¿Se nos acabó la suerte? (suerte #4)

20| No más excusas

Cap (2/3)
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Al salir de la universidad decidió que quería hacer algo para levanatrle el animo a Billy, pero no quería hacer algo exagerado, era mejor un pequeño detalle que le demostrara a su chico cuanto lo conocía. Era un poco difícil elegir una sola cosa, pues Billy era alguien que tenía muchos gustos peculiares, sin embargo terminó escogiendo uno en particular.

Se monto a su bicicleta y pedaleó hasta el supermercado más cercano. No le tomo demasiado tiempo llegar. Mientras vagaba por los pasillos recordó que probablemente necesitaba hacer la compra y reabastecer la despensa. Pero eso era algo que quería hacer con Billy, porque siempre era más divertido tener compañía y mejor aun si esa compañía era tan agradable como Billy...er, bueno al menos al Billy de antes, no el chico silencioso que era ahora.

Llegó a su destino que eran los congeladores y para suerte de Jason acabana de reponer la variedad de helados porque habían de todos los sabores, incluso el de café que tanto le gustaba a su chico. Así que tomó un tarro grande y uno de frutos rojos que era el segundo favorito del rubio. Luego paso por el pasillo de las golosinas tomando una bolsa de semillas que contenía almendras y nueces. Además de un paquete de galletas waffle de vainilla.

Estaba a nada de salir de aquel pasillo cuando escuchó un bufido a sus espaldas.

—Justo la persona con la que quería toparme —era evidente el sarcasmo venenoso en aquellas palabras.

Cuando se giró para enfrentar a esa persona, Jason rezo por un poco de paciencia. No quería armar una escena en medio de un supermercado.

Anne Marie estaba a un par de metros más allá. Iba enfundada en unos jeans suaper ajustados y una sudadera de color rosa. Si, se veía bonita...y obviamente eso le jodia a Jason. Pero lejos de su habitual expresión de "no mató ni una mosca", la chica lo veia con tanto desprecio que el castaño se preguntó como es que seguía vivo.

—Vaya, al fin muestras tu verdadera personalidad— dijo Jason con una sonrisa tensa. —Y solo para que quede claro, tampoco me alegra verte.

—Eres odioso, ni siquera se porque le gustas a Billy.

—Puedo darte una lista de las razones, pero dudo que quieras oirlas— esta vez si sonrio ampliamente. —Ahora si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer.

No había dado dos pasos cuando una mano con perfecta manicura se ciño a su antebrazo.

—Espero que estes feliz sabiendo que por tu culpa Billy rechazó la oportunidad de tener un futuro importante.

—¿Disculpa?— Jason frunció el ceño con confusión viendo los avellanados ojos de la chica. —No se de que hablas y no me interesa.

—Espero que el dulce Billy no se arrepienta de haberte elegido a ti. Un estudiante de médicina que seguramente no le presta la atención que se merece.

—No sabes nada...

—Cuando el te odie por haberte cruzado en su camino, te acordaras de mi.

Eso fue todo para Jason, había terminado de ser educado con esa chica, le había hartado la paciencia de una manera increible así que sin pensarlo dos veces la tomo del brazo y la empujó contra una de las estanterias con producto provocando que cayeran algunos paquetes de galletas.

—Escuchame bien niñita, no sé quien demonios crees que eres o que derecho tienes para meterte entre Billy y yo, pero te sugiero que lo dejes. —Ella levantó la barbilla de manera desafiante.

—¿O qué?  ¿vas a golpearme?

—¿Es lo qué esperas que haga?— soltó una risa por lo bajo— Eres realmente patética, mendigando la atención de alguien que no te quiere.