Amarlo no era el problema. El problema era hacer realidad la utopía del amor. Que extraño temblor sintió Kaydel al sacarle las esposas, ¿y si corría por la selva del planeta para robar un X-Wing? ¿Si era una trampa? Tal vez algunos Storm Troopers estarían esperándolos en el borde del rio.
-¿Éstas bien?- preguntó confundido el pelirrojo moviendo su mano delante de la distraída chica
-¿Hum? Oh si, algo...agotada, nada más-
-¿Agotada? ¿Porqué? Conmigo pasas la mayoría del día, se podría decir que descuidas tu lugar de teniente desde que llegué- fanfarroneó Hux adelantándose a la selva
-Eso es injusto y poco verídico, además yo cumplo mis tareas- refunfuñó Kaydel caminando a su lado
-Uhum...- murmuró el descreído Hux mirando a su alrededor -No voy a entender, ¿que te gusta de este lugar? Es salvaje, lleno de...animales primitivos, sin contar que esta despoblado, sin nada alrededor, solo kilómetros y kilómetros de selva virgen-
-Ay pero que lindo comentario imperialista- Kaydel usó su tono más sarcástico -¿Creíste que me gustaba por ser civilizado? No, me gusta justamente el salvajismo...esta mal dicho, es...libertad, aquí los animales son libres, ojalá fuera uno de estos- mencionó risueña la chica mirando a una manada de animales autóctonos pasar
-¿No eres libre ya?-
-¿En la Resistencia? No es libertad, es deber, tú no eres libre en la Primera Orden tampoco...¿o sí?-
-No tuve tiempo de pensar en la libertad cuando la ambición siempre me empujó a más-
-¿Ya no te empuja?-
-¡Ja! ¿Que ambición puedo concebir preso en la Resistencia?-
-Entonces ahora si eres libre, antes no lo eras porque estabas preso por la ambición-
-No se si estar encadenado es la clase de libertad ilustrada-
-Mira- dijo de repente Connix levantando las manos del general -Oh. Estas libre, supongo que ahora si es literal- rió la chica marchándose
-No me dejes aqui-
////Al final si llegaron a la costa y todo parecía calmo, así que Kaydel decidió relajarse sentándose a la orilla
-¿Este es el rio?-
-Si, aquí es- la chica levantó un poco de agua del mismo tomándolo
-Por todos los destructores de la galaxia, ¿como puedes tomar esa agua claramente llena de zoo bacterias?-
-No exageres, es agua dulce, pruebala-
-Oh no, vaya que no lo haré, no quiero sufrir por algún organismo parasitario dentro mío-
-Como quieras, luego no te quejes si tienes sed-
-Es preferible-
-No desmayes, por favor- sonrió la teniente recostándose contra la pared de tierra que tenia a sus espaldas
-...Te dejaste el cabello suelto- susurró más tranquilo el pelirrojo
-¿No me queda bien?- preguntó preocupada tocándolo
-No, no quise ser grosero, te queda muy bien, es lindo-
-Oh...bueno...gracias- dudó la chica acariciando su cabello
-Cuando la luz refleja en el brilla como si fueran miles de pequeños cristales-
-Gracias- ahora ya estaba ruborizada, oh Hux, si que sabia jugar con su corazón
-Bueno...creo que en general eres linda-
-¿Yo, linda? Estas siendo muy amable conmigo-
-¿Que? No, claro que no, mirate, eres tierna, dulce, valiente, tienes mucho potencial pero lo ocultas porqué eres modesta y hasta tal vez para no opacar a los demás-
-No sabía que tomaban clases de seducción a los rebeldes en la academia, general- bromeó la chica mirando hacia el horizonte, el sol apenas estaba en su punto máximo
-Sería útil, acortaría la lucha- con una traviesa risa la distrajo de su pensamiento
-Bueno, no es que por amor acabaremos la guerra-
-No lo sé, al parecer el Ren más poderoso de la Primera Orden se enamoró de la estudiante de Skywalker-
Connix no pudo evitar una risa burlona exagerada cubriendo sus rodillas con sus manos, poniendo su cara entre sus rodillas
-Si, es algo ridículo, así que si los rebeldes no nos ganan con pocas naves, Kylo Ren entragara la primera orden a manos de una Jedi bonita-
-Tiene sentido en realidad-
-Mucho- sonrió a medio labio el pelirrojo
-El amor y la fuerza son dos cosas imparables-
-Al final los tontos sentimentales siempre ganan-
-Y los malos lloran-
-¿No te has preguntado que se sentiría estar del otro lado?-
-No-
-Serías una gran teniente, quien sabe, capitana tal vez-
-Ugh, no usaré esos ajustados trajes negros-
-Si te molesta la idea me encantaría verte en un vestido negro largo-
-¿Como secretaria en un destructor?-
-No, como la esposa de un militar de alto rango, tal vez un general primerizo-
¿Eso fue....una propuesta?
-¿Para que mi casa acabé botada en el espacio exterior?-
Hux rió mirándola con un especial cariño, su sonrisa jamás había sido sincera, maliciosa siempre dentro de las naves de combate, heladas con los mayores, desafiantes con el líder Snoke pero ahora compartía esta sonrisa verdadera con la menos pensada.
Y esa risa se convirtió en segundos silenciosos seguidos por una mirada que ya habían compartido antes en la cárcel.
Connix se deslizó hasta estar muy cerca de su protegido esperando algo íntimo."¿Que estas a punto de hacer Armitage Hux?" pensó dentro suyo pero no se negó al sentimiento
Se acercó amablemente tomando el rostro de la chica con su mano acariciándola para luego posar sus labios en los labios de ella. Un tierno primer beso. Connix sintió miles de chispas a través de su cuerpo mientras cerró sus ojos, dejó que Hux tomará el control mientras ella disfrutaba de los tiernos labios del general.
Ahora en serio estaba condenada.
Hux por su parte se sintió tímido ante el toque, ¿lo estaba haciendo bien? Supuso que si al sentir a la teniente deseosa por un beso más profundo. Sus labios eran rojos y dulces como una cereza. Jamás le había permitido a una mujer entrar a su vida y ahora...le estaba entregando su corazón a Kaydel Ko Connix-Ummm, deberíamos volver- susurró Connix apartándose apenas centímetros
-¿No te gustó?- preguntó preocupado acariciando el cabello de la teniente
-Claro que si, eso fue... Maravilloso- sonrió cerrando sus ojos de nuevo solo para sentir los labios del general otra vez repasando los suyos como si se tratara de un dulce
-Espera un poco más, quedate conmigo- susurró el pelirrojo dándole besos cortos a la suspirante rebelde
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El Sentimiento Más Profundo
RandomConnix siempre ha sido una chica correcta, hasta que conoce al General Hux, sus preguntas se salen de control con la llegada de este hombre a su vida...y también sus sentimientos.