Capítulo 15: Hudson

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Charles se despertó con el sonido del despertador. Miró a su lado: Rhonda ya se había levantado.

Bajó las escaleras y la encontró en la cocina, desayunando.

- ¿Y tú despierta?

Rhonda sonrió.

- He encontrado un trabajo.

Charles no podía creerlo.

- ¿¡De verdad!? ¡Eso es maravilloso!

Corrió a abrazarla y la levantó en el aire. Rhonda llevaba mucho tiempo en el paro y aunque les costaría adaptarse a no tenerla en casa para ocuparse de todos los quehaceres, era una noticia fantástica. Ella necesitaba sentirse capaz de trabajar otra vez y Charles no podía evitar contagiarse de su alegría.

- ¡Charles, no seas crío! ¡Suéltame! - se reía ella.

- Lo siento, es que me emociono.

- Tienes el desayuno listo. Recuerda despertar a Scarlett antes de irte a trabajar.

Ella ya se estaba preparando para salir.

- ¿No me vas a contar dónde lo has conseguido?

- Ayer me llamó una chica que trabaja en el hospital de Urdent y me ofreció el trabajo. ¡Ni siquiera me hicieron una entrevista!

Aquello hizo que Charles dejase de sonreír.

- ¿Qué ocurre?

- Nada, Rhonda. - se obligó a volver a sonreír - Pásalo bien.

Ella le dió un beso en la mejilla y se marchó a trabajar.

Charles se decidió a llamar a Cooper y pedir explicaciones.

- Considérelo una contraprestación por las molestias causadas. - dijo Cooper - Pensé que le alegraría que su mujer encontrase trabajo.

- ¡Y me alegro! El problema es quien se lo da. - dijo enfadado.

- Me enteré de que estaba en el paro y vi una oportunidad de hacerle un favor. Créame, no hay más motivos. ¿Quiere que la despida?

- ¡No! Pero le aviso: no mezcle a mi mujer en cosas raras, ¿entendido? ¡Y sepa que ella es muy capaz de encontrar un trabajo por si misma!

- No lo dudo, Grant.

- Más le vale.

Charles colgó. Ya lo había puesto de mal humor.

Scarlett bajó las escaleras.

- ¿Papá, ocurre algo?

- No, nada.

- Estabas gritando. - todavía se frotaba los ojos con sueño.

- Vuelve a la cama, todavía tienes un rato para dormir antes de tener que empezar a prepararte.

- No importa, prefiero desayunar ya.

Padre e hija desayunaron juntos. Hablaron un rato y luego Charles se marchó.

Llegó a la oficina y Arthur no estaba ahí, otra vez, así que decidió llamarlo por teléfono.

Arthur tardó en contestar y tenía la cámara desconectada.

- ¡¿Dónde estás?! - le gritó Charles - ¡No me digas que vuelves a estar "enfermo"!

- Perdón, me acabo de despertar.

Al otro lado de la línea, Arthur se frotaba los ojos para espabilarse. Con el ruido del móvil, Rachel también se había despertado:

- ¡Mierda, me he quedado dormida! - gritó.

Metallic KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora