¿Se nos acabó la suerte? (suerte #4)

10| Esto tiene que terminar...

Espero que hayan tenido un buen inicio de año.  😊😊😊

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Era lunes y Jason estaba que no podía más. El fin de semana no estuvó tan mal, la visita que Messer y su padre le hicieron ayudó a no pensar tanto en su complicada situación. Sin embargo cuando ellos se marcharon sintió que todo volvía con mayor fuerza. Y fue peor aun cuando esa mañana se preparo para ir a la universidad aun con la esperanza de que Billy decidiera llamarlo, pero no lo había hecho y Jason se sentía tan mal que hasta considero la idea de faltar a clases aquel día; pero la perspectiva de quedarse en el apartamento sin hacer nada, se le antojaba aun más deprimente.

Así que fue a clases y trato de darle toda su atención a los estudios. No es que estuviera al cien pero mantener la mente ocupada tratando de captar las palabras de los maestros le ayudó a dejar de pensar en sus problemas.

A medio días cuando iba rumbo a uno de los comedores por su almuerzo, fue detenido por el decano de su facultad. El Doctor Frederick Richmond era un médico muy reconocido en Boston y en gran parte del país. Sus investigaciones médicas eran bastante prometedoras, además de que era un hombre con un carácter afable y bastante bromista.

—Justo a quien estaba buscando —Dijo el Doctor Richmond extendiendo sus manos hacía Jason.

—Buenas tardes Doctor —Jason sonrio lo mejor que pudo. El hombre era alto, de cabello castaño claro que ya estaba salpicado por las canas. Quizá rondaba los cincuenta y tantos, aun así lucia bastante fresco. —Es raro verlo fuera de su oficina...o en todo caso del laboratorio.

—Oye, me haces parecer como un obseso del trabajo.

—Y ambos sabemos que es así— el hombre rió entre dientes dándole la razón. —Pero dígame...¿para qué me buscaba?

—Bueno, es un tema algo delicado— se encogió de hombros. —¿Ibas al comedor?

—Si.

—Bueno, te acompaño así evito que pierdas tu hora de almuerzo y de paso me busco algo de comer.

Jason estuvó de acuerdo así que camino en compañía del Doctor hasta uno de los muchos comedores que había en el campus. A pesar de todo estaba bastabte concurrido. Fueron por la comida y luego buscaron una mesa que les diera la suficiente tranquilidad para hablar agusto. La encontraron al fondo del lugar.

—No recuerdo la última vez que almorce en uno de los comedores— comento el mayor con tono pensativo.

—Lo que yo decía, un total obseso del trabajo.

—Que puedo decir, me gusta mi trabajo. —Empezó a comer mientras le daba una mirada a Jason. —Oye, te ves cansado.

—No he dormido muy bien últimamente.

—¿Demasiado estresado con los estudios?

—Ojala— Jason rió sin humor— Algunos problemas personales.

—Eso suena como a problemas amorosos— Jason se sorprendió al oir eso ¿es qué ascaso era tan evidente? —Hey, pero no pongas esa cara, no eres tan evidente. Es solo que he aprendido que cuando mis estudiantes dicén "problemas personales", en su mayoría se refieren a problemas amorosos.

El castaño no dijo nada, el solo hecho de pensar que había muchos más estudiantes de medicina sufriendo por problemas amorosos, era algo poco alentador.

—¿Tengo razón?— preguntó el Doctor Richmond.

—Si, se trata de eso. —Jason jugó un poco con su ensalada. La verdad es que no tenía hambre, pero tampoco quería dejar que su estado de animo también afectara su salud. —Tuve un pelea con mi pareja y pues,  se fue...