Charles se despertó con el sonido del despertador. Miró a su lado: Rhonda ya se había levantado.
Bajó las escaleras y la encontró en la cocina, desayunando.
- ¿Y tú despierta?
Rhonda sonrió.
- He encontrado un trabajo.
Charles no podía creerlo.
- ¿¡De verdad!? ¡Eso es maravilloso!
Corrió a abrazarla y la levantó en el aire. Rhonda llevaba mucho tiempo en el paro y aunque les costaría adaptarse a no tenerla en casa para ocuparse de todos los quehaceres, era una noticia fantástica. Ella necesitaba sentirse capaz de trabajar otra vez y Charles no podía evitar contagiarse de su alegría.
- ¡Charles, no seas crío! ¡Suéltame! - se reía ella.
- Lo siento, es que me emociono.
- Tienes el desayuno listo. Recuerda despertar a Scarlett antes de irte a trabajar.
Ella ya se estaba preparando para salir.
- ¿No me vas a contar dónde lo has conseguido?
- Ayer me llamó una chica que trabaja en el hospital de Urdent y me ofreció el trabajo. ¡Ni siquiera me hicieron una entrevista!
Aquello hizo que Charles dejase de sonreír.
- ¿Qué ocurre?
- Nada, Rhonda. - se obligó a volver a sonreír - Pásalo bien.
Ella le dió un beso en la mejilla y se marchó a trabajar.
Charles se decidió a llamar a Cooper y pedir explicaciones.
- Considérelo una contraprestación por las molestias causadas. - dijo Cooper - Pensé que le alegraría que su mujer encontrase trabajo.
- ¡Y me alegro! El problema es quien se lo da. - dijo enfadado.
- Me enteré de que estaba en el paro y vi una oportunidad de hacerle un favor. Créame, no hay más motivos. ¿Quiere que la despida?
- ¡No! Pero le aviso: no mezcle a mi mujer en cosas raras, ¿entendido? ¡Y sepa que ella es muy capaz de encontrar un trabajo por si misma!
- No lo dudo, Grant.
- Más le vale.
Charles colgó. Ya lo había puesto de mal humor.
Scarlett bajó las escaleras.
- ¿Papá, ocurre algo?
- No, nada.
- Estabas gritando. - todavía se frotaba los ojos con sueño.
- Vuelve a la cama, todavía tienes un rato para dormir antes de tener que empezar a prepararte.
- No importa, prefiero desayunar ya.
Padre e hija desayunaron juntos. Hablaron un rato y luego Charles se marchó.
Llegó a la oficina y Arthur no estaba ahí, otra vez, así que decidió llamarlo por teléfono.
Arthur tardó en contestar y tenía la cámara desconectada.
- ¡¿Dónde estás?! - le gritó Charles - ¡No me digas que vuelves a estar "enfermo"!
- Perdón, me acabo de despertar.
Al otro lado de la línea, Arthur se frotaba los ojos para espabilarse. Con el ruido del móvil, Rachel también se había despertado:
- ¡Mierda, me he quedado dormida! - gritó.
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Metallic Killer
Fiksi IlmiahTodo el mundo imaginaba que la Dr. Reed había muerto de sobredosis. Era una mujer mayor con muchas adicciones: aquella era la opción más probable. Todo el mundo lo imaginaba... Hasta que la autopsia desveló que había muerto estrangulada. Inmediatame...