Cappuccino

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Taehyung se levantó de la mesa y caminó hacia su casa. No quería subir a un taxi ni hablar con nadie, se detuvo un momento bajo un árbol y se sentó, era invierno, la estación favorita de Jungkook y para mayor exactitud la temporada en que se conocieron.

"¿Haz notado que esta estación es perfecta? Es como si todas las personas se volvieran buenas, el olor a pino, el chocolate y las nochebuenas..."

Nunca antes se había sentido tan solo, incluso cuando no estaba con él recordaba sus brazos rodeándolo con fuerza mientras se escondía en su pecho. Aquella sensación de seguridad que le daba el sentir sus latidos fuertes, la calidez de su corazón y el sabor de sus labios.

Secó sus lágrimas y se puso de pie tenía mucho que hacer y el tiempo era injusto, pero sobretodo tenía que encontrar la manera de acercarse a él, no estaba dispuesto a dejarlo ir nuevamente, esta vez tenía que apostar todo.

¿Pero cómo? Está claro que las personas cambian después de ser heridas y V se propuso herirlo hasta que no tuviera motivos para quererlo cerca, al parecer había funcionado, pero falló en algo, no tenía una forma de sacar a su conejito de su corazón.

Caminó hasta llegar a la avenida, subió a un taxi y se apresuró a llegar a casa, quería estar solo, quería hundirse en sus propios pensamientos y tal vez, solo tal vez, escuchar una vez más alguna de las canciones que Jungkook le había dedicado.

Tae se obsesionaba con la lógica, creía que todo en el universo tenía un orden y cada pregunta una respuesta, pero esta vez no tenía preguntas sólo sentimientos.

Tomó el teléfono y llamó esperando escuchar su voz irritada por la hora, pero solo respondió una grabación.

No tenía mas opción, debía llamar a alguno de los conocidos de Kook, aunque pudiera parecer un acosador profesional, debía arriesgarse.

Después de todos esos años, no esperaba que su dirección fuera la misma y mucho menos que no tuviera un empleo o algún lugar al que ir durante el dia.

Tras varias llamadas y mensajes, uno de ellos respondió de manera positiva.

MinJae le platicó a grandes rasgos un poco de la vida nueva de Jungkook.

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Eran las 6 am y Jungkook no podía pegar un ojo, decidió levantarse e ir antes a la escuela para olvidarse de lo que sentía, para él la música era la cura para todo, amaba las artes y odiaba la lógica.
Sentir sin razón y amar sin medida era su regla, tomó sus audífonos y subió el volumen lo más alto para dejar que la melodía hiciera efecto
"I don't wanna miss a thing" de Aerosmith lo acompañó de camino al anfiteatro, en cuanto abrió la puerta lo vio ahí sentado junto al piano, al principio creyó que soñaba pero al quitarse los audífonos lo escuchó hablar.

-Te traje café -Le dijo Taehyung sonriente -la verdad es que no recuerdo como lo tomas, así que espero que no odies los cappuccino.

Jungkook lo miró lleno de odio ¿Qué quería? Le costó tanto sacarlo de su cabeza que tenerlo ahí parecía una burla.

-¡¿Qué haces aquí?! .

Preguntó en voz alta, casi gritando, mientras le daba la espalda, V dio unos pasos hacia adelante, el aroma de ese chico le traía recuerdos, el invierno en que se conocieron, su mirada evasiva que tanto lo enamoraba... su primer beso. Le rodeó la cintura, lo abrazó con fuerza y recargó el rostro en su espalda, era la primera vez que necesitaba sentirlo así, quería que sus cuerpos se volvieran uno, extrañaba el sonido de su corazón que sabía que aún latía por él.

-Te amo...

Jungkook se quedó pasmado, deseó tanto ese momento durante varios años y ahora le parecía irreal.

Aunque si había algo que él odiaba era que las personas lo vieran llorar, cada vez que se sentía vulnerable prefería salir corriendo y huir de lo que sentía, pero esta vez no sería así, se quedó ahí esperando a que sus demonios corrieran a esconderse detrás de su ira.

-Tú no sabes lo que es el amor...

Le dijo mientras tomaba sus manos con fuerza para arrancarlos de su cuerpo, tragó saliva y caminó hacia la salida.

Tae era muy malo para expresarse y ese era el peor momento para intentarlo, pero valía la pena, después de todo no tenía nada más que perder.

-¡Lo siento! ¡Estaba asustado!- gritó mientras se acercaba con pasos apresurados.- Quiero decirte muchas cosas pero nunca te detienes...

- ¿Disculpa?- Kook hizo una mueca de desagrado, es cierto que no quería escucharlo pero por otro lado sus palabras lo perturbaban. -V ¿A qué viniste?

Taehyung se quedó pensando en una buena manera de hablar sin llorar, dio media vuelta y cerró los ojos para comenzar su disculpa, trató de explicar el motivo de su partida que incluso para él era injustificable. ¿Se asustó? ¿De qué? Para algunas personas el primer amor causa un choque de mundos en su vida y para él, este era el caso, no sólo porque nunca antes lo había sentido, también por el hecho de que no podía aceptar qué se había enamorado de un chico, antes le era fácil decir qué le gustaban.

Pero llegar al grado de perder la cabeza por uno... ese era otro tema. ¿Cómo se lo diría a sus padres? No tenía claro si tenían un largo futuro juntos o si funcionaría.

Tenía solamente 17 años y haber nacido en una familia conservadora y religiosa que pretendía casarlo con alguna chica guapa y con dinero, no ayudaba mucho a su situación.

Pero tampoco tenía el corazón para decirle a Jungkook que su situación económica y su género eran razón suficiente para que su familia no lo quisiera cerca de él.

Debía encontrar un modo de hacer que él lo odiara y de ese modo, después de un tiempo, después de curar sus heridas emocionales, Kookie por fin podría ser feliz sin él, sin siquiera recordarlo.

Jungkook lo miró detenidamente, sentía como si todas sus emociones se hubiesen juntado, quería llorar y al mismo tiempo sentía tanta rabia que lo único que quería hacer era quitarlo de en medio para salir corriendo, pero ahí estaba, tan frágil frente a él esperando una respuesta.

Sonrío irónicamente. Se acercó lentamente y lo abrazó suavemente, no sabía si el sentimiento sería duradero. Pero al menos debía aprovechar ese instante, tal vez se iría de nuevo y esta vez para siempre.

-Tengo que irme Tae, tal vez hablemos otro día, discúlpame.

Kook tomó el café que Tae le había llevado y dio media vuelta, no era justo quedarse ahí simplemente esperando a que un milagro pasara y sus vidas regresaran 5 años para poder enmendar lo que había hecho.

Capitulo dedicado a:
ArmyQ09 gracias por alentarme a publicar y por aconsejarme siempre.

Crónicas de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora