Tú Mirada.

CAP.11

Natalia's POV

-¿Tienes todo? - pregunte a Marta que se quedo a dormir, y hoy teníamos que ir al instututo-

-Sí, menos las ganas de ir.

-Que raro tú ¿no tienes ganas enserio? Naaah no te creo.

-Me has pegado tu vageza tia.

-Me siento orgullosa. -sonreí-

-Vete a la mierda.

-En eso estoy, cuando termines nos vamos a la mierda  juntas.

-Más que una mierda el instituto es una cárcel obligatoria.

-Y que lo digas.

Fuimos, y en la entrada esta Julia.

-Mujeres de mi vida, anda que me invitasteis a la noche de chicas.

-Pero sí estabas con Sabela idiota.

-No te lo voy a negar. - miro con hipocresía-

-Esta bien ¿entramos o que? -dijo Marta con angustia-

-Faltaría más. -tire un chicle que llevaba mascando-

Entramos.

Matemáticas.

Mierda.

-¿Esto va enserio? No se podría romper el tobillo o algo noooo.

-Venga Julia, tranquila, todo ira bien tan solo es una clase.

-Eso no lo piensas cuando toca educación física.

-Callate.

-Callaros, que este tío es sustituto. 

-Lo que me faltaba, no tengo confianza, a veras que la cago.

-Lo vas a hacer mal.

¿Que? -me miro nerviosa.-

-Que la vas a cagar. ¿que te apuestas? -dije totalmente seria-

-¿Se puede saber que coño haces? -dijo Marta, con ojos que parecían cuchillos-

-Dejame Marta, se lo que hago.

Por alguna extraña razón, cuando lxs profesorxs eran nuevxs, siempre elegían a Julia para hacer un ejercicio. Sabia que era tímida, pero también sabia que si la retaba ella iba a hacer todo lo posible por ganar, solo la estoy ayudando, no me juzgueis.

¿Que que me apuesto? A veras. -me miro decidida-

-Señorita Julia...¿me podría responder esta pregunta? 1,678 × 299,284. ¿Cuanto es?

-Emm...

-¿Se la digo yo?

-Marta callate, haber de lo que es capaz por ganar.

-Es 502,198,552. -Dijo una rubia bajita-

-Vaya vaya...Alba Reche, te felicito. -empece a aplaudir irónicamente- ¿De donde sacas tanta inteligencia?

-¿Y de donde sacas tu tanta gilipollez? -decía, mientras me observaba de arriba abajo- Golpe duro ¿eh? -sonrío de lado-

-Cuando quieres eres horrible.

-Acostumbrate, dos metros.

-Icistimbriti, dis mitris. -dije con voz de niña pequeña- ja, bajita.

-Te vas arrepentir de tus actos, Lacunza.

-¿Crees que te tengo miedo? -arquee la ceja-

-Yo creo que más que eso.

-Pues ataca, adelante. -me incorpore-