero ella ni en cuenta. Estaba demasiado ocupada en su propio mundo.

Lo que más quería hacer cuando la tenía mirándome fijamente con ese sonrojo en sus mejillas, era besarla, pero mami Jin se interpuso entre los dos.

Al menos no me pegó con la escoba.

Tal y como me había dicho _________, era comida a la que no estaba acostumbrado. El primer plato fue el espagueti, y aunque no estuviera familiarizado con él, igual haría el intento de probar, sólo por ella.

Tomé el primer bocado, tenía un buen sabor., no como el que mamá preparaba en ocasiones, pero cada madre tiene un sazón diferente.

Mami Jin si que sabe cocinar.

ㅡ¿Que tal esta el espagueti?.ㅡpreguntó el corredor italiano.ㅡEstoy seguro que está acostumbrado a cosas diferentes.

ㅡEstá bien, suegro.ㅡrespondí.ㅡNo es algo a lo que esté muy familiarizado, pero debo admitir que tiene un gran sabor.

ㅡOh, pues disculpa por no tener un toque coreano a la hora de cocinar. Se suponía que era mi esposo y mi hija. De haber sabido que iban a dejar entrar a un pejelagarto a mi casa, habría envenenado lo que hay en tu plato.

Mi ceja tuvo un pequeño tic. ¿Qué carajo era un pejelagarto? ¿Acaso no podía insultarme de forma más moderna?

Sonreí lo mejor que pude.

ㅡJajajaja...es usted un amor suegra. Yo se que me está imaginando desnudo en éste momento.ㅡla familia de tres tosió de manera estrepitosa.ㅡ¡¿Ah, entonces era cosa de los tres?!.ㅡlos dos mayores bufaron y ella río bajito.ㅡTú puedes imaginarme desnudo todas las veces que quieras...ㅡsusurré en su oído.

Quise aprovechar la cercanía para poner mi mano sobre la pierna de ________, pero algo me golpeó antes de llegar.

¿Que había sido eso?

Volví a intentarlo y paso lo mismo otra vez. Seis veces en total. Entonces, de manera discreta, decidí ver abajo de la mesa.

Y estaba, lista para atacar, el arma letal de Kim Seok Jin.

¿Cuando demonios la había puesto ahí sin que lo notara? Era un verdadero misterio, tal vez era una escoba ninja.

Lo intenté una vez más, y cuando trato de golpearme la tomé para quitársela, pero Seok Jin hablaba del otro lado.

ㅡEntonces, ¿Regresará pronto a Corea, joven Park?.ㅡpreguntó de pronto NamJoon.

ㅡ¿Eh...? ¡Oh, si! En unos días voy a participar en el Circuito Nacional de Seúl.ㅡlogré quitarle la escoba y la puse fuera de su alcance.ㅡSi se descuidan, me llevaré a su hija. La cuidaré bien, prometo darle leche todos los días...auch...ㅡSeok Jin me lanzaba una mirada divertida desde el otro lado de la mesa.

¿Me había dado una patada?

ㅡEstaremos más al pendiente de ella. Por favor, regresé a Corea lo más pronto posible y no vuelva más.

ㅡSuegra, esta usted algo amargado...¿le hace falta más sexo?

ㅡ¿Qué?.ㅡme miró entre sorprendido y molesto.

ㅡEstoy castigado en el sillón.ㅡme susurro el padre de _________.

ㅡDice que las personas amargadas necesitan uno de esos juguetes sexuales. ¿Seguro que no tiene uno esos por ahí, escondido en su cajón?

ㅡ¡Para nada...yerno!.ㅡno sabía si esa palabra le daba más asco a mí o él.

ㅡJajaja...suegra...ㅡcomenzamos a alargar las palabras mientras nos pasábamos mutuamente por debajo de la mesa.

ㅡJajaja...yerno...

ㅡ¡Suegra!

ㅡ¡Yerno!

¡Demonios!.ㅡse quejó la única mujer en la mesa.ㅡ¿De están pateando abajo de la mesa? ¡Ya basta los tres! Se supone que son "adultos."ㅡnos regañó.

Ahora entendía porque iba perdiendo. ¡Eran dos contra uno!

Cuando la cena terminó, hubo un momento en el que ________ fue a cambiar su uniforme para ayudar a Seok Jin con los aros sucios., dejándonos a mi suegro y a mí, a solas.

Al menos parecía ser norma al no matarme a escobazos.

Me dió una ligeras palmadas en la espalda antes de discúlparse por el comportamiento de su esposo, antes de hablarme de manera seria.

ㅡSi es verdad que quieres tanto a mi pequeña, harás planas en una libreta entera que dicten: "Debo de dar el gasto de la semana" "Seré fiel hasta que la muerte nos separe" "Debo comprar ropa y maquillaje cada que me lo pida", y cuando me lloriquees porque tus manos ya están cansadas, te diré: "Si así de rápido te cansadas de mi hija, no eres digno de estar con ella." Y tendrás que continuar las planas, una por cada vez que reniegues.ㅡsonrió de oreja a oreja, antes de reír.ㅡNo, no, no, no me creas. ¡Es sólo una broma! Pero si le haces daño, te meteré un tuvo por el tracero hasta que salga por tu boca.

ㅡAh, jajajajaja...

En definitiva, mi suegro y ese tubo, dan más miedo que mi suegra y su escoba.





























Darán~

Rosso Come Il Amore [Jimin & Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora