No quería terminar como su padre. Sí, era rico, poderoso, agraciado, pero, ante los ojos del joven Todoroki, y no delante de la prensa; su padre es arrogante, soberbio, pedante y solitario. Es abstenido a muchas cosas, no para complacerlo, sino por...
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»Todoroki lo lamento. ¿Estás bien? ¿Qué pasó con Midoriya y tú cuando los dejamos solos?«
»Midoriya no me ha dicho nada. Lamento que nuestro plan no haya funcionado, te prometí que te conseguiría una cita, pero no pude, Midoriya es alguien reservado respecto al romance. Dice que ya tiene alguien que le gusta, le conozco, sé que miente. ¡Tranquilo, Todoroki! Te juré que saldrías con él y así lo haré«.
»Está bien, quizá fue un poco mi culpa, presioné las cosas. Sé que me dijiste que querías conquistarlo a tu paso, ¡pero es que no pude! ¡No pude! Soy débil cuando se trata del amor, Midoriya ha estado soltero mucho tiempo. ¡Lo lamento! Todoroki contesta...«
»Todoroki, soy tu amiga, por favor... Necesito saber, eso sonó algo como a vieja chismosa... ¡No importa! Soy tu amiga y merezco respuestas. De acuerdo, eso también sonó mal. ¡Ves cómo me pones! Estoy histérica, ¡contesta!«
»Todoroki Shouto, si no contestas mis mensajes en menos de dos minutos te juro que le digo a Midoriya lo que sientes por él«.
Los mensajes de Uraraka Ochako no tenían un fin en la bandeja de entrada de su celular, iniciaba con conversaciones del lunes por la tarde y continuaban al día de hoy, martes por el medio día, lamentablemente, Todoroki no conservaba el tiempo disponible para responderle como le es debido, ya que, era de esos días agotadores en los que el papel de vicepresidente caía sobre sus hombros con toda la responsabilidad pública.
Los mensajes al principio fueron desconcertantes, los primeros de hace un mes y medio. Hace alrededor de 46 días atrás, después de haber pasado medio mes conociendo a Midoriya Izuku, la persona más perfecta y hermosa del mundo, también empezó a comunicarse con Uraraka Ochako, amiga inseparable del precioso jovencito de ojos color vida. La forma en la que iniciaron su relación amigo-amiga fue... Particular. Un nada sutil: te gusta Midoriya salió de la boca de la chica. A Todoroki casi le da un infarto silencioso al oírle, pero esta sonreía amablemente y le prometía sin siquiera dejarle responder a su afirmación que guardaría el secreto. Con los días, se hicieron íntimos amigos, y de paso, sin pedirlo, conocía del pasado del joven Izuku; sus pasatiempos y pasiones, bastante claras ya emitidas con anterioridad por Midoriya.
Admitía que la preocupación por alguien más que no fuese su hermana o hermanos era extraña, la atención de parte de un antes desconocido le es una experiencia nueva de lo más placentera. No solo aquello; la llama tibia que vive dentro de su estómago cada vez que piensa o ve a Izuku le es cautivadora, porque el magnetismo que burbujea en su pecho se debía a la existencia de Izuku.
Sin mentir sobre la situación, se limitó con contestar: »Estoy trabajando«. No era una mentira, no en su mayoría. Todoroki continuaba sin saber qué era lo que disgustó a Midoriya, y él, nuevo a los conceptos relacionados a la amistad, pensó que lo adecuado sería darle tiempo. No quería apresurarse a nada, ¿qué tal si lo enojaba mucho más y lo mandaba al demonio? Imaginar la sencilla escena lo hacía estremecer. Tal vez le ha ofendido cruelmente, tal vez dañó su orgullo, realmente no importaba, aunque quisiese verle para hablar sobre lo pasado en la feria no tenía tiempo.
