3ª Manera de Enamorarme.

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"Bésame sin dudarlo."

Uno debe de tener cuidado con lo que pide, aunque en el fondo se que no me arrepiento de esto, mas bien, es lo más comodo que e tenido estos años.

Y ahi estaba yo, recuperado de aquella fiebre rodeado por el brazo de Steve, no, no solo el brazo sino todo su cuerpo; ¿acaso ya era Navidad como para tener este regalo en mi cama?

Esto es totalmente descabellado, me removi de su agarre, tenía que seguir trabajando en la armadura y el capitán me estaba quitando tiempo valioso; no se inmuto cuando me levante, siguio durmiendo y tenia aquella cara de niño perfecto, si estuvieras despierto te diria lo mal que se te ve.

Remontando a los hechos recientes, Steve habia llegado de su misión informandome — sospechosamente — que habia dejado a Sharon Carter y ademas de eso, me recalco repetidas veces — algo muy sospechoso, ¡otra vez! — que ella no era el amor de su vida.

Se que deberia aprovechar esta oportunidad, pero no me quiero ilusionar, ya lo hice por dos años y prefiero mantenerme como el genio, millonario, playboy y filantropo que soy..

— F.R.I dame los planos para el motor de la parte inferior y tambien un cafe cargado — estaba concentrado en unir las pequeñas piezas de la pechera, queria caer en la tentación de subir al cuarto con Steve solo para comprobae si no era un sueño.

Planos listos señor, el cafe esperará un poco debido a que el Señor Steve esta preparandolo, ¿Desea que interrumpa la tarea en proceso?

— ¡No! — casi se me cae una de las micropiezas, me estaba haciendo un maldito cafe a mi —, digo, dejalo que termine no hace ningun daño.

Como diga señor Stark.

Mis manos sudaban mientras seguia construyendo aauella parte, obviamente no me equivocaria en nada por que soy yo, pero los nervios complicaban mi labor como persona e inventor; aun mas cuando lo vi entrar con esas dos tazas de cafe y una dona, cariño me conoces tan jodidamente bien, maldito corazón ilusionista.

— No estabas en la cama cuando desperté — puso las dos tazas en la mesa de al lado.

— ¿Se suponía que esperara? — seguí concentrado en la armadura —, al parecer somos una pareja de casados.

— Se le llama ser considerado — tendió la taza hacia mí mientras sonreía –, como este gesto que hago ahora, consideración.

Rodee los ojos y agradecí por la taza y la dona para seguir trabajando; Steve solo se sentó a mi lado sin hacer algún ruido mientras observaba lo que hacia.
La presencia de El en el lugar era cálida, dibujaba sonrisas en mi cara inconscientemente, no era como si pudiera resistirlas mucho.

— Te vez muy lindo cuando trabajas — me puse nervioso por lo que dijo —, te ves sudado y concentrado.

— Wow, realmente sexy — me aleje de el trabajo que realizaba mientras ponía la silla en dirección hacia el.

— No estoy bromeando.

Una de las manos de Steve se apoyó en la mesa mientras su cuerpo se acercaba a mi, quede perplejo por aquel gesto, definitivamente esto ya no era una broma y si algo era obvio era que el ya no me veía completamente como amigo.

— Deja de bromear Cap — mi voz salió en un hilo ya que su respiración chocaba en mi rostro mientras me reclinaba en el asiento.

— ¿Crees que eso estoy haciendo? — y entonces quedamos a pequeños centímetros.

Solo se escuchó un silencio entre los dos a excepción de nuestras ya exaltadas respiraciones.

— Me gustas, Stark — su voz era ronca y extremadamente varonil — y no es una broma.

Las palabras se trabaron en mi boca, sabia que cualquier movimiento nos empujaría a la unión de nuestros labios, no era como si no hubiera dado un beso antes pero ahora era diferente, él era realmente la persona que amé en algún momento y ahora lo tenía diciéndome esas palabras.
Fue un milagro que su teléfono haya sonado y fuera Nick, cuando Steve respondió era una supuesta junta importante, cosas del ejercito o la fuerza armada que sabré yo.

— Por favor Tony, piénsalo — estaba a punto de irse y quería pedirle que se quedase, tenía miedo de todo, de que terminara igual pero ya había llegado muy lejos para detenerme.

Cuando vi que se fue me desesperé y corrí fuera de aquella habitación, aún no se iba y yo sentía que desperdiciar aquella oportunidad sería un sacrilegio, y si a él no le gustaba pues al demonio.

— ¡Alto Steve! 

Era ahora o nunca, solo sentí como caímos al suelo después del salto que di hacia él y nuestros labios se juntaron; yo esperaba que él me pusiera a un lado y simplemente todo terminaría ahí pero seguíamos.

Sujeto con su mano mi nuca y me atrajo más, esto estaba mal pero realmente sabía tan bien como el maldito infierno, no quería separarme de él pero ahora realmente si odie la llamada de Nick que interrumpo aquel momento haciéndonos separarnos.

— Vendré lo más rápido que pueda — acarició mi cara con su mano —, por favor espérame.

Y así se fue, yo quede solo en la torre pensando acerca de que acababa de pasar y lo difícil que era procesarlo.

*****

La comida se estaba volviendo mi mejor amiga, pero conseguirla no lo era.

Y para distraerme ahí estaba yo, en un supermercado buscando todo lo que pueda llevar que sea comestible a mi hogar, después de todo necesitaba sacar lo que había pasado con Steve.
Este día no había sido malo, era terrible, todo paso tan rápido y mi resistencia fue casi nula hacia lo que él provocaba en mi.

¡Donde carajos estaba mi rencor por haber sido rechazado!

— Ahora solo falta que asalten este maldito lugar mientras estoy aquí — dije para mí mismo.

— ¡Todos al suelo!

Se escucharon los disparos y no pude evitar agacharme, demonios lo que faltaba, solo tenía que dar la orden para ponerme la armadura de una vez.
De pronto los gritos de la tienda fueron menos estrepitosos y se convirtieron en júbilo.

— ¡Por supuesto que yo no me veo así! Ponerte esa máscara barata es el verdadero crimen — sabia de quien era esa voz.

— ¡Spiderman! — una mujer gritó desde el fondo.

Y así él Niño araña salvo aquel lugar, se le veía fantástico con cada patada y sobretodo el traje perfectamente elaborado que llevaba — obviamente marca Stark — , él era un verdadero superhéroe, se merecía más que resolver robos de tiendas a mi parecer.

Una vez termino con su labor, quise pasar desapercibido, mi misión de llevar chatarra a mi hogar era fallida y solo rogaba que aquel gorro y gafas me hicieran irreconocible.

— ¡Hola señor Stark! — demonios — ¿Estaba en el asalto por casualidad?

— Oh no, fui descubierto — rodee mis ojos con sorpresa falsa —, la próxima vez sé menos bullicioso al salvar un lugar.

Me percaté que su brazo estaba rasgado , pase mi mano por este, dios se veía realmente asqueroso.

— ¿Deseas que lo cure?

Su rostro ya descubierto por la máscara estaba realmente rojo, tal vez por que estaba totalmente exaltado pero daba igual.

— ¡N-No se preocupe señor Stark! — tiro una telaraña mientras se ponía su máscara —...tenga cuidado de regreso.

Y me dejo ahí, sin comida, con hambre y totalmente hecho un desastre.

15 Maneras De Enamorarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora