Charles había ordenado que comenzaran a patrullar la ciudad con drones y que ante la más mínima pista le avisaran, pero hasta el momento no había nada nuevo. Mike parecía haberse esfumado. Tampoco creía que el robot volviese a asesinar a alguien en breve con todo el dispositivo policial que había montado. Sería una estupidez por su parte.
- ¿Por qué hay tantos perros abandonados? - preguntó Arthur, sacándole de sus pensamientos.
Se dirigían a Urdent. El inspector quería conocer mejor el pasado de Mike y sus capacidades. Pensaba que, ya que era medio humano, quizás conociendo algún lugar importante para él o algo que le trajese buenos recuerdos, sus posibilidades de encontrarlo a tiempo aumentarían.
- ¿Quién va a querer una máquina de hacer caca y soltar pelo cuando un robot te puede dar la misma satisfacción y es más limpio? - preguntó retóricamente.
- No creo que sea el mismo tipo de satisfacción, inspector.
- Yo tampoco, pero mucha gente sí. - por una vez estaban de acuerdo - Cuando salieron los primeros robots de compañía la gente empezó a abandonar a sus mascotas. Una clara demostración de la deshumanización que estamos sufriendo. - suspiró.
Que un robot como Mike prefiriera la compañía de un perro mientras que los humanos los echaban a la calle como basura era curioso, por lo menos en la cabeza del inspector. Todos los días se veía obligado a mandar a dos de sus hombres a dar caza a estos animales. Eran demasiados y algunos peligrosos, lamentablemente había que hacerlo. Lo que más dolía era ver que algunos todavía portaban collares con placas con sus nombres: "Lulú, Elvis, Maya..." Sobre todo para un hombre como él, que durante años había compartido trabajo con un pastor alemán llamado Rex. El pobre perro había muerto de lo mayor que era, pero Charles y su familia todavía lo recordaban con mucho cariño.
- Ya hemos llegado. - dijo Arthur señalando la nave principal de NY R&D.
Bajaron del coche, pero cuando estuvieron a pocos metros de la puerta, Arthur se detuvo en seco.
- ¿No vienes? - preguntó Charles.
- No.
- Necesito que me ayudes. ¿Para qué has venido si no?
- ¿A usted le obligaron a ver como lo crearon? - preguntó Arthur - Pues yo tampoco quiero.
Lo dijo tan serio que el inspector decidió no obligarlo a entrar allí.
- Como tú veas. Desde luego... lo que tengo que aguantar... - dijo el inspector a la vez que se situaba enfrente a las cámaras de la puerta.
La luz de la puerta se puso verde y esta se abrió. Allí lo esperaba la directora Cooper.
- Buenos días, inspector.
Charles frunció el cejo y dijo:
- Acabemos con esto de una vez.
Montaron sobre un aerodeslizador para avanzar más rápido por la nave hasta la sala donde el proyecto MK había sido llevado a cabo por el equipo "Dédalo", aquel que era ahora perseguido por Mike. Por el camino vio como se ensamblaban muchos de los robots que veía todos los días en las calles, entre ellos el modelo mejorado de su querido robot-cafetera Guee.
- Ya hemos llegado. - anunció Cooper.
La mujer descendió del aerodeslizador e introdujo un código en el control de la puerta. Esta se abrió e inspector y directora entraron allí.
Aquel lugar tenía juguetes, tablets, pantallas para dar clase... Podría parecer una escuela normal y corriente, con la diferencia de que estaba integrada en una gran fábrica y laboratorio.
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Metallic Killer
Science FictionTodo el mundo imaginaba que la Dr. Reed había muerto de sobredosis. Era una mujer mayor con muchas adicciones: aquella era la opción más probable. Todo el mundo lo imaginaba... Hasta que la autopsia desveló que había muerto estrangulada. Inmediatame...