Tan perfecto que deberías llamarte "Arte"

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Taehyung solía pasar todos los días frente al anfiteatro, desde que supo que era Jungkook quien tocaba el piano por las mañanas, se detenía siempre a la misma hora solo para escucharlo cantar.

Se quedaba pegado a la puerta, que siempre estaba semi abierta. Admiraba al joven castaño mientras cantaba. Los pocos minutos que compartían, le bastaban para aprenderse de memoria los detalles de su rostro.

I Won't give up de Jason Mraz comenzó a sonar.

"¿Guitarra?"

Se preguntó. Eso era nuevo

Taehyung entró y se sentó en una de las sillas de la última fila. Las manos de Jungkook se deslizaban con destreza por cada una de las cuerdas. Cada palabra que expresaba con su melódica voz, parecía contarle una historia a Taehyung.

Eso confirmaba su teoría, el amor era música... y Jungkook era arte.

Se veía tan perfecto que no se atrevía a interrumpirlo. Al finalizar la canción se puso de pie y caminó sin hacer ruido hacia la salida.

-¿Ya viste suficiente?- preguntó Jungkook mientras sonreía y dejaba de lado el instrumento.

-Yo... L-lo siento.- respondió Taehyung girándose para mirarlo.- No quería incomodarte.

-No lo hiciste. De hecho, suelo tocar para ti todas las mañanas desde hace... ¿Tres semanas?

-¿Cómo lo...

-¿Supe? Taehyung, no eres invisible.

El menor abrió la boca ligeramente expresando sorpresa de su parte.

Jungkook soltó una carcajada.

-Bromeo, Namjoon me dijo.

Caminó hasta él y lo invitó a sentarse a su lado.

-¿Te gustó la canción?

Taehyung movió la cabeza de manera afirmativa.

-Cuenta una vieja leyenda japonesa, que las personas destinadas a conocerse, están conectadas por un hilo rojo invisible. Dicen que la luna sale todas las noches a colocar estos hilos a las almas gemelas. Que no importa el tiempo o la distancia, este hilo permanece siempre atado a sus meñiques, uniendo de esta forma sus almas.

Dicen que este hilo guía siempre a las personas, para que nunca se pierdan. Este hilo simboliza, la magia del corazón.

Taehyung lo miró a los ojos. Su rostro sonriente era tan hermoso, su cabello ligeramente largo, sus largas pestañas. Quería besarlo. Quería acariciarlo y guardar en su mente cada detalle de su perfecta piel.

Su corazón comenzó a latir de manera lenta y fuerte. Había algo en ese momento que le gritaba que esa leyenda era real, que estaba justo ahora frente a esa otra parte del hilo.

Sabes que estás frente a la otra mitad de tu corazón cuando lo miras a los ojos y en lugar de verlo a él, te miras a ti mismo siendo otra persona. Siendo una mejor persona. 

Levantó su mano con la intención de tocarlo, pero el solo hecho de pensarlo, hacía que una especie de corriente eléctrica  recorriera toda su espina dorsal.

-¿Y tú crees en leyendas?- preguntó finalmente.

Jungkook sonrió de manera amplia, se puso de pie y le dio la espalda dispuesto a marcharse. Su hora de ensayo ya había terminado.

-¿En leyendas? No.- Se detuvo antes de salir.- pero creo en el amor. ¿Y tú?

Finalizó su dramática salida dejando la puerta abierta.

Taehyung se quedó pensando unos segundos hasta que la bombilla en su cerebro se encendió. Se paró rápidamente y corrió para alcanzarlo, pero el castaño había desaparecido entre los pasillos.

Sonrió.

-Creo en ti... ¿Eso basta?- susurró

Les dejo el link de la canción que cantaba Jungkook para Taehyung.
¿El motivo?
Creo que es perfecto para la historia, y sobretodo, para ellos dos...
Espero que la disfruten y pueda llevarlos hasta ese lugar en que se encuentran ellos dos.
💜
~Sky

Crónicas de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora