Estudiante de Madara

Todo el mundo quiere gobernar el mundo

'Takigakure, qué mierda'. pensó Naruto mientras caminaba por las calles del famoso pueblo escondido. Había pasado tres días en el pueblo y se preguntaba estúpidamente cuándo iban a terminar su festival de celebración. Sintió, bueno, no sentía nada más que molestia por la gente que lo rodeaba, los consideraba como seres debajo de sus pies realmente, era plenamente consciente de su poder y la amenaza de los demás era insignificante para él, Zetsu afirmó que tenía un complejo de dioses. Aunque Naruto lo sabía mejor, sabía que tener orgullo consigo mismo era mayor que tener orgullo en el poder propio, ya que el orgullo en el poder propio conducía a la arrogancia y posiblemente a la muerte. Pero aún así tuvo que arrastrarse por las calles buscando algo que hacer, no había matado a nadie, pero no tenía ningún propósito de matar a nadie. sin propósito no había necesidad de hacer nada. Aunque las víctimas de Orochimaru, las que estaban encerradas en jaulas como los animales en un zoológico, los mató porque incluso si pudieran escapar, aún habrían sido perseguidos. Había un propósito en matarlos.

Y eso es lo que odiaba, no tener un propósito que no fuera necesitado por nadie, cada uno a su alrededor tenía un propósito, nacer, vivir, morir. Ese era el propósito general de todas las cosas vivientes, se aplicaba a esa ecuación también, pero es lo que hacen las personas antes de que eventualmente encuentren una desaparición prematura, el propósito de enfocar la vida de uno hacia lo que desean, la búsqueda de su sueño, algunas personas nunca lograron Tal cosa, mientras que otros finalmente ganan lo que estaban buscando. Naruto no tenía ningún propósito en absoluto, solo el ojo en la luna. Sin embargo, no creía que fuera necesario para semejante plan, se consideraba a sí mismo como un detalle menor del plan, ya sea por pensamientos malsanos de su propia psique destruida o solo por su interpretación.

Recordó las palabras de la anciana que había conocido, cómo le contó la historia de los dos amantes y sus linternas mágicas, de que si usted envejecía una linterna y cerraba los ojos, encontraría lo que era más importante para usted, ya sea o no. lo que dijo que era verdad era de poca importancia, pero le hizo una pregunta, Infinite Tsukuyomi, a qué aspiraba él de tal plan, quería traer paz al obligarlo a someterse a él, sabía que la paz podía nunca se logrará a través de las palabras y la comprensión o a través de la cooperación, todas esas cosas traerían una solución temporal al problema, pero aún así, ¿por qué buscaba al Tsukuyomi Infinito, por qué buscaba el mundo de los sueños, qué deseaba lograr o experimentar dentro de él? el sueño. Él no sabía la respuesta.

Estos pensamientos estaban más allá de él, él no tenía la respuesta ni lo tendrá nunca a menos que encuentre algo importante para él. El Uzumaki había tenido estos extraños pensamientos, un cierto anhelo por algo, al principio pensó que era mera lujuria y deseo, pero se sentía, más profundo que eso. Como si lo que buscaba estuviera a la vuelta de la esquina, algo importante para él, por supuesto trató de negar tal cosa, creyendo que no era digno o que no le molestaba tal cosa. Se había perdido las oportunidades de la vida demasiadas veces para saber que lo que deseas nunca se hace realidad, lo único que recibirías es la desesperación que acompaña a ese sueño. Perdió la oportunidad de su vida cuando se hizo el Jinchūriki, perdió sus oportunidades de amor cuando se convirtió en un genin, perdió su oportunidad de ser feliz cuando murió, Todas estas oportunidades perdidas pesaban mucho en él. Entonces se le ocurrió, Infinito Tsukuyomi, que quería llegar a ese mundo de sueños donde recuperaría lo que se había perdido y le quitaba, había pocas dudas de que el rubio estaba emocionalmente muerto, lo llevaba en la cara como si fuera maquillaje. Quería sentir, sentir otra vez, felicidad, tristeza, rabia. Todos esos sentimientos, quería volver a sentirlos.

Eso era lo que él quería, eso era lo que necesitaba. No le importaba nada más que sentir, las circunstancias de perder sus emociones aún eran desconocidas para él, creía que el sello maldito en su brazo ayudaba un poco, quien lo colocaba sobre él debía haber sabido lo que estaban haciendo, probablemente él sabía algo que no se suponía que hiciera, Madara no le colocó este sello, Madara nunca fue tan buena en Fūinjutsu o Juinjutsu, esta obra fue realizada por otro, pero nada le vino a la mente ya que Naruto nunca conoció a nadie que pudiera usar tal un sello avanzado en alguien, nadie vino a la mente.