...corresponde una reacción

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Hoseok miraba sus manos mientras esperaba alguna respuesta de Taehyung.

Temblaba, sus ojos estaban rojos y algunas lágrimas empezaban a caer, nunca en su vida se había sentido tan roto y culpable.

-Yo solo quería arreglar lo que Mingyu rompió, quería que tuvieras tu final feliz, y mira lo que hice...

Apretó fuerte sus ojos y comenzó a llorar.

Taehyung se acercó lentamente y lo abrazó.

-Gracias por cuidar de mí, por devolverme la vida que me arrebataron.- sacó la pequeña cajita que Hoseok le había entregado.- gracias por cuidar mis recuerdos todos estos años.

Sacó el colguije que Jungkook le había dado y sonrió dejando una suave caricia en la mejilla de su amigo.

-Estoy seguro de que si no hubieses llegado, ninguno de los dos estaría con vida.

Hoseok se limpió las lágrimas y sorbió su nariz.

-Tae... yo solo quería devolverte lo que estúpidamente te quitamos.

Taehyung lo abrazó suavemente y comenzó a acariciar su cabello.

-Hyung y Jungkookie van a estar bien. Porque ambos tienen promesas que cumplir, no pueden morir y dejarme solo.

Un par de lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. Cerró los ojos para disimularlas y se alejó suavemente.

-Iré a pedir informes. Deberías quedarte aquí y respirar un poco. Volveré cuando sepa algo.

Hoseok asintió y se sentó en el asfalto. No quería entrar de nuevo y ver esas caras tristes que esperaban lo peor.

Siempre se preguntó como hacía Taehyung para soportar tanto dolor y seguir manteniendo esa sonrisa tan noble y transparente.

Metió la mano a su chaqueta y sacó un sobre con algunas manchas de sangre

"Taehyung"

Era lo único que tenía escrito en el frente. Mingyu se lo había dado antes de quedar inconsciente.

"Asegúrate de entregárselo, esa es tu última misión, solecito"

-Debí decirte que era una mala idea... debí ayudarte a salir de eso... debía ser tu amigo.

Hoseok apretó con fuerza el sobre y dio un fuerte golpe a la pared.

-Te juro, Kim Mingyu, que voy a cuidar de ti, como debí hacer en un principio. Solo por favor no te mueras.

Vamos a arreglar esto juntos, pero despierta.

-Se escucha como si estuvieras en deuda con él.

Hoseok levantó el rostro rápidamente.

Un joven pálido y delgado se acercó y le ofreció un cigarrillo.

-Está prohibido fumar en los hospitales.

-Estamos afuera.- respondió el pelimenta.- pero si no quieres, también puedo escucharte. No soy bueno hablando, pero no me cuesta nada guardar silencio mientras tú hablas.

Estiró su mano en dirección del chico que secaba sus lágrimas con el puño de su suéter, para ofrecerle un paquete de pañuelos desechables.

-Min Yoongi.

-Jung Hoseok.- respondió el azabache mientras tomaba los pañuelos.

-se sentía solo, culpable y vacío. Necesitaba un amigo o familia.

Quería arreglar el desastre que causó, pero en lugar de ayudarlo, le dije que era un bastardo y se merecía todo lo malo que le pasaba. Creo que intentaba que yo fuera su amigo, pero no lo quise escuchar.- su llanto se intensificó.

Después de eso, solo enviaba dinero y preguntaba por la salud de Taehyung.

Hace una semana, cuando todo se fue al demonio, fue a verme y me pidió ayuda. Quería decirles todo, a ambos chicos. Y yo, muy estúpidamente le dije que me encargaría de hacer con él, lo mismo que había hecho con Taehyung. Estaba tan lleno de ira por el daño que se causaba mi TaeTae, que no medí las consecuencias de mis palabras.

Comencé a insultarlo y golpearlo hasta que respondió. Le dije que lo odiaba por hacerme perder lo único bueno que había tenido. Él solo me miró y sonrió como si ya no le importara nada.

Mingyu no es malo. Solo tuvo mala suerte y se equivocó. El malo aquí, soy yo. Por darle la espalda cuando me necesitaba...

-Tu amigo va a despertar y podrás cuidar de él. Hoseok tu tampoco eres una mala persona.

El chico se veía tan destrozado que no pudo resistirse a brindarle una muestra de comprensión sincera, Yoongi se acercó hasta quedar a su altura y lo abrazó.

Crónicas de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora