Agujero negro

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Namjoon abrazó fuerte a su amigo. La noticia de que por fin sería dado de alta, hacía muy feliz al grupo que rodeaba a Jungkook.

Ya solo era cuestión de acudir constantemente al hospital para sus revisiones, pero de parte del equipo médico, no había nada más que hacer.

Jong In se despidió de Jungkook, y aunque no era necesario, lo llevo del brazo hasta la entrada del hospital.

Estaban por cruzar la puerta cuando un curioso chico se acercó y le dio una leve palmada en la espalda.

-¿Tienes dos minutos?

El rostro de Jungkook expresaba no solo sorpresa, sino un shock total al ver a su madre saludar cariñosamente al pelirrojo que con una amplia sonrisa se inclinaba hacia ella.

-Jungkook, ve con Hoseok. De seguro ha estado preocupado en estos días sin saber de ti. Después de todo, no es lo mismo hablar con Yoongi, que verte en persona.

¿Yoongi y Hoseok? ¿En qué clase de universo alternativo se había despertado?

-Te acompaño.- un preocupado Jong In se adelantó a tomarlo nuevamente del brazo, pero Namjoon fue más rápido y lo detuvo en seguida.

-Lo mejor será que hablen a solas.- dijo con voz baja el rubio de hoyuelos lindos.

Hoseok tomó el brazo de Jungkook y caminó lentamente hasta salir del hospital. Llegaron a la pequeña sala de espera y lo invitó a sentarse mientras pedía un par de cafés.

Sacó una pequeña caja de la mochila que llevaba y la entregó al castaño.

-¿Cómo está hyung, haz sabido algo de él?

El pelirrojo sonrió tiernamente y le entregó un sobre blanco con manchas cafés que traía dentro de la chaqueta.

-Mingyu está bien. Se recupera.

De hecho... esto es de parte de él.

-Es para Taehyung... ¿por qué me lo das a mí?

-Es una buena pregunta, Dorothy...

El pelirrojo levantó la mirada cuando un hombre en el otro extremo de la sala lo nombró, y le indicó con señas que debían marcharse.

-Me tengo que ir.- dijo sonriendo nuevamente.- Jungkook...

-¿Sí...?

-¿Fuiste tú quien le contó la historia del hilo rojo a Taehyung?

El rostro de Jungkook palideció ante la pregunta de Hoseok.

-Entiendo.- el pelirrojo se levantó dispuesto a marcharse.- Sabes, mientras estaba en ese lugar, Taehyung solo pensaba en una cosa. Volver a verte.

Jungkook tragó saliva mientras sus ojos se cristalizaban.

-Gracias Hoseok.-se puso de pie y ofreció su mano en un gesto de verdadero agradecimiento, el pelirrojo le sonrió y lo abrazó cariñosamente mientras susurraba algo a su oído.

Después se marchó dejando a un anonadado Jungkook a mitad de la sala.

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El castaño caminaba lentamente hacia la entrada con la pequeña caja entre sus manos. Tenía demasiada curiosidad por ver lo que tenía dentro, pues para ser pequeña, pesaba un poco.

Jimin caminaba de la mano de Yoongi para alcanzarlo, y al verlo de ese modo, tan débil y cansado, soltó el agarre de su novio y se apresuró a ayudarlo.

El malhumorado pelimenta entendió los actos del ahora pelinaranja, caminó más rápido y recibió la caja al castaño.

-Eres un asco galleta, apóyate en mi pequeño Min o vas a colapsar y yo no pienso cargarte.

-Señor Min, no seas grosero con nuestro amigo.

Entre risas y burlas, los tres amigos caminaron hasta el auto de Jimin para llevar a Jungkook a su casa.

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Pasaron 45 minutos antes de que el pálido anunciara la llegada.

Todos bajaron para acompañar al castaño, pero este se excusó diciendo que aún se sentía mareado por los analgésicos y se retiró a su habitación.

Se sentó en la orilla de la cama y abrió lentamente la caja que Hoseok le había entregado.

Sus ojos se cristalizaron nuevamente al encontrarse con que estaba llena de cartas, sacó una para comprobar lo que había pensado. Comenzó a contarlas y encontró que eran más de cincuenta cartas las que Taehyung le había escrito a su antigua dirección, y lamentablemente todas habían sido devueltas.

-Y entonces... ¿qué debo hacer ahora?- susurró mientras acariciaba el sobre.

Crónicas de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora