CAP.14

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19, Abril.

Me encontraba tirada en la cama, pensando, procesando, la ultima vez que me cruce con Alba fue por ¿Febrero? Hace dos meses. Se cambio de clase, y ahora, iba a otra. No se si realmente le gusté, es decir, no lo he pensado, creo que solo fuí para ella una atracción algo feroz, pero mi mente aun recordaba esos ojazos que derramaban miel, que miraban con cautela cada parte de mi. Sí, quizás añoraba esos ojazos. Los mios siempre la miraban tensos, en busca de algo, con rapidez siempre intentaba apartarlos cuando los suyos se querían encontrar con los mios. Parecía que siempre buscaba una respuesta de mi, y sin embargo, yo la evitaba o solo le daba preguntas. Por alguna extraña razón, sabía que eso a ella, no le llenaba.

Ella se había convertido en mi vicio desde que empezamos el año, desde que dijo "Profesora, falto yo, soy Alba Reche." desde que me quito el cigarro, le dio la última calada, me guiño coqueta y, se perdió entre la gente, o desde que intento algo con migo en las duchas, sin apenas conocernos, la pasión era grande, y el odio hacía mi también crecía y crecía. Sabía que si me fijaba más en ella iba a sufrir, suspender el curso, perder mi dignidad, regalarle mi corazón, estar a sus pies y, la verdad, eso no me lo quería permitir. Quería centrarme en mis cosas por mucho que me costara.

Aunque pasaba de ella, al mismo tiempo me dolía, pero no entendía el por que, la persona que jugo con migo debería de odiarla y sin embargo, simplemente y solamente, intento evitarla y, por decisión de mi bienestar. Realmente me gustaría arder en su fuego, saborear nuestra toxicidad, alguna que otra vez, me excitaba. Me imagino un lienzo vacío, totalmente blanco, esperándome para plasmar todos mis sentimientos, en tan solo, unos cuantos trazos de pintura intensa.

Necesitaba liberarme, evadirme de todo y, centrarme en mi.

Me dormí pensando "A partir de mañana, una nueva Natalia llegará."

Y así fue.

Fui hacía el instituto, tenia el pelo liso, el flequillo recto y una coleta. Mi pelo no era muy largo a decir verdad, apenas rozaba mis hombros. Me puse un pantalón jogger con cadena, que me flipaba y, una sudadera finita blanca con rayas negras. Llegue y, ahí estaba Marta.

-Natalia. -murmuro-

-Dime, Marta ¿pasa algo cielo? -intente mirarla ya que se escondía entre sus brazos-

-Es que...no se como decirtelo.

Parecía preocupaba y temerosa, se esperaba lo peor de mi y eso me dolía.

-Venga mi Martita, si sabes que me puedes contar todo ¿si? -le esboce la sonrisa más sincera que pude-

Ella sonrío tímidamente mientras asentía.

-Veras...me e metido en un lío. -decía, mientras jugaba a dar vueltecitas con los dedos- un lío con...con bueno ya sabes..María.

-¿Estáis de lío? -pregunte totalmente alerta-

-¿Que? ¿En que momento se te ocurre...? Calla calla mujer. Un lío de pelea, ya sabes como es de traviesa y la valentía, le sobra.

-Menos mal, que susto...bueno, si no quiere entrar en dialogo...sabes que voy a boxeo...quizás podría ayudarte ¿no crees?

-Un poco injusto ¿dos contra una? Sí se entera me trae a medía España, parece una chica de tener contactos.

-Tienes razón, y tampoco es que yo le caiga muy bien. ¿Sabes que? A veces pienso que tiene razón, que aquello que me dijo de "aquí las personas no estamos cuerdas" era totalmente cierto y, me lo dijo en un momento en el que mi corazón estaba ausente pero mi mente no y, esas palabras, aunque pareciera que no, se me quedaron dentro ¿sabes? Se me grabaron y, con el tiempo, me e dado cuenta de que tenia razón, aquí no estamos cuerdos.

-Vaya, fíjate por donde yo creo que tu y yo somos las más cuerdas de aquí.

-Es otra opción.

-Bueno, y Reche, Alba Reche también me parece cuerda, a veces.

Me tambaleo el corazón.

-Pue...pueda ser, tampoco la conocemos Marta..-decía nerviosa-

Me interrumpió.

-Ya pero si tan solo con fijarse, más o menos puedes conocer a las personas, solo tienes que estar atenta y, callada. Observar cada cosa que haga o diga, gestos...como se expresa o como intenta salir de un apuro. Pero eso es muy difícil si esa persona te interesa, tu cuerpo te pide hablarle y conocerla interiormente, quizás te rechace o, te deje conocerla ¿quien sabe? Todos somos un mundo con mil misterios, Natalia.

-Somos mapas llenos de lugares sin descubrir y, con una aventurera o aventuro, que se quiere adentrar en esos lugares y explorarlos.

-Exacto. Pero en tu caso, aventurera. Siempre seras mi bollera fav.

-Te quiero Martita. -le di un beso en la mejilla.- a ver cuando admites que eres bi, cariño. -me reía, y ella me miraba con ojos de matanza-

No podía pedir más, las conversaciones con Marta eran pura fsntasía, gracias a ella podía liberarme y ser quien quiero ser sin que nadie me manipule ni juzgue.

-Bueno ¿que vas a hacer con lo de María?

-Acompañame por favor, estoy cagada.

-Nunca te negaría algo así.

Por mala suerte, María iba por los pasillos, ella era más bien, el perfil de una persona pasota, le daba todo igual, solo quería buen royo, , pero la gente con la que iba le hacia cambiar su carácter a mal, le hacían ser "la malota del instituto" por llamarlo de alguna manera, pero yo se que en realidad, María es pequeñisima por dentro y, una tia que vale la pena conocer, una pena que le hayan echo perder la cordura.

-Hombreeeeee...¿a quien tenemos aquí? -Se paro delante nuestra, con los brazos cruzados-

-Oye María, veras, cuentame que a pasado para que quieras con tantas ganas y vacileo pegar a mi amiga, Marta.

-¡No me dijo las respuestas en un examen! -se puso roja al gritarlo-

-¿Vas enserio? - pregunte mirándola como si fuera una niña de cinco años malcriada-

-¿Me ves cara de broma? - se acerco más-

Marta estaba literalmente cagadisima.

-¿Que era ese examen para ti, María?

-¿¡Que que era!? ¡Era mi más mínima escapatoria! Sí hacía ese examen bien, si lo aprobaba ¡me sacaban de aquí! Y gracias a tu amiguita ¡suspendí y aun me queda lo que queda de este año y el siguiente! Si es que no repito de nuevo, claro.

-Vale, lo primero de todo relajate, respira hondo y piensa en cosas que te hagan sentir bien. -decía mientras yo también lo hacía-

-¿De verdad te crees que tu puto yoga o lo que sea que quieras hacer con mi mente te va a funcionar? Yo a tu amiga le parto la cara...¡le parto la puta cara!

-Relajate, que pareces una asesina nena.

-Quizás lo sea.

Se fue.

¿Por que no dejaba cuidarse, ni dejar controlarse por la tranquilidad y la relajación? Esta chica es puro nervio.

-Tu puto yoga dijo...

Dijo Marta pero, a los pocos segundos estayamos a risas.

No vi a Alba todo el día y, eso me alegro bastante, me despejó de la rutina de siempre, que era mirarnos y fingir que no sentíamos nada, al menos por mi parte, ella ya no me miraba con su mirada tan odiosa, simplemente, me miraba con indiferencía, como si fuese una más y es que creo que soy eso para ella, una simple y aburrida persona más.

Tú Mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora