9. Bajo las estrellas

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Aunque los reyes se tensaron ante tal pregunta, recordaron que también habían planeado posibles temas de conversación.

- Pues verá... Hay ciertos problemas con algunas mercancías. Por lo visto, Narnia exporta trigo a Archenland, pero varios barcos no han llegado a vuestro puerto. Tengo constancia de que dos de los barcos que zarparon desde las costas narnianas no han llegado aquí. Quizás se trate de piratería. Sentimos lo ocurrido.- mintió Peter tal y cómo habían planeado.

- Gracias por avisar del problema.- agradeció Ram la supuesta honestidad - Haré lo posible para atrapar a esos piratas y solventar el problema.

En realidad, esos barcos nunca habían llegado a desembarcar las costas narnianas. Un caballero de la corte real mandado por los reyes había detenido la partida hacia Archenland de las embarcaciones. Era la excusa perfecta.

- Los piratas son difíciles de atrapar, no creo ni siquiera que logremos averiguar su paradero. - continuó con la mentira Caspian - En compensación por lo ocurrido, os enviaremos el trigo perdido de esos dos barcos en carros. Así evitaremos que vuelvan a robarlo.

- Es un placer hacer negocios con vuestro país,- habló el archenlandés ajeno a todo - siempre tan responsables del comercio.

- Qué menos podríamos hacer para compensar las molestias.- habló Edmund siendo más agradable de lo habitual.

El plan iba como la seda. De momento, no había ningún tipo de sospecha hacia los reyes, se había tragado lo de los piratas completamente.

- Por cierto, me gustaría conversar con el sumo monarca a solas. - indicó Ram.

- Por supuesto. - respondió Annabeth, y seguidamente todos salieron de la sala.

Mientras que ellos hablaban, lo cual era bastante sospechoso, los demás paseaban por el castillo.
Rillian miró la decoración. Era muy distinto de Cair Paravel, pero tenía una belleza exótica.

- Tenemos que ser naturales, sino desconfiarán de nosotros.- susurró Percy en un pasillo desierto. 

Los demás asintieron con la cabeza.

- Me preocupa qué pueda estar hablando con Peter... - habló Caspian algo nervioso - Me pareció extraño que aceptara tan rápido nuestra sugerencia de venir sin previo aviso.

- Tranquilo,- le cogió de las manos Susan, mirándolo a los ojos - de momento todo ha salido bien.

- Esperemos que siga siendo así...- añadió la valiente.

Después, cada uno se dispersó por una zona del castillo. Lucy, Susan y Caspian decidieron visitar la biblioteca y hojear algunos libros en busca de pistas sobre los otros tesoros, aunque la búsqueda no tuvo demasiado éxito.
Percy, Rillian y Annabeth se dirigieron a la sala de entrenamiento y practicaron un poco con las espadas.

Cora decidió pasar tiempo en los jardines. Necesitaba algo de relax y decidió observar las flores que adornaban el lugar. Había rosas de un intenso color rojo, tulipanes, margaritas, girasoles... El resultado era un colorido estallido de colores hermoso. Empezaba a atardecer y el cielo se tornaba anaranjado, aumentando la belleza del paisaje.

Observó que había una cúpula hexagonal de madera que estaba en alto. Era un mirador de jardín. Subió por los pequeños escalones y se asomó por uno de los grandes huecos desde los que se podía admirar la naturaleza. Del techo colgaban algunas enredaderas que hacían el ambiente más mágico.

- ¿Observando las vistas? - escuchó que una voz masculina se acercaba detrás suya.

- Edmund, - se giró la chica - qué alegría verte por aquí.

Los tesoros de Narnia 👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora