El Sentimiento Más Profundo

19.

-Estoy totalmente en contra de la decisión-

-No te pedí tu opinión, Comandante-

-¡No! ¿Como puede confiar en semejante patán?-

-Conozco a una víctima cuando la veo-

-General-

-Sin peros, esta es una decisión que tomo como General de la Resistencia-

Leia se marchó dejando al piloto con su propia consciencia que obviamente le hacía sospechar de Hux

-Me lleva el...- suspiró el castaño caminando por el pasillo
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Connix rumiaba en su mente las cosas que había sucedido hasta ahora, el futuro le daba miedo pero el presente le quitaba todo rastro de tranquilidad. ¿Que harían con Hux? ¿De verdad lo enviarían a Balm? ¿No tendría la más mínima oportunidad de defender su libertad?

La rubia suspiró encima de la consola sacándose el intercomunicador

-Que amargo es tu suspiro, Teniente- mencionó Leia acercándose a la joven

-Debe ser el...-

-Cansancio, si, has respondido eso a todas las preguntas que te han hecho, ahora...me gustaria que confiaras en mí y me dijeras la verdad-

-¿La verdad?-

-Sigueme-

La General se dirigió a su despacho mientras la chica la acompañó.
Connix no comprendía por que Leia la había llevado allí pero fuera lo que fuera no era nada bueno.

-General...¿podría decirme por que estoy aquí?-

-Espera- rió la princesa mirando hacía la ventana

-¿Esperar que cosa?-

-Al General Hux, obvio está-

-¿Y para que lo quiere?-

-Bueno, vendrá a informarme de algunas cosas que han estado sucediendo a mis espaldas-

Kaydel sintió un frío horrendo llenando su estómago, un calor subiendo a su rostro y un temblor casi invisible en sus manos

-¿A sus espaldas...General?- preguntó la muchacha con la respiración acelerada

-Kaydel, yo se que nada de esto fue intencional pero debes entender que todo tiene consecuencias-

La puerta automática se abrió dejando paso a el General Hux acompañado por dos escoltas

-¿De verdad es necesario? Son solo metros de aquí a la prisión- quejó el pelirrojo mientras uno de los centinelas le sacaba las esposas

-Pueden retirase- ordenó Leia mirando a Hux

-¿A que viene esto?- indagó Connix apenas hablando por su garganta

-Por el amor de Dios, Connix, ella lo sabe- dijo despreocupado Hux mientras acariciaba sus muñecas doloridas

-¿Lo sabe? ¿Como? ¿Acaso le dijiste?- refunfuñó la chica poniendo sus manos en sus caderas

-¡No! ¿Crees que le diría? usó la fuerza indiscriminadamente en mí-

-Creí que no eras usuario de la fuerza-

-No necesariamente debes ser usuario con la fuerza para que un Jedi o un Sith pueda acosar tu interior- esto último lo remarcó subiendo el volumen de su voz

-¡Hux! ¿Sabes como me costó disimular todo este tiempo? ¿Y tú ni siquiera pones resistencia?-

-Muchachos, no los traje aquí para que discutan-