Capítulo 13: ¿Vida?

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Arthur se frotó la pernera del pantalón. Estaba nervioso por la cena. Llevaba varios minutos esperando en la puerta y todavía no había aparecido por allí. Era la primera vez que comía fuera de casa, aparte de la cena en la casa del inspector Grant. No paraba de dar vueltas alrededor de la puerta y empezaba a tener miedo de que Keyra lo hubiera dejado plantado. Necesitaba hablar con ella.

Pero por fin Keyra llegó.

- ¿Entramos? - preguntó Arthur.

Ella asintió.

Arthur, comportándose como un caballero, le ofreció su brazo sonriente. Keyra se sonrojó.

Entraron y se sentaron en una mesa.

- Keyra, siento lo del otro día.

- No vuelvas a sacar el tema, por favor. No quiero hablar de Mike.

Arthur asintió. Él sí que quería. Quería contarle que la culpa lo estaba consumiendo y que necesitaba ayuda, pero no quiso molestarla.

- ¿Qué tal en el trabajo? - preguntó él.

- Ya sabes, enfermos por todas partes. - sonrió ella.

Arthur sonrió, más por cortesía que porque se sintiera bien.

Keyra se había puesto el vestido más bonito que tenía y se había hecho una bonita trenza para la cena. Le había hecho mucha ilusión que fuera Arthur quién le pidiera ir a cenar, aunque fuera por motivos completamente distintos a los que ella tenía en mente.

Él, en cambio, solo se había puesto la primera camisa blanca que vio y unos pantalones azules. Estaba demasiado preocupado como para ponerse a pensar en su aspecto.

El robot camarero les recitó el menú y ambos pidieron salmón, aunque cuando lo tuvieron en la mesa ninguno de los dos lo probó. Keyra no estaba acostumbrada a comer, hacía años que no probaba bocado, y Arthur simplemente no tenía ganas.

- Arthur, el otro día vi a Ulrich.

Arthur arrugó el ceño.

- Dice que le gustaría hablar contigo.

- Dile que no quiero volver a saber nada más de él. Nuestra amistad se ha terminado, que lo acepte de una vez. - dijo bastante gruñón.

- Yo lo entiendo, Arthur, pero él quiere...

- Keyra, no hablemos de los demás, por favor.

A Keyra aquellas palabras la ilusionaron. Pensó que se refería a que quería centrarse en ellos dos, cuando Arthur tan solo quería decir pues eso, que no quería hablar ni de Mike ni de Ulrich.

Ulrich era otro de esos recuerdos dolorosos que lo atormentaban..

Estuvieron un buen rato en silencio. Ella observándolo y Arthur paseando los guisantes con el tenedor por su plato. Él alzó la mirada:

- Keyra... ¿puedo hacerte una pregunta?

El corazón de la chica se aceleró.

- ¿Has sentido alguna vez...? Pff... No sé cómo decirlo... - dudó.

- Inténtalo. - dijo ella emocionada.

- Vas a pensar que estoy siendo ridículo...

- No lo pensaré, te lo prometo.

Arthur la miró sonriente. Sí, se sentía muy estúpido.

- Sí, ya sé que somos robots, ¿pero alguna vez has sentido que... que hay una persona especial?

Metallic KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora