Narnia, el país donde todo puede suceder. Esta vez el enemigo es el país vecino, Calormen. Los reyes de antaño regresarán de nuevo para buscar los tesoros que los harán invencibles. Pero no estarán solos, nuevos reyes les acompañarán. Todo se disput...
Era el tercer día desde que llegaron a Narnia y los Pevensie todavía no habían asimilado lo ocurrido. Esa mañana, Susan fue la primera en despertarse, pues sus pensamientos no la dejaban dormir. No paraba de pensar en Caspian. No sabía si hablar o no con él para aclarar la situación. Ella aún sentía las mismas mariposas en el estómago. Pensaba que al verlo tan solo sentiría un leve aleteo de lo que quedaba de ellas, pero se equivocó. Sus sentimientos permanecían en lo más profundo de su corazón, como el primer día que lo vió.
Así que, decidió pedir consejo a Cora. Podría ayudarla a pensar qué era lo correcto, pues en estos últimos días había ganado mucha confianza con ella.
Todos se levantaron y fueron a desayunar. Una gran mesa llena de comida les esperaba.
-¿Qué te pasa Susan estás un poco distante?- preguntó Peter, que la notó distraída.
- Aún no me creo que hayamos vuelto a Narnia. Fui tonta al intentar alejarme de este mundo.- respondió Susan. En parte era verdad, pero había otra cosa que le preocupaba más: Caspian.
- Todos cometemos errores, pero lo importante es que te has dado cuenta.- respondió su hermana menor.
- Ya, es cierto...- respondió a su hermana- Igual soy muy exigente conmigo misma.
Entre tantas conversaciones el desayuno pasó volando. Susan se acercó a Cora disimuladamente.
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- Hola, necesito ayuda - le pidió la benévola.
- Cuenta conmigo - contestó ella a su petición - ¿Qué puedo hacer por ti?
- ¿Podemos hablarlo en tu alcoba?- le preguntó Susan.
- Claro. - aceptó encantada.
Subieron a la habitación de Cora, cerraron la puerta y se tumbaron en la cama.
- Y... ¿Qué me quieres decir?- preguntó Cora.
- Quería contarte algo importante, porque no tengo muy claro qué hacer.- empezó Susan.
- Cuéntame, soy toda oídos.
-¿Sabes lo de Caspian y yo?- preguntó la reina de antaño.
- Sí... Bueno, por hay dicen que os disteis un beso antes de que te fueras de Narnia- respondió su amiga.
- Es cierto.- continuó Susan- El problema es que en todo este tiempo no he encontrado a nadie que me haga sentir lo que hizo Caspian. No sé si debería decírselo, quizás él ya habrá pasado página... Estoy hecha un lío. ¿Qué debo hacer?
- Creo que tienes que sincerarte con él, expresar lo que sientes.- le aconsejó Cora sabiamente- No pierdes nada por intentarlo. Además creo que él no ha tenido ninguna relación desde que te fuiste, nunca lo vi con otra chica. Tan solo estaba centrado en Narnia y en asuntos gubernamentales.
