Taehyung acariciaba suavemente el rostro de Jungkook, como si fuera a romperse con el tacto de sus dedos.
Había convencido a la señora Jeon de regalarle unos minutos para despedirse de su hijo.
Había pasado tres semanas desde su accidente y ninguno de los chicos abría los ojos.
La buena noticia, es que ya no estaban en peligro la mala noticia era que corrían el riesgo de un daño permanente.
-Una vez, cuando te miraba tocando el piano, pensé en simplemente abrazarte fuerte y después alejarme de ti.
Todos los días me pregunto si eso era lo correcto.- suspiró.
Acarició su cabello dejó un suave beso sobre su frente.
-He hablado con Jimin durante estas dos semanas, él me ayudó a convencer a tu madre. De no ser por su ayuda, ella jamás le habría permitido la entrada a un extraño... Jungkookie, tienes que despertar. Mingyu hyung y tú, tienen que estar bien.
Sabes, solo he venido a despedirme. Mi padre va a trasladar a hyung a un hospital cerca de casa. Y yo... yo quiero quedarme a tu lado, pero al mismo tiempo, quiero cuidar de él... ¿qué debería hacer?
Si tan solo pudieras responderme una vez más.- dejó la pequeña cajita negra que Hoseok le había dado, sobre la mesita junto a su cama.- JeonKookie... ¿crees en esa leyenda? Porque no quiero perderte de ninguna manera.
Una pequeña lágrima comenzó a rodar por su mejilla.
Sonrió de nuevo y se acercó lentamente hacia los labios de su mayor, que lastimosamente se encontraba inmóvil en aquella cama de hospital.
-Para cuando despiertes, espero que no me hayas olvidado...
Dejó un suave beso sobre sus maltratados belfos y acarició su mejilla por última vez.
Caminó hacia la entrada y giró lentamente la perilla para no hacer ruido. Una parte de él, se decía internamente que Jungkook solo estaba dormido. Y otra... le decía que debía resignarse a lo que los doctores habían informado.
Jungkook probablemente no despertaría jamás.
Caminó por el pasillo hacia la entrada, su padre lo esperaba.
Taehyung abrazó fuertemente a su padre y se desmoronó en sus brazos, estaba reamente aterrado de que su primo o Jungkook pudieran quedar en coma o simplemente morir en un pequeño descuido.
El hombre comenzó a acariciar su espalda y lo consoló diciendo que Jungkook quedaría en buenas manos, además de que el daño que había sufrido, era menor.
Pero sobre todo, que podía volver a verlo cuando él quisiera.
Subieron al auto y con una última mirada, Taehyung se despidió de su amado Jungkook.
-Papá...
-¿mhn?
-¿Sería muy egoísta de mi parte si no quiero ir contigo? Es que...
-No tienes que explicar nada Taehyung.- su padre lo miró de manera tierna.- ya haz hecho suficiente con cuidar de Mingyu durante este tiempo, tu madre y yo, nos haremos cargo.
pero hijo... ¿A dónde quieres ir?
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Taehyung abrazó a su padre por última vez.
Su equipaje ya estaba registrado y su vuelo había sido anunciado.
El traslado del su colegio tomó menos tiempo de lo que pensaron. Así que no tenía más motivos para quedarse en la ciudad.
-¿Qué le digo si despierta?- preguntó el joven que acompañaba a su padre.
-Dile... que nunca dejé de quererlo, y que siempre lo voy a querer...
El peligris sonrió del modo tan único en que solo él sabía hacer, tomó su abrigo y dio media vuelta para subir al avión.
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-Esa fue la última vez que lo vi.- dijo el ahora pelirrojo, al joven que se incorporaba lentamente sobre la cama de hospital.
-¿Sabes en donde puedo encontrarlo?- preguntó con voz casi inaudible
-Eso depende de cuantas ganas tengas de volverlo a ver...
Hola!
¿Adivinen quien despertó?
Bueno... les platico que estamos en la parte final (ahora sí :) )
Espero no decepcionarlas con los siguientes capitulos.
PD: Recomienden la historia
PD2: Estoy escribiendo una nueva historia, esperenla! por favor denle mucho amor...
PD3: Borahae!!!!!! mis hermosas lectoras <3
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Crónicas de un corazón roto.
Fanfiction"Los japoneses tienen la creencia de que las personas destinadas a conocerce, están conectadas por un hilo rojo invisible..." "No sé si creo en el destino Kim, y esa estúpida leyenda tiene un vacío legal, igual que todo. Que sus corazones estén uni...