Amargo como el azúcar

628 83 7
                                    


La luz de la ventana lo molestaba un poco, sus ojos dolían mientras intentaba abrirlos. El sonido de un beep lo molestaba.

Su espalda dolía y su boca estaba seca.

Cuando por fin pudo abrir los ojos, una peculiar voz aguda y un rostro pálido, llamaron su atención.

-Pensé que tardarías menos en despertar.

El castaño se removió en la cama, su rostro reflejaba dolor y preocupación.

-Hyung... ¿En dónde está hyung?

El pelimenta se levantó del asiento y dejó su libro sobre la mesa frente a la cama.

-Iré por el médico.

-Yoongi... ¿En dónde está Mingyu?

El pálido hizo caso omiso a la pregunta del castaño y salió en busca de Jong In.

Le había prometido a Jimin que cuidaría de Jungkook mientras él y la señora Jeon iban a comer algo.

Habían pasado dos meses desde el accidente y Jungkook no había despertado.

Su madre estaba desconsolada, pues los médicos, con excepción de Jong In, le recomendaban desconectar a Jungkook.

Namjoon iba constantemente a visitarlo. El padre de Jungkook trabajaba arduamente para poder pagar las facturas y que su hijo no careciera de ninguna atención. Aunque por alguna razón, desde hace un mes, un benefactor desconocido había saldado las cuentas.

Yoongi se sentó afuera del hospital después de informar a Jong In que su amigo había despertado.

El doctor no tardó en correr hasta el cuarto de su menor.

Pidió a Yoongi que esperara afuera y que informara a Jimin y a la madre de Kookie que el chico estaba fuera de peligro.

Solo tenía que revisarlo una vez más y comprobar que las lesiones estaban sanas. Durante el tiempo que estuvo inconsciente, él se encargó de hacer diferentes estudios a su amigo, pues quería saber el motivo para que no despertara. pero al parecer, todo estaba bien.

Yoongi encendió un cigarro y esperó a que Jimin llegara al hospital.

Quería abrazarlo y decirle lo mucho que lo había extrañado.

Desde hace un mes, se habían vuelto más cercanos, al parecer, su padre tenía razón, "la perseverancia era la clave"

De cierto modo, saber que Jungkook estaría bien, le daba una sensación de paz, pues incluso si no le agradaba por ser el ex novio de Jimin, lo apreciaba por haber cuidado de Jiminie en los momentos difíciles.

Suspiró mientras escribía un mensaje.

"Nuestro amigo está de vuelta. Por favor no tardes"

10 segundos bastaron para que su teléfono comenzara a sonar.

Mi Min <3 

Llamando...

-¿Sí?

-Yoonnie... ¿no estás bromeando verdad?- el chico al otro lado de la linea se escuchaba realmente feliz y emocionado.

-¿Por qué lo haría? Jong In está revisándolo justo ahora, así que no tardes o tendré que soportar las preguntas de la galleta, y sabes que no me agrada del todo.

Jimin soltó una tierna risita y contagió al pálido con su felicidad.

-Solo no tardes mucho. Trataré de conversar con él, aunque... preguntó por Mingyu... 

Jiminie, ¿Qué debo decirle?

Un silencio incomodo se hizo notar del otro lado de la línea.

-Llamaré a Nam, él podrá explicarle todo.

Mientras tanto, dile que su madre está muy feliz y que ya vamos en camino.

Yoongi asintió y cortó la llamada, no sin antes decirle que lo había extrañado mucho aunque solo habían pasado un par de horas.

-Bien, Min Yoongi, es hora de cumplir con tu parte del trato.

Buscó una tarjeta en su billetera y marcó el número escrito con una nota pequeña.

"Llama si tienes noticias."

-¿Diga?- una voz familiar respondió al tercer timbrazo.

-Despertó, es tu turno de actuar.







Crónicas de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora