Un poco de esperanza.

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-Antes de abordar, me pidió que te dijera que nunca dejó de quererte y que siempre lo iba a hacer.

Esa fue la última vez que lo vi. Su cabello aún era gris, por si te interesa.- dijo el ahora pelirrojo, al joven que se incorporaba lentamente sobre la cama de hospital.

El pelirrojo tomó un vaso con agua y lo acercó al pelinegro que se quejaba lo menos posible.

-¿Sabes en donde puedo encontrarlo?- preguntó con voz casi inaudible.-Hoseok... ¿en dónde está Taehyung?

-Eso depende de cuantas ganas tengas de volverlo a ver.

Resumiendo lo sucedido en esos meses, Hoseok le contó todo.

Desde el hecho de que Taehyung se hubiese cambiado de colegio, su tío cubriera los gastos de hospitalización de Kookie, y que el mencionado hubiese despertado un par de semanas atrás, pero debido a lo débil que se encontraba aun, no quiso decírselo en ese momento.

Mingyu se removió nuevamente sobre la cama.

El médico le había dado malas noticias, al parecer el golpe que sufrió le había dejado una seria lesión en la columna, por este motivo, no sería capaz de caminar nuevamente.

Hoseok se sentó a su lado y tomó su mano. Como lo había prometido mientras él se debatía entre la vida y la muerte, ahora era su amigo y no lo dejaría solo en esos momentos.

-¿Sabes que siempre espere algo así?

Supongo que me lo merezco después de todo...

Hoseok lo miró entristecido. Al parecer no había nada que pudiera hacer para ayudarlo.

-Solecito.

El pelirrojo levantó la mirada, hace mucho que Mingyu no lo llamaba de ese modo.

-Sabes que Taehyung solía escribirle a Jungkook, ¿no es así?

Hoseok movió la cabeza afirmando.

-El día que quise hablar con él encontré algo que llamó mi atención.

Señaló el armario frente a su cama. Estar en su propio departamento era más cómodo que pasar el resto de su incapacidad en el hospital.

El menor abrió las puertas y buscó en el cajón la pequeña caja que le fue mencionada por el azabache.

La llevó hasta la cama y la abrió para ver el contenido.

-Rayos... ¿qué se supone que debemos hacer con esto?

-Hace un par de días te escuche hablando con un chico, Yoongi. Creo que él podría ayudarnos. pero antes, Hoseok, ¿eres gay?

El rostro del pelirrojo se tornó del mismo tono que su cabello.

-¿Estás loco? ¡N-no soy gay! Eso y que... que ¡Yoongi tiene novio!-respondió totalmente apenado al recordar lo último que dijo después de colgar.

"Sería muy feliz si te vuelvo a ver"

-Mhn. Bueno, no importa. ¿Me harías otro pequeño favor?

Hoseok lo miró confundido, no esperaba que Mingyu le pidiera algo así, y mucho menos que lo hiciera de ese modo tan decidido y animado.

-No voy a preguntar si estás seguro, pero... ¿Por qué?

Mingyu sonrío de manera cansada, pero sincera.

-Cuando todo esto termine, quédate conmigo, ¿quieres? Realmente necesito un amigo como tú en mi vida.

-Kim Mingyu, si te atreves a rendirte, voy a quitar el seguro de tu silla de ruedas mientras bajas una rampa. ¿Entendiste?

Mingyu soltó una carcajada contagiando a Hoseok con su alegría y determinación.

-Gracias...- fue lo último que dijo el pelinegro antes de que Hoseok saliera completamente de la habitación.

Crónicas de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora