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-¿Y donde estamos?- preguntó el general acostado en una camilla

-En un planeta de la Resistencia-

-Creí que habíamos destruido todas las bases rebeldes- el general Hux se veía más sorprendido que molesto, sobre todo por la amabilidad y la seriedad de la teniente. Que criatura más enigmática y...bonita

-Bien general, al parecer, su presión a bajado, espero que desde ahora entienda, debe dejar de lado ese espíritu, coma, beba agua, debe estar sano- comentó la rubia fijándose en los resultados de los exámenes

-Me es difícil aceptar la realidad-

-Si la sigue evadiendo sera fatal, tarde o temprano tendrá que aceptarla-

Hux no dijo palabra alguna

Hacia unos días la general Organa le había ordenado a la teniente Connix cuidar bien del general Hux. Parecía extraño, sí, Connix recordaba con algo de pavor estar en el elevador bajando a la prisión con esos nervios haciéndola sentir...pequeña. Ahora los ojos del pelirrojo la hacían sentir cómoda, como si fuera bienvenida a estar allí, como si fuera predestinación encontrarse en la situación equivocada.
¿Que cosas buenas podría tener este...general? De cualquier manera no podía olvidar que el hecho de la destrucción del planeta y el ataque a la flota eran responsabilidad suya ya que el general fue el comandador de todas estas acciones.
Debería estar enojada, molesta, indignada ante la obligación de tener que cuidarlo, ahora  a su lado se sentía extrañamente cómoda.

Algo dentro muy dentro de Connix tembló. Recordó la vez que un pequeño cable de la consola chispeaba y nadie podía acercarse al mismo, se sentía igual, un pequeño cable que chispeaba y que no podía alcanzar

Con Poe las cosas nunca pasaron de un tibio coqueteo, nunca tuvo tiempo en fijarse romanticamente en un hombre o en nadie. La Resistencia fue lo único que siempre le preocupó, ahora había algo más que tomaba su consideración, su preocupación, su tiempo, eso junto con otras cosas le aterraban. Era algo insoportable el pensar que tal vez y solo por un momento había una chispa de a...

-¿Teniente?- Hux llamó intentando tomar su atención

-Si, lo lamento- Connix se despabilo con las manos en el rostro. Tomó las píldoras del frasco y se la entregó junto con un vaso de agua
-Haga caso a las recomendaciones, tome agua, coma, lo necesitan sano- la fuerza sabe que Connix intentó ignorar esos ojos, ¿porqué él? ¿porqué la hacia sentir débil? ¿Tonta? No, era otro sentimiento, era... La hacia sentir observada, si, era eso, la primera vez que a Kaydel Ko Connix le importaba la mirada de alguien.
¿Y a quien no le hubiera importado esa cara bonita? Que lástima, los chicos lindos son muy malos 
Intento calmarse bajando la mirada, no enamorarse era ahora su mayor desafío.
Castigo, enamorarse de un alto miembro de la primera orden.

Por su parte,  Armitage Hux era un hombre de pocas letras, altivo, soberbio, igual de brioso que Kylo Ren. ¿Entonces que había pasado con ese brío?

Una bonita e inteligente teniente, era todo lo que Hux necesitaba para descansar su lado agresivo. ¿Que tenia de especial? No lo había descubierto aún, no podía escoger entre tantas cosas que la teniente poseía, callada, inteligente, recia, el cargo le sentaba bien, el carácter de cualquier soldado, por supuesto, era una chica más de las tantas que Armitage había visto alguna vez...pero esta tenia algo especial, una dulzura en sus ojos que parecían sentir lástima, si hubiera venido de cualquier otra persona le hubiera molestado, viniendo de ella era tierno, hasta tal vez lindo. Cuanta juventud, lozanía, cuanta inseguridad, se podía ver el esfuerzo por no demostrar ni una sensación, que engañoso era su leve rubor dándole un toque de belleza extra.

-¿La general Organa me interrogará algún día?- preguntó tomando las píldoras

-Llegado el momento, quiere cerciorarse de que este en máximas condiciones, los juicios han comenzando, llegará su turno cuando se recupere-

-¿Nos dejarán vivir?-

-Eso suponen todos, la general no toma vidas en vano- 

-No entiendo el significado por el cual dejarnos con vida-

Connix se congelo ante la afirmación

-A veces el perdón es mejor que la venganza...usted ¿porqué quiere terminar con la Resistencia?-

-Bueno porque... Porque- de repente la pregunta se convirtió en enigma para Hux

-Hay cosas que no tienen explicación, a veces suceden al azar-

Con una sonrisa modesta Connix se marchó algo desilusionada. Hux no iba a cambiar
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Al volver a la base,  control estaba vacío, parecía que nadie quedaba ya, sólo ella y su revisión general de sensores y alertas. El silencio a su alrededor era como el frío en las noches, tantas veces la soledad la había acosado... Por algún extraño motivo seguía pensando en Hux. Aún cuando sabía que el maloso no se detendría había algo especial en él.

-Debo dormir más- susurró para si misma acariciándose la sien

-Teniente Connix-

-General Organa-

-¿Despierta aún?- sonrió la general apoyando una mano en el hombro de la chica

-Revisión general, radares, alertas y...todo lo rutinario- suspiro la rubia mirando todos los avisos en pantalla

-¿El general Hux?-

-En su celda, recobró la conciencia, sus exámenes médicos son favorables, algo de presión sanguínea alta pero demás excelente-

-Muy bien, los exámenes son importantes, los juicios que llevamos a cabo pronto terminarán, sólo entonces las grandes cabezas de la primera orden podrán ser juzgadas-

-Es obstinado, si se mantiene en esa huelga no pasará nada bueno-

-Estoy segura que podrás convencerlo-

-Haré lo mejor que pueda general-

-Así será Connix, así será- la general se marchaba segura de todo hasta que Connix tuvo que preguntar

-¿Porqué yo general?-

-Confió en que eres la indicada para el trabajo, después de todo es del general Hux de quien hablamos, no creo que se sienta a gusto charlando conmigo-

-Pero soy parte de la Resistencia por igual-

-Lo eres,  hay algo que debes saber Kaydel, en la Primera Orden los rangos cuentan mucho, tal vez se sienta más en confianza contigo-

-Entiendo-  titubeó la teniente esquivando la mirada

-No te preocupes Connix, si sientes que esto es demasiado para ti podría pedir a alguien más que...-

-¡No!, quiero decir, no...no hace falta, yo...cumpliré con la orden-

-Me alegro, se que te parecerá un monstruo ahora pero al fin y al cabo todo somos seres humanos-

-Si general-

El asunto se volvió incómodo para Connix

¿Ahora que? Debía esperar el juicio de Hux, convencerlo de estar vivo hasta ese entonces, no sucumbir ante su maligna preciosidad y seguir atenta a su trabajo
Genial.
En la noche Connix no pudo dormir, su cama se convirtió en una trampa, su cabeza jugaba con ella. Tal vez en la mañana estaría mejor...
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