Tú Mirada.

CAP.12

Natalia's POV

Joder, treinta horas para vestirme, sí es que aun hace mucho frío por la mañana, estoy completamente erizada.

-¡Hija!

-¡Que!

-¡Hijaaaa!

-¡Queeee!

-¡HIJAAAAAAAAAA!

-¡QUEEEEEEEEEEE!

Sí, mi madre y yo nos solíamos gritar desde una punta de la casa cada una.

-¿Te falta algo?

-Mama sabes de sobra que ODIO y cuando digo ODIO es que ODIO que me chillen por la mañana.

-Y a mi que me contesten de esa manera, anda tira a clase.

-Iba a ir de todos modos eh

-Ya ya...por supuesto.

**
-¡El trabajo se hace en parejas!

No se por que pero note varias miradas sobre mi.

Al salir de clase note la suave brisa del aire en el patio, aquellos veinte minutos de la más pura gloria para evadirte de aquellas clases tan torturadoras. Sentí mi mobil vibrar.

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Alba: Hola, bueno ¿recuerdas el trabajo de ingles? Lo de "¡El trabajo se hace en parejas!" He pensado en que lo podríamos hacer tu y yo, el trabajo, aunque no aceptes sabes que sí lo vamos a hacer igual.

Natt: Vale, esta bien, iremos juntas.

Pues bueno, ya se veia venir.
Nos caemos mal pero en el fondo algo hay.

-Te aplaudo, te felicito, es más, me cago en tu tia la de cuenca. -decía Marta, en plan madre- ¿Que haces haciendo el trabajo con la persona que te odia? ¿QUE HACES? Osea ¿en que puto momento tia?

-Tia relajate..-me interrumpió-

-Que no que no, que no me relajo, que esa tia solo busca el mal para ti y tu pareces sadomasoquista tia.

-¡Hey! ¿una tila doble para Martita? -dijo Julia cachondeandose del mal humor de Marta-

-Tú dí algo más y...

-¿Y que? 

-Que te calles.

-Vale vale...bipolar.

Me estaba estresando, tenia un lío mental en mi cabeza, no sabía que hacer, de los nervios rompí mi lápiz, pero aun pensativa.

-¡Hey! -dijo María acompañada de Alba-

-¡Que coño quieres! -grite sin pensar-

-Oye te me vas relajando, que voy a buenas.

-Llevo un lío mental de mierda María, lo siento.

-No no, tranq si es que a mi no me mola que me chillen ¿me sigues? Así que por tu bien, en tu vida me chilles.

-Que sí.

-Lacunza, últimamente tienes un carácter extraño. -dijo Alba incorporándose en una mesa-

-¿Acaso me conoces como para saber como me suelo comportar?