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Que estúpida sonrisa que tenia Hux, que estupido se sintió al no poder borrarla. ¿Que le estaba pasando? Tal vez era la falta de comida, si, debía ser eso, de otra forma ¿como explicar su sensación?
El juicio le traía dolor de cabeza pero sabia que la débil Resistencia lo dejaría con vida. La general Organa tenia un exceso de bondad innecesaria, eso lo podía reconocer
No pudo dormir en la noche, toda la madrugada se la paso caminando dentro de la celda, aquí y allá, pensando en como escapar, pensando tal vez que la Resistencia no había descubierto aún el ejército de apoyo.
Algo que no pudo perdonarse fue titubear delante de una teniente de los rebeldes, ¿porqué querer destruir la Resistencia? Sencillo, porque la Resistencia era una espina que molestaba el orden de todo, el imperio debía regresar para mantener el perfecto orden entre el caos y la paz, la única manera de encontrar paz seria volver a las viejas costumbres, sin sublevación no hay paz.

Supuso que esta vez podía dejarlo pasar, sí, la chica era demasiado inocente como para entender los planes de un sofisticado sistema militar.

-Creo que como yo no puede dormir general- alucinaciones, perfecto, creyó haber escuchado la voz de la chica a sus espaldas, que desagradable seria darse la media vuelta y no encontrar nad...

-Teniente- exclamó algo conmocionado el pelirrojo

-Si, si, soy yo- dijo sin interés alguno Connix

-¿Que hace aquí?-

-¿Quiere comer conmigo?-

La invitación sonaba sincera, amable, sencilla, nada muy jactancioso.

-¿Clobocks?-

-Deje de exagerar general, son como mariscos-

-En mi vida probé uno- dijo con algo de asco el pelirrojo

-Eso no me sorprende- rió ella poniendo el plato en la cama

-Aceptaré, solo por cortesía-

-Mas le vale empezar a sacarle la carcasa ahora mientras esta tibio-

-Valgame el...- Hux no podía creer lo que estaba a punto de hacer, tocar un sucio Clobock
Connix se acostumbró a comer sola y a comer tarde, algo se le hacia complicado, era comer con alguien más. Delicadamente comenzó a sacarle la carcasa a los clobocks uno a uno hasta que le pareció suficiente cinco

-General Hux-

-Ya no me llames así. De cualquier manera mi rango esta denigrado, llámame Hux-

-Bien, Hux- suspiró con algo de hastío la chica

-¿Y tú eres...?-

-Kaydel Ko Connix-

-¿Kaydel? Lindo nombre-

-Gracias...pero mejor llamame Connix-

-Connix será entonces...Teniente hace poco, puedo ver-

-Unos meses-

-¿Como es que una novata mantiene a la Resistencia?-

-Sencillo, no depende enteramente de mí, es lo bueno de trabajar en equipo, compartimos los logros, las tristezas,  las alegrías y las fallas por igual-

-Ustedes toman el rango como una cuestión de trabajo-

-Y para la Primera Orden es...-

-Mientras más alto es el rango, mayor respeto-

-¿Es una vida dura?-

-Cada soldado se entrena desde temprana edad para dar un máximo rendimiento-

-Que extraño, aquí nadie entrena, se hace un conocimiento básico de los instrumentos pero jamás hay un entrenamiento-

-Aún así destruyen bombarderos, el Dreadnought, la flota de la primera orden, el supremo líder esta muerto-

-Ambos lados perdimos muchas cosas, la República ya no existe, los aliados son escasos-

-Nunca creí terminar preso por la Rebelión-

-Yo jamás imagine estar charlando con el general de la Primera Orden-

-El destino es cruel, juega con el camino de los poderosos-

Connix sonrió dejando un clobock en el plato de nuevo. Poderoso, como no, bastante poderoso como para desmayar a causa de su abstinencia, poderoso como para no soportar estar en la cárcel, poderoso como para no evitar decir que si a todas las peticiones que la teniente le hacia, tan poderoso como para verse tierno con su cara de cachorro perdido

-¿Te burlas de mí?- preguntó sorprendido

Connix entendió que su sonrisa fue exagerada, rápido, una excusa, cualquiera

-No, de ti no, recordaba que cuando destruyeron la base fui la ultima en zarpar, creí que moriría...aún así cumplí con mi trabajo, ascendí a teniente y sobreviví-

-Estas destinada a ser líder entonces, únicamente los líderes sobreviven a las catástrofes-

-No quiero ser líder, lo único que quiero es que esta guerra acabe-

Que desinterés por el poder, cuanta seguridad en el bien común, en otras circunstancias Hux había presenciado relatos parecidos en rebeldes encarcelados y le habían parecido estúpidos en ese entonces, ahora que haya salido de una criatura enigmática como Connix había cambiado el sentido de las palabras. Que sutil tono, las palabras simplemente salieron de su boca como una afirmación. Su boca...¿su boca?... Si, de sus lindos salvajes labios rojos 

-Eso nunca pasará- murmuró Hux seguro de que las cosas pronto cambiarían
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Cuando la teniente se marchó el sol ya tocaba la frontera. Había amanecido y no había conciliado el sueño, tal vez porque charlar con la teniente le hacia sentir mas vivo que en la misma base de la primera orden.
No lo iba a negar, era un planeta muy bello, al parecer la jungla de Saxion. Había escuchado que allí los rebeldes levantaron una base, por supuesto años antes. Las especies salvajes recorrían los lugares, el alba hacía de la vegetación un cálido paisaje multicolor.
Algo que no entendía aún era porqué la Rebelión seguía en ese estado embobado, su situación se reconocía extrema y aún así la chispa de esperanza jamás se apagaba. Aún en los momentos más críticos seguían siendo una gran familia y las familias nunca se abandonan.
Tal vez ahora si podría dormir un poco, después de todo la reserva vendría pronto para sacarlo de ahí.

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